La sanidad electrónica y los mayores: ¿Una nueva gama de productos y servicios?

AutorJosé Luis Monteagudo y Juan Reig Redondo
CargoInstituto Nacional de Salud Carlos III, España y Consultores Euroamericanos Asociados, España

Asunto:

Los servicios de asistencia para los mayores, ya sean de asistencia sanitaria o de asistencia social, serán cada vez más importantes en una sociedad europea que envejece. La sanidad electrónica y la asistencia electrónica pueden ayudar a la prestación de tales servicios de modo eficaz, con un apoyo tecnológico y organizativo adecuado.

Relevancia:

Los aspectos políticos en cuanto a tecnología y organización y los planes estratégicos de acción son factores clave para satisfacer con éxito las necesidades y las demandas de las personas mayores, con los servicios adecuados de asistencia sanitaria y atención social. Es necesario que los políticos tengan en cuenta las consecuencias en cuanto a aspectos sociales, impacto sanitario, necesidades de financiación y colaboración pública-privada para los modelos futuros.

Introducción

Las personas viven ahora más que nunca. Según las estadísticas mundiales de Naciones Unidas1, la proporción de personas mayores de 60 años se espera que se duplique entre 2000 y 2050, mientras se prevé que la proporción de niños se reduzca en un tercio. El grupo que crece más deprisa de la población de personas mayores es el de los muy ancianos, es decir los que tienen más de 80 años. En Europa entre 1998 y 2025 la proporción de personas clasificadas como muy mayores crecerá del 20 al 28%.

En Europa entre 1998 y 2025 la proporción de personas clasificadas como muy mayores crecerá del 20 al 28% En las próximas décadas, como consecuencia del aumento de la esperanza de vida, el número de adultos discapacitados y de poblaciones muy mayores crecerá enormemente. El grupo de personas con un crecimiento más rápido, que puede que necesiten asistencia para su cuidado a largo plazo, es el de los discapacitados no muy mayores. Se trata de personas que viven más, debido a los avances en tecnología médica, pero que necesitan servicios de apoyo para soportar sus enfermedades crónicas y sus limitaciones funcionales. Se estima que las enfermedades crónicas representarán más del 60% de todas las enfermedades mundiales para el año 20202. En los países en vías de desarrollo (véase nota 2) se observa también un marcado incremento en la incidencia de las enfermedades crónicas y la asistencia sanitaria para los enfermos crónicos se ha convertido en una prioridad en las sociedades occidentales3.

En las próximas décadas, como consecuencia del aumento de la esperanza de vida, el número de adultos discapacitados y de poblaciones muy mayores crecerá enormemente El envejecimiento de la población europea está teniendo un impacto sobre la prestación de servicios adecuados y es un motivo de preocupación por los costes en espiral de la asistencia sanitaria y social. Aunque algunas de estas áreas no son propicias a la utilización de tecnología (por ejemplo, las cuestiones de financiación, pensiones y beneficios) los temas relacionados con la asistencia pueden mejorar apreciablemente con la implantación de las TIC. Hasta ahora, solamente se han puesto en práctica proyectos piloto limitados, pero el drástico cambio en la pirámide de edades está haciendo necesario ampliar los proyectos existentes y hacer un uso intensivo de todos los recursos disponibles. No se trata de una cuestión de responsabilidad de la asistencia sanitaria y social, sino de cambiar las prioridades políticas para cubrir las necesidades de una población frágil y consumidora de recursos. Se han de considerar opciones innovadoras que vayan más allá de aumentar los recursos humanos o las tecnologías disponibles. Actualmente, las personas mayores están en general mejor formadas que en el pasado y tienen un gran interés en seguir siendo independientes. El principal objetivo debe ser conseguir que las personas mayores sigan estando integradas en su comunidad, en la mayor medida posible, de modo que se preserve su autonomía personal y una alta calidad de vida, a la vez que se garantiza su seguridad y protección personales. La mezcla intercultural cada vez mayor de los mayores es otro factor que influye sobre las soluciones a tomar. Al planificar las soluciones para los mayores y otros grupos vulnerables, hay que considerar el papel que desempeñan los familiares como cuidadores informales y la asistencia que necesitan4.

Modelos cambiantes

Las fronteras difusas entre la asistencia sanitaria y la social, los discapacitados y los mayores son algunas de las áreas que hay que reconsiderar. Los modelos tradicionales de prestación de asistencia (ya sea social o a sanitaria) están cambiando rápidamente. Los trastornos asociados con el envejecimiento 'normal' a veces desembocan en discapacidad, haciendo que términos como 'discapacitados' o 'personas mayores' sean a menudo algo subjetivos. La asistencia planificada para esta situación tiene que encontrar un equilibrio entre los componentes sanitarios y sociales, dependiendo de las necesidades de cada uno. Se requiere un enfoque exhaustivo para hacer frente a este entorno cambiante.

Los modelos tradicionales de prestación de asistencia han de cambiar para tener en cuenta la desaparición de las fronteras, debido al número creciente de personas mayores en la sociedad que sufren alguna forma de discapacidad como parte del envejecimiento 'normal' Los modelos basados en asistencia electrónica, que están apoyados por una tecnología asistencial, con su capacidad para prestar un apoyo combinado a la asistencia social, sanitaria y personal, y que constituyen un nuevo y prometedor enfoque para la prestación de asistencia integrada eficaz, podrían mejorar tanto la calidad de los servicios como la asignación de recursos. Las ventajas de tales modelos incluyen un alto grado de flexibilidad y el establecimiento de colaboraciones y acuerdos laborales que no estén ligados a consideraciones geográficas.

Hay un reconocimiento general de la necesidad de mejorar los modelos actuales de atención sanitaria para satisfacer las necesidades reales de las personas mayores. En lo que concierne a los servicios de asistencia sanitaria para personas mayores con enfermedades crónicas, durante varios años se han llevado a cabo esfuerzos para conseguir alternativas más eficaces5.

El contexto familiar y social en el cual se presta la asistencia está cambiando también rápidamente. Para cuidar a los mayores van a estar disponibles menos niños y familiares que lo que había sido tradicional, debido al mayor número de familias monoparentales y al importante descenso de la tasa de natalidad.

El cambio de las estructuras familiares puede significar que en el futuro va a haber menos niños y otros parientes dispuestos a ser cuidadores informales de los mayores Los modelos de asistencia social están evolucionando también para hacer frente a estas circunstancias. Muchos países están enfrentando la situación de diferentes modos. En Japón, en la ciudad de Fujisawa, se ha creado un consorcio para dar una respuesta completa a la falta de cuidadores informales o familiares, asumiendo nuevos papeles para la vigilancia y cuidado de toda la población y especialmente de los mayores. El lema del proyecto 'Crear una ciudad que cuide de usted'6, da una clara idea de este enfoque completo. En EE.UU., la mayoría de las acciones tienen lugar a nivel de los estados individuales. En casi todos los casos están en marcha sistemas generales de asistencia a los mayores, a través de organismos concretos o Departamentos de Estado. La necesidad de un enfoque global se ha sostenido en estudios de evaluación llevados a cabo en Florida y New Hampshire. En EE.UU., son generalmente organismos con financiación pública y entidades privadas sin fines de lucro o comerciales los que prestan la asistencia. Por su parte, en Canadá, por ejemplo, hay un amplio movimiento para modificar la ley sanitaria canadiense, a fin de que incluya algún derecho a la asistencia domiciliaria con financiación pública.

A nivel mundial, las Naciones Unidas y la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, han presentado el Plan de Acción Internacional sobre el Envejecimiento, 2002, que reclama cambios de actitudes, políticas y prácticas a todos los niveles en todos los sectores, para reforzar el modo en que se presta la asistencia a los mayores, mediante acciones que incluyen:

El control de la investigación científica y la experiencia y la puesta en práctica de las posibilidades de la tecnología para centrarse en, inter alia, las implicaciones individuales, sociales y sanitarias del envejecimiento, especialmente en los países en vías de desarrollo.La promoción del uso de los servicios tecnológicos y de rehabilitación diseñados para apoyar la vida independiente.Se están llevando a cabo numerosos estudios en muchos países sobre el modelo mismo de la prestación de asistencia sanitaria, como resultado del impacto del envejecimiento de la población sobre los sistemas de asistencia sanitaria. Ya sea pública o privada, es necesario revisar y poner al día las estrategias y tácticas y en la mayoría de los casos el modelo de prestación de servicios. El hecho de que la Unión Europea en su conjunto no tenga una política sanitaria común está dificultando la adopción de un enfoque global de este tema.

El hecho de que la Unión Europea en su conjunto no tenga una política sanitaria común está dificultando la adopción de un enfoque global del problema del envejecimiento de la población Cuadro 1. Patrones de evolución y desarrollos tecnológicosLos avances en las tecnologías de sensores, las comunicaciones inalámbricas y las tecnologías informáticas están facilitando el desarrollo de nuevas herramientas y modelos de servicios que ayudan a llevar una vida independiente y mejoran la calidad de vida de las personas mayores y de los enfermos crónicos. Las posibilidades de Internet, de las comunicaciones móviles, de los dispositivos portátiles y de los instrumentos electrónicos resultan evidentes en el desarrollo de servicios de sanidad electrónica para la vigilancia y seguimiento de los pacientes (véase nota 1). Está surgiendo una nueva tecnología asistencial de capacitación, basada en dispositivos incorporados y transportables de inteligencia ambiental. La infraestructura y los modelos de utilización de los sensores transportables que miden parámetros fisiológicos y otros datos personales en los ambientes cotidianos de los usuarios son actualmente el centro de más estudios (véase nota 1).

Los sensores pueden estar integrados en el entorno en que viven a diario los usuarios. Un número creciente de aplicaciones está dedicado a la vigilancia en casa. Las personas mayores pueden estar bajo constante vigilancia por centros de teleasistencia. Si surgen problemas, pueden tomarse acciones inmediatas que pongan remedio. Los enfermos crónicos podrían así vivir una vida casi completamente normal, sabiendo que cualquier problema será detectado e inmediatamente comunicado y por tanto controlado fácilmente por el centro médico remoto.

Los conceptos de vigilancia personal y de teleasistencia convergen con los de hogar inteligente, hogar conectado y automatización del hogar. La evolución de tecnologías tales como X-10; CE Bus y Home API debería contemplarse como posible elemento de apoyo a los avances tecnológicos futuros.

Los nuevos e innovadores servicios de asistencia para hogares, residencias sanitarias, residencias colectivas, centros sociales asistidos, etc. crean la necesidad de estudiar una nueva gama de profesionales y organizaciones asistenciales. Hay que concebir y poner en práctica nuevos modelos de servicio para la gestión personal y el apoyo a la vida independiente. Los nuevos desarrollos de dispositivos portátiles, tecnología presencial, informática ubicua, sensores inteligentes, junto con tejidos electrónicos, baterías y redes corporales y personales inalámbricas harán posible superar algunas de las limitaciones actuales para implantar servicios que faciliten la asistencia ambulatoria personal, el seguimiento y la vigilancia, independientemente del lugar y del tiempo.

Basándose en un gran proyecto canadiense conocido como Evaluación Nacional del Coste-Eficacia de la Asistencia en el Hogar, está cada vez más claro que invertir en asistencia en el hogar puede ahorrar dinero, a la vez que se mejora la asistencia y la calidad de vida de las personas que, en caso contrario, estarían hospitalizadas o ingresadas en una institución de asistencia de larga duración7.

Aspectos tales como la formación de las personas en relación con la prevención y mantenimiento de su salud, y la importancia de un seguimiento y coordinación adecuados de los servicios asistenciales a todos los niveles, son la base de los nuevos modelos propuestos. Uno de tales modelos8 ha sido adoptado por el grupo de trabajo de la OMS sobre 'Asistencia Innovadora para enfermos crónicos'.

Figura 1.(Figura omitida) Sistemas Sanitarios futuros y fuerzas transformadoras Fig. 1. Diagrama, modificado del modelo de Caro, que muestra los Sistemas Sanitarios futuros bajo la confluencia de las principales fuerzas transformadoras.

Retos

Hay fuerzas transformadoras en juego, que configuran los sistemas futuros (véase la figura 1) y auguran nuevas soluciones. Sin embargo, las nuevas soluciones pueden significar también nuevos retos. Las nuevas tecnologías abordarán muchos de los aspectos técnicos, pero hay otros, ajenos a la tecnología, que son parte del nuevo contexto social y de relación de la sociedad electrónica que está naciendo.

  1. PersonalizaciónCada persona debería recibir una atención especial de acuerdo con sus necesidades concretas y, en el caso de las personas mayores, estas necesidades personales cambian claramente con el tiempo. Las condiciones del envejecimiento varían de una persona a otra. Las condiciones físicas y mentales varían con el tiempo, siguiendo perfiles diferentes que requieren servicios e instrumentos a medida de los usuarios. La 'personalización' de servicios podría convertirse en un componente central de los futuros servicios de asistencia sanitaria de pago.

  2. Dependencia del contextoEl contexto es un elemento muy importante de la interacción entre las personas y las cosas. La aparición de la comodidad como un elemento importante en muchas transacciones de servicios está haciendo necesario que se preste atención a los entornos sensibles al contexto. Los sistemas sensibles al contexto describen la capacidad especial de una infraestructura de información para reconocer y reaccionar al contexto del mundo real, incluyendo la identidad del usuario; su localización física actual; las condiciones climáticas; la hora del día; la fecha o la estación y si el usuario está despierto o dormido, sentado o andando.

  3. Acceso para todosHay que considerar los aspectos de posibilidad de uso, tales como las interfaces hombre-máquina. A medida que se desarrollen las nuevas tecnologías, se abrirán modos de relación, completamente nuevos, entre las personas y las máquinas. La experiencia adquirida al utilizar algunas de las aplicaciones electrónicas actuales subraya algunos de los aspectos que pueden mejorarse (considérese, por ejemplo, las dificultades que muchas personas, y no sólo los mayores, encuentran para programar su aparato de vídeo).

  4. Entornos multilingüesUn número cada vez mayor de personas mayores vive en países extranjeros. Paralelamente, más y más inmigrantes trabajan como enfermeros y como cuidadores. Los sistemas que incorporan traducción simultánea podrían ser de gran valor para facilitar la comunicación en este contexto.

  5. Mayor énfasis en la prevenciónEl diseño de nuevos servicios debería tener en cuenta la asistencia preventiva para evaluar el estilo de vida de las personas mayores. Esto significa empezar a cuidar de los mayores tan pronto como sea posible. De hecho, un planteamiento de servicios electrónicos completos debería interpretarse de tal modo que el seguimiento personal y la asistencia preventiva se realicen continuamente a lo largo de la vida de una persona. Este enfoque debe relacionarse con el concepto y puesta en práctica de las historias clínicas personales.

  6. La demanda de implantación de servicios electrónicos y los modelos de sostenibilidadAsegurar una utilización amplia de los servicios electrónicos significa pasar de los ensayos piloto de investigación a un uso generalizado habitual.

    Además de la tecnología, la personalización, la dependencia del contexto, el acceso para todos, el mutilingüismo y un mayor énfasis en la asistencia preventiva son temas importantes que hay que abordar al definir los sistemas futuros Los nuevos servicios y aplicaciones tecnológicos tienen costes asociados y es razonable preguntarse quién va a pagarlos. El éxito y la difusión de los nuevos servicios de asistencia electrónica para los ciudadanos europeos es difícil de evaluar. Acciones y programas concretos podrían acelerar su adopción y reducir los riesgos, haciendo que los beneficios sean visibles antes y se extiendan más que si no se emprendiese acción alguna. Ciertamente, el entorno social es el resultado de muchos procesos de evolución que convergen de varios modos para crear nuevos estilos de vida y nuevos valores para los ciudadanos. Pueden coexistir diferentes puntos de vista y enfoques para explotar las posibilidades de los servicios electrónicos. Convendría, quizás, estimular la reflexión sobre cómo progresar hacia el desarrollo de estos servicios en Europa.

  7. Formación de profesionales de la asistencia sanitariaHay una escasez de enfermeros, trabajadores sociales y otro personal de apoyo para cuidar de los mayores, así como una limitación de los recursos públicos. Existe, pues, el riesgo de que buena parte de las posibilidades de las TIC para la asistencia electrónica personal no llegue a aprovecharse. Parte del problema consiste en que la tecnología está, a menudo, infrauitilizada porque no encaja de modo natural en los sistemas de trabajo existentes. Otra parte del problema es el papel limitado de la tecnología en la formación en aptitudes de comportamiento y de trabajo en equipo. Lo que falta es un corpus de investigación que aborde el importante papel que la formación conductual puede desempeñar para mejorar el funcionamiento de los equipos asistenciales, y cómo integrar las planteamientos conductuales con las tecnologías TIC disponibles. Los procesos de información para la toma de decisiones, la planificación, la comunicación y el mantenimiento de la conciencia de situación pueden mejorarse con la tecnología, pero sólo si se diseñan con procesos de trabajo en equipo y principios de factores humanos, como parte de la estructura operativa.

    Un tema clave es el desarrollo práctico de las aptitudes para el trabajo en equipo. Las organizaciones de asistencia sanitaria y social apoyan el desarrollo de aptitudes técnicas individuales, pero tienen modelos limitados para el desarrollo de aptitudes colectivas o de trabajo en equipo. Esta carencia en la formación es notable, porque una buena parte del trabajo de tratamiento está incorporada en el trabajo de equipo que hay detrás de la prestación de asistencia. Estos dos temas pueden abordarse en una investigación que aplique herramientas de simulación avanzadas a las nuevas áreas de servicios asistenciales para los mayores. Aunque buena parte del tratamiento se basa en el trabajo de equipo, las organizaciones de asistencia sanitaria tienden a apoyar más el desarrollo de las aptitudes técnicas individuales que el de las aptitudes colectivas o de trabajo en equipo

  8. Enfoques holísticosLa salud de los seres humanos es producto de su entorno total, incluyendo el aire que respiran, la familia en la cual crecieron, la educación que recibieron, la religión que adoptaron, el trabajo que hacen, los ingresos que perciben, los genes que heredaron, el ocio y el entretenimiento de que disfrutan, el lugar donde viven, los alimentos que comen, la asistencia sanitaria que reciben, y la identificación y la posición que su cultura les proporciona. Todo esto debería ser parte del conocimiento y de los esfuerzos para mejorar la asistencia y de la capacidad para prevenir enfermedades. En la sociedad electrónica que está naciendo, el acceso digital y los conocimientos digitales serán factores adicionales a considerar en el bienestar de cada uno. En algunos estados de EE.UU., como Florida y New Hampshire, se están llevando a cabo planes completos que incluyen salud, asistencia social, vivienda, programas alimentarios, investigación, apoyo a los cuidadores, etc. En EE:UU: la existencia de departamentos con competencias horizontales, como el Departamento de Asuntos de los Mayores o la Agencia del Envejecimiento, facilitan la planificación y la gestión de la financiación general9.

    Como se recomendó al llevar a la práctica el Plan de Acción Internacional de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Envejecimiento, es deseable promover la colaboración entre todos los niveles del gobierno, la sociedad civil, el sector privado y las propias personas mayores. El principal esfuerzo, en términos políticos, consiste en incluir las nuevas formas de asistencia, la asistencia electrónica, y la asistencia electrónica a domicilio, en los servicios que se ofrecen a los mayores, y financiarlas con fondos públicos, en la medida que fije cada país. En cuanto a la tecnología, el principal esfuerzo estaría dirigido a promover la normalización y la interoperabilidad, o incluso, como se está proyectando en algunos países, a definir una plataforma abierta común para las TIC empleadas en la asistencia. La asistencia domiciliaria, como faceta más visible de la asistencia a los mayores, será el próximo servicio esencial10. La asistencia domiciliaria, hoy día, no puede concebirse sin el apoyo de las TIC, ya se use directamente por la persona que recibe la asistencia, o como una herramienta de apoyo a los cuidadores informales. Las TIC, como elemento básico de apoyo a la asistencia a los mayores, actualmente y en el futuro, constituyen la condición esencial para satisfacer los requisitos fundamentales de una asistencia electrónica adecuada, es decir, proporcionar un punto de entrada y acceso único, y garantizar la coordinación y la continuidad entre los niveles de asistencia.

    La asistencia domiciliaria, hoy día, no puede concebirse sin el apoyo de las TIC, ya se use directamente por la persona que recibe la asistencia, o como una herramienta de apoyo a los cuidadores informales Algunas veces, cuando se discuten las condiciones que afectan a los sistemas sanitarios, es demasiado fácil referirse al envejecimiento de la población como un factor negativo que influye en el coste o en la demanda creciente de asistencia. Es, sin embargo, algo que se puede prever o planificar adecuadamente y, desde luego, aunque está cambiando el modelo de los servicios que se solicitan, es también posible extraer algunos elementos positivos del creciente número de personas mayores, porque las futuras generaciones de personas mayores gozarán de mejor salud que las del pasado.

    Cuando se discutenlas condiciones que afectan a los sistemas sanitarios, es demasiado fácil referirse al envejecimiento de la población como un factor negativo que influye en el coste o en la demanda creciente de asistencia ConclusionesEl importante aumento de la esperanza de vida, una población de personas mayores cada vez más numerosa, los avances de la medicina, la revolución de las TIC, y las políticas socioeconómicas están conformando el escenario de los retos con que se enfrenta la asistencia de larga duración en este siglo. Al tratar de la asistencia a los mayores, nos preocupa la calidad de vida y la calidad de la asistencia, la responsabilidad personal, la vida independiente, los derechos, los hogares del futuro y la organización de los sistemas asistenciales. En la mayoría de los países hay un esfuerzo general para explorar nuevos modelos de prestación de servicios, a fin de mejorar la situación actual y satisfacer las demandas de una población de personas mayores cada vez más numerosa, de modo que se garantice la sostenibilidad en el futuro.

    La desaparición de las fronteras entre salud y asistencia social y personal está influyendo directamente sobre los nuevos modelos de prestación de servicios para los mayores. La asistencia electrónica está apareciendo como método valioso y general para satisfacer la necesidad de coordinar la asistencia social, personal y sanitaria. Tales modelos, apoyados por las TIC, ofrecen la posibilidad de mejorar la calidad de vida general de los ciudadanos a la vez que reducen las cargas administrativas. El acceso, la calidad y la relación coste-eficacia pueden y deben elevarse al máximo con la aplicación de las tecnologías de la información y la teoría de las organizaciones virtuales11.

    El desarrollo de la asistencia electrónica en la sociedad del conocimiento, basada en las redes, debería caracterizarse por la globalización de las soluciones12, los requisitos de interoperabilidad13, y los cambios organizativos y culturales14. La sanidad electrónica es hoy comúnmente aceptada, más como una fórmula de organización que como una tecnología15; esto es aún más evidente en las aplicaciones para la gestión de los mayores y los enfermos crónicos. La innovación en los nuevos servicios electrónicos de asistencia sanitaria es siempre una empresa de alto riesgo, más aún cuando implica nuevos modos de organizar la prestación de asistencia a los pacientes16.

    El desarrollo del modelo de asistencia electrónica requiere una mezcla de tecnología y experiencia en servicios sanitarios y dependerá de la colaboración estratégica entre los proveedores de estos servicios y las empresas tecnológicas. La implementación del modelo exigirá un desarrollo cooperativo que implique a organizaciones estatales, locales y empresariales.

    Palabras clave

    personas mayores, sanidad electrónica, asistencia electrónica, asistencia domiciliaria, inteligencia ambiental, tecnologías asistenciales, dispositivos portátiles, servicios electrónicos Notas/Referencias1. Informe de la Segunda Asamblea Mundial sobre Envejecimiento, Madrid, 8-12 abril 2002.

    1. Murray CJ, Lopez AD. Regional patterns of disability-free life expectancy and disability-adjusted life expectancy: Global burden of disease study. Lancet 1997;49(9062):1347-52.

    2. Epping-Jordan J, Bengoa R, Kawar R, Sabate E. The challenge of chronic conditions: WHO responds. BMJ 2001;323(7319):947-8.

    3. Umbrella. A Kerio Senior Healthcare Publication, vol. 5, nº 2, mayo 2002, pág. 1.

    4. Boult C, Kane RL, Pacala JT, Wagner EH. Innovative healthcare for chronically ill older persons: results of a national survey. Am J Manag Care. 1999;5(9):1162-72.

    5. e-Care Town Fujisawa Project Consortium http://www.eCare-project.jp/english/gaiyou.html (última visita 30/10/2003) 7. Hollander, M., y N. Chappell. 2002. Final Report of the National Evaluation of the Cost-Effectiveness of Home Care. A Report prepared for the Health Transition Fund, Health Canada. Victoria, Centro sobre Envejecimiento, Universidad de Victoria.

    6. Wagner EH, Davis C, Schaefer J, Von Korff M, Ausdtin B. A survey of leading chronic disease management programs: are they consistent with the literature? Manag. Care Q. 1999;7(3):56-66.

    7. Department of Elder Affairs. 2003 Summary of Programs and Services. Florida State. USA, pág. 41. Nótese que, de hecho, una parte de los fondos procede de la industria del tabaco. (íbid. Pág. 69).

    8. Building on Values: The Future of Health Care in Canada Final Report Nov. 2002. National Library of Canada. ISBN 0-662-33043-9.

    9. Organizaciones virtuales y organizaciones creadas informalmente mediante alianzas de organizaciones independientes. o reuniendo a miembros de varias organizaciones independientes en una única organización virtual con metas comerciales concretas y poderes delegados.

    10. Association of Telemedicine Service Providers (ATSP). Report on Telemedicine. 1998.

    11. UIT-T. Informe final. Seminario sobre normalización en la sanidad electrónica. Ginebra 23-25 mayo 2003.

    12. CEC. eEurope 2005: Benchmarking Indicators. Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo Com. 2002; 655 Final. Bruselas, 21.11.2002.

    13. Itkonen P. Development of a regional health care network and the effect of knowledge intensive work on personnel and organisation. Methods Inf Med. 2002;41(5):387-92.

    14. Monrad Aas IH. A qualitative study of the organizational consequences of telemedicine. J Telemed Telecare 2001;7(1):18-26.

    Contactos

    Dr.Ing. José Luis Monteagudo, Director de la Unidad de Investigación en Telemedicina y Sociedad de la Información. Instituto Nacional de Salud Carlos III, Madrid, España Tel.: + 34 91 387 78 99, fax: + 34 91 387 77 90, correo electrónico: jlm@isciii.es Dr. Juan Reig Redondo, Director de Consultores Euroamericanos Asociados, Presidente de EUROREC Institute, the European Institute on Health Records. Sevilla, España Tel.: +34 670 64 41 31, fax: +34 670 64 10 66, correo electrónico: jreig@arrakis.es Marcelino Cabrera, IPTS Tel.: +34 95 448 83 62, fax: +34 95 448 83 39, correo electrónico: marcelino.cabrera@jrc.es

    Sobre los autores

    Juan Reig Redondo es doctor en Medicina y posee un diploma en Gestión Hospitalaria. Fue el Coordinador de la Cooperación Sanitaria para el Gobierno de Costa Rica y posteriormente Secretario General (1988-90) del Servicio Andaluz de Salud en Sevilla, España. Fue Presidente y Director Ejecutivo de Sadiel, S.A. durante el período 1990-97 y después Director del Área Comercial de Shared Medical System Corp (SMS). Fue nombrado miembro del Grupo Asesor del Director General de la OMS para la Telemedicina (Ginebra, 1997). Es el Presidente del Eurorec Institute (2002-2004), the European Institute for the Electronic Health Record. Actualmente dirige su propia empresa consultora Consultores Euroamericanos Asociados.José Luis Monteagudo es doctor ingeniero de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid (1973). Actualmente es Director de la Unidad de Investigación de Telemedicina y Sociedad de la Información del Instituto Nacional de Salud Carlos III, y jefe del Departamento de Informática Sanitaria de la Escuela Nacional de Salud Pública en Madrid. Ha participado en muchos grupos de trabajo de la CE y en acciones estratégicas relacionadas con las TI en asistencia sanitaria y ha participado como investigador en varios proyectos de la UE en Telemática de la Salud: MultiMed; Care; IT-Eductra, Hector, Prorec, Teleplans, Labortel, Citron, Widenet y Mobi-Dev. Ha sido miembro del Grupo de Telemática Sanitaria del Comité de Alto Nivel sobre Salud en la DG SANCO (2000-2003). Es actualmente el coordinador de la Red Nacional de Investigación sobre 'Servicios Sanitarios basados en Telemedicina'. También dirige el proyecto AIRMEL, una importante acción de I+D sobre servicios móviles de sanidad electrónica para asistencia a los enfermos crónicos y a las personas mayores.

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