Internet y la transformación de la polis
| Autor | Nicholas Negroponte |
| Cargo | presidente de Media Lab, MIT |
Un mundo sin periferia
La civilización surgió a lo largo de ríos navegables y alrededor de puertos protegidos, y en un tiempo en que el transporte y las telecomunicaciones eran una sola y misma cosa. La naturaleza no era necesariamente equitativa con sus características geográficas. Los ríos de África son bastante menos navegables que los de Europa. También, África tiene más de dos veces el tamaño de Europa, pero tiene un litoral mucho más corto, con menos puertos naturales. Esto condujo a menos comercio, lo que a su vez llevó a un mayor aislamiento. La introducción del ferrocarril y más tarde de los coches hizo menos importante a la geografía. Las telecomunicaciones fueron la siguiente etapa y ofrecieron la posibilidad de que todas las partes del mundo llegaran a ser igualmente prósperas.
En el pasado, los sitios aislados no podían ofrecer liderazgo económico o intelectual al resto del mundo, debido a las limitaciones de movimiento físico. Hoy día, Internet permite que las ideas se difundan ampliamente con independencia de las limitaciones geográficas
Escandinavia es el arquetipo de la conectividad, con más uso de Internet que los Estados Unidos. ¿Por qué? Las razones normalmente citadas incluyen políticas fiscales, régimen de telecomunicaciones, densidad de población y dominio del inglés. Apenas se menciona el hecho de que estos países están en los confines geopolíticos de Europa y en algunos casos muy lejanos. En el pasado, los sitios aislados no podían ofrecer liderazgo económico o político al resto del mundo, debido a las limitaciones de movimiento físico. Aunque el teléfono unía sitios distantes, sólo Internet ha difundido ampliamente las ideas y ha permitido el suministro electrónico de bienes y servicios reales, creando la posibilidad de un mundo sin periferia.
Ser rural y ser rico
Los pasados doscientos años de desarrollo económico han sido sinónimos de urbanización. El crecimiento de las ciudades y el aumento de la riqueza han estado indisolublemente unidos, a medida que el empleo migraba desde la agricultura a las industrias y servicios. Vivir en un ambiente rural era equivalente a ser pobre. A principios del siglo XX, menos del 10% de la población mundial vivía en asentamientos urbanos. Hoy día es más de la mitad. Esto es particularmente cierto en América Latina, donde la población urbana ha pasado del 25% al 85% en menos de 100 años. En contraste, la India y China continúan teniendo una población rural de más del 75%, situación que se podría (y quizás se debería) preservar en la medida en que lo permita el suministro de bienes y servicios.
El movimiento de las cosas físicas necesitaba una estructura jerárquica, con puntos de intercambio cada vez mayores, ciudades más y más grandes que se convirtieran en las principales arterias para viajes de larga distancia. Internet está transformando esta jerarquía definida en una red.
Los pasados doscientos años han contemplado un crecimiento imparable de las ciudades en todo el mundo, ya que la gente abandonaba el campo para encontrar trabajo y acceso a los servicios. Como la Red reduce las desventajas de la lejanía, esta tendencia puede disminuir
Se requiere cierto número de personas para justificar un recurso determinado. Por ejemplo, unas 30 o 40 familias jóvenes justifican una escuela primaria (una isla de Grecia tiene solamente un estudiante en la escuela). Pero generalmente se requieren cientos de miles para justificar un teatro de la ópera. Los servicios médicos se acompasan análogamente con la población, desde un dispensario a un hospital grande o especializado, porque el beneficio se optimiza adecuadamente con la proximidad física al mayor número de personas. Tan pronto como el recurso se pueda suministrar a la gente, en lugar de que la gente acuda al recurso, no habrá necesidad de masa crítica. Cuando el servicio puede suministrarse en forma de bits, las desventajas de la lejanía son aún menores.
Democracia sin geografía
La Unión Europea es un ejemplo espléndido de cómo se deriva el gobierno a una escala mayor y regional, en paralelo con el hecho de que la mayoría de los estados miembros están transfiriendo poder a las autoridades más pequeñas y locales dentro de ellos. Como ocurre con todo lo digital, el gobierno se está haciendo más grande y más pequeño al mismo tiempo. No obstante, las ideas son aún demasiado frágiles. Aunque una ciudad puede crecer orgánicamente, sus límites políticos no. La era industrial nos dejó unos límites muy estrictos: la sociedad es como una construcción arquitectónica, habitaciones en un edificio o edificios en un bloque. La era digital está destinada a hacer que la democracia sea más como un patrón meteorológico, continuo en su naturaleza (sic), y constantemente cambiante.
Las personas tienden a interesarse más por las cuestiones que están más próximas a ellas geográficamente o que les afectan personalmente
La proximidad condiciona la participación. Por ejemplo, si la cuestión es la del uso de la tierra o la zonificación, se presta mucho más interés cuando el asunto implica al vecino o está directamente a la vista. Cuanto más próximo es el problema, más concreto y relevante parece. Las decisiones más distantes, generalmente las de un grupo más grande, tienden a ser más conceptuales y abstractas, como entrar en la ONU, suavizar la inmigración, elevar tarifas, incluso ir a la guerra. Estos problemas más distantes toman considerable tiempo y concentración para comprenderlos, más allá del chovinismo. Por esta razón, acertada o equivocadamente, la mayoría de las personas se muestra complacida y feliz de poder delegar.
El gobierno está cambiando, al mismo tiempo, hacia niveles más grandes y más locales
La proximidad no necesita ser espacial. Nos sentimos más próximos a problemas tales como la supresión del ejército o la legalización de las drogas si tenemos un hijo adolescente. Igualmente, las leyes para los discapacitados son generalmente más cercanas y más apreciadas por las personas mayores. Además, si tenemos conocimientos o un interés especial en algo, desde la pesca con mosca artificial a las finanzas, probablemente participaremos más en la política sobre vías de agua o sobre la banca. No es que nuestras prioridades sean erróneas. La familiaridad alimenta el interés.
La Red proporciona un medio para que la gente exprese sus opciones más a la carta que en menús fijos. El resultado debería ser una democracia más informada, que utilice el gobierno representativo de forma más abierta e ilustrada.
Teoría de la 'maceta' aplicada a las telecomunicaciones
Las telecomunicaciones son hoy día un servicio, construido sobre un modelo industrial basado en las economías de escala. Como en el caso de las carreteras, una autoridad central mantiene la red. Esto tenía sentido cuando la industria telefónica funcionaba totalmente por cable y estaba literalmente construida como las carreteras. Los primeros veinte años de comunicación inalámbrica copiaron este modelo. Los siguientes, no.
La clave del futuro de las telecomunicaciones es el espectro y comprenderlo mejor de lo que lo hacemos. Por ejemplo, las ondas de radio no interfieren como cabría imaginar. No se comportan como una calle abarrotada de gente. Por el contrario, son como la luz, en la que dos rayos pueden pasar uno a través del otro, sin crear estragos en su intersección. Por esta y otras razones, el espectro es mucho más ilimitado de lo que pensamos. Un espectro sin licencias desempeñará un papel más importante en las telecomunicaciones, como se ha puesto de manifiesto por el crecimiento alarmante de la banda ancha inalámbrica estilo 802.11, la llamada 'WiFi'.
El espectro de radiofrecuencias disponible para las comunicaciones móviles es mucho menos limitado de lo que se pensaba. Mejor que intentar obtener dinero de él, cabría optar por ofrecerlo como un servicio público
La gente continúa preguntando cuál es el modelo comercial de la WiFi, pero mira en el sitio equivocado. No puede ser un servicio en absoluto. Puede ser un negocio de objetos, utilizado para necesidades personales y comunales, análogo a las flores.
La 'plantación' cívica se hace de dos maneras. En una de ellas el gobierno gestiona los parques y las carreteras y atiende a todo, desde las medianas a los edificios públicos. La otra es la acción individual de la gente que gasta su propio dinero en objetos tales como las macetas, que se utilizan en interiores y en el exterior. Aunque suene escandaloso pensar en las telecomunicaciones de la misma manera, no lo es. Al aumentar la inteligencia en los dispositivos, éstos podrán colaborar con poco o ningún coste, de modos considerados antes imposibles sin un control centralizado. Cada ordenador portátil o PC se convertirá en un dispositivo direccionador, creando una malla de telecomunicaciones cooperativa construida por y para la gente. Aunque ésta no es, en modo alguno, la única o la mayor infraestructura del futuro, su existencia es una certeza.
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Palabras clave
Internet, espectro, democracia electrónica
Contacto
Nicholas Negroponte, Massachussets Institute of Tecnology
correo electrónico: nicholas@media.mit.edu
Sobre el autor
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Nicholas Negroponte es profesor de la cátedra Wiesner y presidente fundador de Media Lab en el Massachussets Institute of Technology. También forma parte de la junta de directores de Motorola, fue fundador de la revista WiReD y ha sido el iniciador de más de 50 nuevas empresas, incluyendo tres en China.
