Les successions entre époux, de Marie Claude Cátala de Roton.

AutorJosé M. Pinol Aguadé
Páginas2256-2258

    Cátala de Roton, Marie Claude. Les successions entre époux, Ed. Económica, París, 1990.

Hace ya algunos años que el maestro Carbonnier publicó su Sociologie de Droil des successions, y sobre esta materia, desde entonces, han proliferado los estudios franceses. El epigrafiado es de alta calidad, mereció el premio del Consejo Superior del Notariado de Francia en 1987 y va prologado por su Presidente, Jacques Béhin. La información que contiene la obra es sumamente interesante y no inferiores las deducciones que de ella obtiene la autora, que se hace amena a pesar del cúmulo de datos.

El tema, aunque intenta encuadrarse en un limitado esquema geográfico y social, le permite atractivas incursiones por el campo del Derecho comparado: aparecen desde el BGB hasta las recientes novedades japonesas y no faltan datos de las varias Autonomías en las que se está descomponiendo el reino de España, aunque dado el vertiginoso desenvolvimiento legislativo de las mismas hay que disculpar a la autora de no hallarse absolutamente al día en este extremo.

El Anuario Estadístico de Francia de 1982 le facilita valiosos datos. Redondeando cifras, en Francia, con una población total de 54 millones de habitantes, casi 3.850.000 son viudos, pero de ellos sólo pertenecen al sexo masculino 648.000. Hay, pues, casi un viudo por cada cinco viudas. Cierto que en los diversos segmentos de edad -que se detallan- la proporción varía, pero no en cantidades significativas. Las causas son diversas y no exclusivas de Francia: se habla de la diferencia de edad al contraer matrimonio y de las guerras que, a diferencia de las pestes, sólo afectan a un sexo principalmente. De todas formas, la baja selectividad del sexo femenino se mantiene en otro órdenes. Mientras solo uno de cada cuatro varones consigue superar los 80 años, más de dos de cada cuatro hembras los alcanzan.Page 2256

Por ello madame Cátala estima que viudedad es sinónimo de viudedad femenina y, a pesar de los modestísimos índices actuales de fecundidad (que recuerdan los grandes males adyacentes en Sudáfrica), las viudas de edad temprana acostumbran a tener a su cargo hijos menores, pensiones reducidas y no muy abiertos horizontes laborales, por lo que su postura social es dura, difícil. Las estadísticas muestran que las distintas profesiones no afectan a la mortalidad, aunque el índice es algo más elevado en las inactivas o divorciadas. No hay especial análisis de las madres solteras.

Las encuestas realizadas lo...

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