En torno al Urbanismo. Política del Suelo y Registro de la Propiedad
| Autor | Narciso de Fuentes Sanchíz |
| Cargo | Registrador de la Propiedad. Licenciado en Ciencias Políticas |
| Páginas | 450-503 |
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El Presidente del Tribunal Supremo, señor Castán, en el tradicional y solemne discurso de apertura de los Tribunales en 1962 planteaba, con toda amplitud, un tema siempre vigente: «La propiedad y sus problemas actuales» 1.
Con acopio de citas y referencias demostraba que la propiedad y el trabajo son, hoy, las cuestiones del día; que es preciso revisar las teorías que explicaron el origen de aquélla; las que la justifican en sus aspectos humano, social y económico. Y que hay que adentrarse en la crisis del concepto con espíritu abierto y progresivo.
Tal vez el matiz más interesante de su estudio radique en el examen de la propiedad como «función social», «derechofunción» y «derecho subjetivo privado que lleva aneja una función social».
Pretendemos desarrollar algunas consecuencias de esta communis opinio. Pero en el campo que conviene a un jurista práctico, convencido de que a los profesionales del Derecho les corresponde plasmar en la realidad las grandes construcciones teóricas. Y, Claro está, sin que el pragmatismo implique olvido de aquéllas; ni tampoco, como es obvio, abstracción de todo lo existente.
Así es como vamos a echar una rápida ojeada, desde luego elemental, para atraer interés sobre el tema de la Política del Suelo, del Urbanismo y sus relaciones con un eficaz instrumento jurídico secular entre nosotros: el Registro de la Propiedad. Pretendemos,Page 451también, que la utilización de cifras y el señalamiento de hechos concretos llame la atención sobre esta cuestión casi inédita.
Se ha dicho del Urbanismo que es la ciencia que pretende hacer la vida más grata en cada tiempo y lugar 2. ¿Qué es la Política del Suelo? Entendemos por tal la aplicación y desarrollo de los principios del Urbanismo, que, universales, han de ser ajustados a las circunstancias, Las bases del Urbanismo se intuían ya por Aristóteles cuando en su Política 3 señalaba normas para la mejor ordenación de las ciudades. Un (mensaje especial del presidente Kennedy al Congreso de los Estados Unidos, en 1961, al que luego habremos de referirnos, pedía atención para el Urbanismo y propugnaba una legislación rápida y eficiente. Entre ambos, muchos siglos de civilización, y con ella, consubstancialmente, siempre los problemas eternos de mejora del vivir que el Urbanismo contempla.
Pero el Urbanismo seria pura especulación teórica si no se dedujera de él una normativa para hacer cumplir sus objetivos. La Política del Suelo pretende convertir la nuevaconcepción de la propiedad-aquel «derecho subjetivo privado con función social aneja»-en realidad. Para ello es necesario un cauce adecuado; si no se encuentra se allanarán los obstáculos, y lo que pudo ser corriente ordenada, aunque impetuosa, se convertirá en torrente que todo lo arrastra. Y en último término será la Justicia quien sufra.
A cualquiera que se enfrente con el tema se le ocurrirá, lógicamente, que las determinaciones sobre Política del Suelo, a quePage 452luego habremos de referirnos, tienen para su desarrollo y garantia un solo instrumento adecuado: el Registro de la Propiedad. La institución, que en sus comienzos protegía al propietario frente a intrusiones en su Derecho, sirvió más tarde, acentuadamente, para asegurar el cumplimiento de las disposiciones estatales. Y hoy sirve, sin distinción, en el fiel de la balanza, el interés público y el privado. Ha pasado, además, no una, sino varias pruebas de fuego, al tener que adaptarse en el transcurso de los tiempos a las diversas circunstancias, a veces con dramáticos cambios de orientación 4.
Los legos y los arbitristas, nuestros peores enemigos-en la intención y en los métodos-, ven en el Registro una reminiscencia de tiempos remotos. Nuestras oficinas les parecen viejos archivos con libracos inútiles, nido de polvo; y creen que el sistema adolece de senectud y telarañas. No obstante acuden con evidente frecuencia a arropar en los libros sus determinaciones; y obligan a una labor poco grata: interpretar-y a veces traducir al castellano-toda esa serie de preceptos mejor o peor orientados que inciden en el régimen de la propiedad.
Tenemos en nuestra técnica registral inmobiliaria experiencia suficiente; pero ¿estamos seguros de que ha de bastarnos, sin reajustes, para hacer frente a los problemas futuros? Parece indudable que no; y que debemos prepararnos para que, sin soluciones de continuidad, se obtengan las nuevas fórmulas.
Decía Paul Valery que es preciso acostumbrarse a considerar toda experiencia como transitoria, toda situación como algo provisional. Este fenómeno es nuevo: el ordenamiento de la vida tiene que situarse cada vez más ante la irrupción de lo inesperado. Pero es imprescindible prevenirlo, o atenerse a las consecuencias.Page 453
Estamos ante una cuestión apasionante, y hemos de situarnos frente a ella con los ojos abiertos y la atención tensa. Nada mejor para conseguirlo que examinar, sucintamente, cómo se plantea en diversos aspectos, y de qué forma, en algunos países, se acude a resolverla. Después observaremos nuestra propia situación. Y señalaremos conclusiones cuyo desarrollo habrá de quedar para lo futuro.
La relación entre .la propiedad privada y el interés público oscila en todas partes entre dos posiciones antagónicas: «la propiedad es un derecho sagrado e inviolable que no se puede lesionar» ; «la propiedad es un robo». En todas partes, también, se llega a un compromiso entre ambas fórmulas; y el matiz carga, según las circunstancias, sobre una u otra.
No podemos creer que sean producto del azar o puro mimetismo las coincidencias legislativas en países muy distintos sobre planificación, expropiación forzosa, señalamiento de zonas de usos diversos para las fincas, absorción de plusvalías, exigencia de licencias previas, etc. Ni tampoco puede temerse que por ello la propiedad haya hecho crisis y vaya a desaparecer en su forma privada. Pero hay que aceptar la filosofía política sobre la propiedad y olvidarse un tanto del dominio quiritario 5.
He aquí una feliz expresión y un fenómeno impresionante. Veamos:
En 1900, España tenía 18.617.956 habitantes; en 1930, 23.844.796; en 1960, 30.903.137.
Según cita R. Gross 6, en 1800 sólo el 2,4 por 100 de todosPage 454 los habitantes del mundo vivían en ciudades de más de 20.000 moradores, y en 1950 la cifra era ya del 20,9 por 100. Si la progresión sigue-¡y los expertos estiman que seguirá-, en el año 2000 el ,45 por 100 de los habitantes del globo vivirá en las ciudades. La vida del futuro será urbana. Casi uno de cada tres ciudadanos de Dinamarca vive en la Gran Copenhague; uno de cada cinco de Gran Bretaña, en el Gran Londres; uno de cada diez de Francia, los Estados Unidos y el Japón viven en París, Nueva York y Tokio.
En Alemania se calcula que, próximamente, el 80 por 100 de los trabajadores dedicarán su .actividad al sector terciario o de servicios en que se incluye toda la gama de actividades que no son agrícolas o industriales: Comercio, Transporte, Banca, Seguros, Servicios Sanitarios, Enseñanza, Gobierno y Administración, Investigación y Esparcimiento. Sólo un 10 por 100 se dedicará a la Agricultura y otro tanto a la Industria 7.
Un censo inglés de 1841 señalaba 431 profesiones diferentes en Gran Bretaña; un siglo después, en los Estados Unidos, las actividades se diversifican en más de 25.000 8.
La explosión demográfica y el crecimiento de los núcleos urbanos, especialmente de aquellos donde se hallan las empresas de servicios, lleva consigo el aumento del área de las ciudades. Kennedy, en el mensaje de que antes hablábamos, afirma que las ciudades de su país crecen al ritmo vertiginoso de casi un millón de acres por año 9>; Paul Luecke, Ministro federal alemán de la Vivienda, Urbanismo y Ordenación territorial, señala que en 1970 Alemania necesitará para suelo urbano, de defensa, industrial y de tráfico, la séptima parte del territorio nacional. Como si España hubiera de dedicar a tales fines una superficie de 72.000 km.Page 455
Pensemos que Andalucía tiene 87.000 km;Aragón, 47.000;Cataluña, 31.900, y Extremadura, 41.600 10.
El crecimiento del suelo de .los núcleos se realiza a costa del suelo rústico; en Alemania se ha planteado la defensa del suelo agrícola contra la invasión urbana; en Estados Unidos constituye en algunas regiones un gran problema el abastecimiento de agua potable para ese crecimiento desenfrenado.
En la vieja polémica en torno al intervencionismo estatal no parece ponerse razonablemente en duda el referente al Urbanismo y Política del Suelo. Kriegsfeld 11 cita al respecto un discurso pronunciado por Abrans...
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