In memoriam, Francisco Corral Dueñas.

AutorRafael Arnáiz Eguren
Páginas7-8

Escribir en recuerdo de Francisco Corral es fácil para los que le conocíamos. De Francisco Corral se pueden decir muchísimas cosas. Que había sido distinguido con la cruz de San Raimundo de Peñafort, que había recibido la medalla de honor del Colegio de Registradores, que fue Secretario de la Revista Crítica de Derecho Inmobiliario desde 1986, que fue responsable del Boletín del Colegio de Registradores y que además fue el redactor de su índice general de 1966 a 1984. Se podría añadir a estos datos que era Doctor en Derecho, Registrador de la Propiedad desde 1960, fundador de la Asociación Española de Derecho Agrario, recopilador inolvidable de la Legislación Autonómica y autor de una lista interminable de estudios, dictámenes y comentarios de jurisprudencia y de obras doctrinales.

Con todo esto no se habría dicho nada importante de Francisco Corral. Quizá la síntesis más acertada que he escuchado sobre su vida fue la que se pronunció en la homilía de su misa funeral en Puertollano, días después de su fallecimiento. Era una buena persona. Y este juicio que es tan sencillo y que tan pocas personas merecen estaba en aquella circunstancia plenamente ratificada por una gran iglesia, completamente llena, repleta de gente que quería decirle adiós.

Para los que tuvimos la suerte de conocerle, Francisco Corral además de ser un hombre de gran corazón, que nunca tuvo para nadie una palabra desagradable y que siempre estaba dispuesto al favor y a la colaboración, unía a su persona una cualidad tan rara y tan destacable como la de su bonhomía. Era un hombre serio. En todo lo que hizo a lo largo de su vida se manifestó este rasgo. Corral inició su vida profesional colaborando con la Administración Agraria, lo mismo que otros compañeros de promociones inmediatamente a la suya y de la misma en la que él ingresó. Sin embargo, en Francisco había una nota distintiva. Su entusiasmo por la actuación correctora de las imperfecciones de la situación agraria española se mantuvo hasta su muerte...

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