Propaganda y publicidad registral

AutorJesús López Medel
Páginas224-243

Progpaganda y publicidad registral*

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Los tiempos modernos impulsan la vida de los pueblos y de los hombres por derroteros insospechados. Nos es preciso vivir, y vivir actualmente. No podemos dar un frenazo en este impulso. No podemos sustraernos al embrujo de estos tiempos, en los cuales, movido todo por un deseo imperioso de progreso y superación, lo bueno, lo noble, lo elevado, encuentran camino de perfección más lograPage 225dá que nunca. Acaso también, porque las armas de lo injusto, lo malo y lo equívoco son también más acusadas.

La propaganda y la publicidad son elementos de primera fila. La Verdad y la Justicia -se ha dicho- se imponen en todas partes. Pero son tantas las verdades y razones -con minúscula- que se exhiben por ahí, que la avanzadilla de toda semilla está constituida modernamente por la divulgación de los principios y esencias buenas, a través de la publicidad. Ya no me refiero sólo y exclusivamente a la rutinaria o deslumbradora del «anuncio», sino a esa otra, más seria, de la predicación, del deseo humano y político de la extensión de la cultura a todos ; de esas batallas ganadas por .la prensa y radio, desde Queipo de Llano, en nuestra guerra, a alas armas espirituales del Estado totalitario», como Kleist subrayó a la prensa y radio en el III Reich.

A veces, parecen contraponerse las ideas ; parece que nos repugna un poco eso de «propaganda política», «propaganda religiosas, etc. Pero ceder en este camino es, no ya recelo, sino dar armas al contrario. Por eso, ya la publicidad va tomando caracteres más serios y consistentes, 3 se estudia y se analiza como ciencia o arte, donde entrcun poco de Etica, un bastante de Psicología y un mucho de Sociología.

Existe en España todo un Código de Publicidad, promulgado en marzo de 1954. El periodista, el Licenciado en Letras, el escritor, tienen su pupitre distinguido en las Agencias publicitarias. Para la Alta Escuela de EstudiosMercantiles se ha pedido o sugerido la creación de una cátedra de Publicidad.

No son «voceadores» los que llaman la atención de las gentes. Cadenas de emisoras, redes de periódicos, millares de octavillas, millones de premios, son los que cada día, en todos los países y a todas las horas, se lanzan a conquistar un lector, un consumidor, un ¿lector, una persona que se asemeje a un pensamiento o á una idiosincrasia. Las grandes obras de Gobierno se hacen públicas no sólo por la propaganda, vulgarmente dicha, sino por la publicidad, la divulgación de las esencias de la propia obra. La Concentración Parcelaria, los grandes planes regionales o provinciales -de Badajoz, Las Hurdes o Las Bárdenas-, la Colonización, la Vivienda, etc citando sólo aquéllas que tienen alguna relación inmobiliaria, suponen esta labor previa. No interesa a veces únicamente destruir prejuicios del labrador sencillo, fiel a su tierra y a sus costumbres,Page 226 sino que importa, casi más, interesar a las grandesempresas industriales y económicas para el propósito de que se trate. Tan trascendental es este papel, que ya Ortega y Gasset recababa para la Universidad una buena parte de la influencia de la prensa en la formación de una conciencia y de una opinión públicas. Porque, aún partiendo del «anticonvencimiento» individual de cadfi hombre ante lapropaganda, sin embargo, las estadísticas revelan el influjo que ella ejerce directa o indirectamente. Todo dependede la maestría con que sea llevadaesta magia del siglo XX que es la publicidad. Por lo menos mientras -como al prestidigitador- no se le coja en la trampa.

Propaganda y publicidad son, en definitiva, dos acepciones de una misma idea : deseo de convencer, a veces, de mero dar a conocer hechos, realidades, normas o principios. Propaganda puede ser el efecto de una ciencia, la Publicidad, y ésta, la salida o llamamiento para un interés o una empresa digna.

La publicidad y las ciencias jurídicas

No es preciso hacer una extensa cita de preceptos legales en los cuales el legislador mantiene el criterio de una publicidad de los derechos, como requisitos o efectos de las normas. Y ello, tanto en el Derecho objetivo, de carácter substantivo, como en el Procesal.

Las leyes son -para Santo Tomás y Suárez- solemne o suficientemente promulgadas. Los Mandamientos de la Ley, impresos en el corazón y mente de los hombres, se grabanen Tablas. Las palabras de Jesús se hacen eco en las montañas de Palestina v expresión en los Evangelios. Las normas del Digesto, los Códices o las Compilaciones, se conservan, divulgan y trasplantan en1 forma gráfica, al igual que los pregones, los edictos o las1 asambleas, son portavoces de las razones o sinrazones.

Los Códigos modernos son verdaderos tutores de los derechos civiles, penales o administrativos del ciudadano. Para saber hasta dónde se puede ejercitar un derecho, o para adivinar hasta dónde puede llegar una sanción.

La promulgación de la Ley se hace (art. 1.° de nuestro Código civil) a los veinte días de su publicación en el «Boletín Oficial delPage 227

Estado». Y dentro de las instituciones jurídicas de nuestros textos legales se dan las «obligacionespara tercero», las notificaciones, la expresión documental y pública de determinados actos, y la constancia deconcretos Registros oficiales, en donde como la Tutela, la Ausencia o la Propiedad, se. puede decir se encuentran en estado constante de publicidad.

Y esa concepción del Derecho, dentro de la cosa que se publica .-res publica-, se acentúa en nuestros tiempos en los que la seguridad social y jurídica se hace patrimonio constitucional de los Estados y garantía de los ciudadanos. La necesidad social es lo que .justifica el Derecho, se ha dicho por el,profesor italiano La Pira; y que allí donde surge aquélla, brota la norma jurídica, demanera que la finalidad del Derecho quedajustificada con una necesidad social. ODe aquí que la publicidad de las necesidades sociales, o la de las normas jurídicas que las atienden, sean de gran utilidad y eon. veniencia.

En razón a ello, las Exposiciones de Motivos de.las leyes reco. gen tantos fundamentos que han.adquirido cuerpo de doctrina a través de la opinión, la publicidad, el «filtro» de la jurisprudencia, y la doctrina científica.

Los Registros oficiales dentro de la publicidad

La publicidad jurídica, de carácter genérico, de que hemos hablado anteriormente, tiene dos aspectos : uno adjetivo v otro sustantivo. El primero se caracteriza por una proyección exterior, y es la mera divulgación, la «notificación», el dar conocimiento, v termina su misión con tal dar a conocer. El segundo tiene un contenido trascendente y básico, con efectos jurídicos incluso, no ya fiscales, administrativos o estadísticos, sino también sustantivos. De esta forma tendríamos una publicidad adjetiva, y una publicidad sustantiva.

La expresión máxima de estos dos aspectos la encontramos dentro de los Registros oficiales. En ellos se constata de manera fehaciente, a veces dando fe pública y auténtica -el protocolo notarial, los asientos del Registro de la Propiedad, al amparo de los Tribunales (art.1.° de la Ley Hipotecaria)- o constatando hechos, circunstancias o actos, con una finalidad administrativa, fiscal o estaPage 228dística, al propio tiempo que con posibilidades de exteriorizacióm para terceros.

Por eso los Registros oficiales de tantísimas clases -industriales; fiscales, económicos y jurídicos- son Registros públicos. Su. publicidad mira al Estado, pero también a la sociedad. Los Registros de Patentes y Marcas, Buques, Aeronaves, de Protección intelectual, de Aguas, de Sociedades, de Actos de Ultima Voluntad, dePenados y Rebeldes, etc., son exteriorizadores de hechos que convienen e interesan a alguien más en concreto que a la propia sociedad.

Ahora bien : esos dos tipos depublicidad, sustantiva y adjetiva, puede decirseque no se excluyen. Tratándose de aquellos Registros oficiales, en ellos lo que predomina es una publicidad sustantiva, ya. sea meramente declarativa, ya sea constitutiva.

No se da tan fácilmente aquel otro tipo de publicidad adjetiva que para más fácil entendimiento podríamos concebirla como publicidad de la publicidad, o propaganda de la publicidad. Generalmente es debido1 a que el Registro oficial o es preceptivo o viene impulsado por la Administración exclusivamente, como el de Penados y Rebeldes, el de Ultimas Voluntades, y, en otras, es lo suficientemente coactivo para que sea forzóse el acudir a él. No cabe, pues, una propaganda dirigida a orientar y a estimular la inscripción enel Registro de la Propiedad intelectual, o las Sociedades Mercantilesen el Mercantil, porque ello es presupuesto de formalización y de constitución, y no es acorde i: la propia finalidad de dichos Registros.

II La publicidad del Registro de la Propiedad

El Registro de la Propiedad es público. Y es el Registro oficial en cuanto a la trascendencia social, unificada reglamentariamente, jerárquica y administrativa, estando regido por el Registrador,:cón funciones públicas y retribuido por.Arancel. La naturaleza del Registro es pública, cuyo dominioeminente corresponde al Estado, su Page 229 utilización a los particulares con interés legítimo, y cuyo disfrute

Como es natural, todos los hipotecaristas concretan el estudio de la publicidad registral a sus dos aspectos más importantes : la material -legitimación y fe pública registral- y la formal -manifestaciones, exhibiciones y certificaciones-, cuyo desarrollo, regulación o comentario no vamos...

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