Tratado de legislación hipotecaria

AutorLa Redacción
Páginas445-447

ENRIQUE GIMÉNEZ ARNÁU. Tratado de legislación hipotecaria. Tomo I. Ediciones Españolas. Madrid, 1941 (208 págs.).

Por vía de descanso a los agobiadores trabajos que en los últimos años el Estado Nacional ha confiado al Sr. Giménez Arnáu, emprende nuestro ilustre colaborador la publicación del Tratado en que nos daPage 445 como afirma su prologuista, el conocido profesor de Zaragoza don L. Sancho Seral, "una clara muestra de su preparación y de su afición a esta clase de materias. Nieto de Notario, hijo de Notario, Notario él mismo, hay en su inclinación y gusto por los problemas del Derecho inmobiliario, como un culto tradicional, como una obediencia a un destino, como la decantación cada vez más cuidada y más fina de un poso jurídico hereditario".

En efecto: la simple lectura del libro pone de relieve tres notas familiares que vamos a examinar rápidamente: 1.a La afición al castellano sencillo y claro: 2.° La sinceridad simpática del maño, y 3.a La defensa tenaz de los valores nacionales.

  1. Sin abrumar al lector con otra erudición que la precisa, el autor desenvuelve su pensamiento con frase galana, que ha de parecemos más sabrosa a los que hemos pasado el Rubicón que a los infelices estudiantes que confíen tan sólo en su memoria para sufrir con serenidad los trances de la silla eléctrica. El libro no está hecho con vistas a la "preparación elemental y memorista" ; no es una colección de discos.

  1. a Como obra de juventud y de prosapia aragonesa, tiene expresiones que en la pluma del autor encontramos enérgicas y graciosas, pero que en boca del opositor nos resultarían atrevidas. Por ejemplo: "absoluta impropiedad técnica", con referencia a la Exposición de motivos de la L. H.; "agentes y zurupetos competidores desleales de la función notarial"; "afán crematístico del encargado de la oficina hipotecaria"; "interpretación errónea (convertida en práctica abusiva) de los artículos 21 de la Ley y 71 del Reglamento" ; y no hablemos de la defensa, "en cierto modo sofística", porque dada la buena fe con que el señor Giménez Arnáu escribe, esta palabra equivale a equivocada.

  2. a Pero, sobre todo, cuando vibra el alma del autor es al defender los valores nacionales (función notarial, título, etc.), y al trazar una nueva línea de Sigfredo que nos impide conquistar las avanzadas del espíritu germánico. "Los concienzudos y prolijos estudios de la ciencia jurídica alemana" ; la distinción "de tres momentos o elementos que una imaginación meridional...

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