Ianelli, Antonio: La nuova enfiteusi. Nápoles, 1975, Ed. Jovene. 240 págs
| Autor | José M. Piñol Aguadé |
| Páginas | 155-156 |
IANELLI, ANTONIO: La nuova enfiteusi. Nápoles, 1975, Ed. Jovene. 240 págs.
Una atracción singular ejerce un libro de fecha reciente y con el enunciado títulopara aquellos que iniciamos nuestra vida profesional (y durante largos años ejercimos) en un satélite industrial de la capital del Principado de Cataluña, en cuya zona no sólo subsistían arcaicas y no escasas enfiteusis rústicas, sino que su considerable desarrollo urbano aparecía en pleno paralelismo con las numerosas de solares producidas en el pasado siglo, todavía vigentes, y cuya constitución era aún acto no infrecuente y nada hacía suponer su decadencia, sobre todo teniendo en cuenta que, después de una profunda convulsión monetaria, las rentas en especie eran un apreciado señuelo para concedentes-inversores y los dilatados plazos un extraordinario desahogo para promotoras y adquirentes en aquellos duros, pero esperanzadores, años de ilusionada e intensa reconstrucción social.
Pero pronto la ilusión se desvanece. La nueva enfiteusis del Magistrado Ianett no es más que una caricatura trágica, los despojos, de la institución clásica. La obra es la sangrienta historia de una «vía dolorosa» que conduce a la muerte lenta, la crucifixión. Es el mismo proceso que, en forma mucho más atenuada, se produjo en nuestra patria a partir de 1945, año en que el instituto se reguló sólo a efectos de liquidación.
La enfiteusis, con uno u otro nombre, debe ser tan antigua como la propiedad. Si no se citan más precedentes es simplemente por desconocimiento, pero tenemos la absoluta impresión de que algún contrato tipológicamente análogo debe aparecer entre los inmensos yacimientos que Oriente Medio va poniendo a disposición de los juristas. Lo corriente es hablar de los heleno-orientales, referirse a las concesiones de ager publicus para cultivo o edificación y a sus paralelos privados, y señalar sus características especiales que la sitúan entre la locación y la venta y a cuya canalización concurren tanto el ius civile como el honorarium.
Page 156En esquema, su complexión clásica está sentada en tres jambas: perpetuidad, para ambas partes; canon periódico y obligación de mejorar o construir. A tal configuración se incorporan la «entrada», que juega en la reducción del canon; el derecho de prelación que, sin dañar al enfiteuta, permite al concedente, sobre todo al modesto, estimar transitorio su repliegue y reputarse todavía inmanente propietario; la aprobación, con su laudemio, caso de no...
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