El problema de la piratería en España

AutorBlanca Cortés Fernández
CargoAbogada
Páginas6-9

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Objeto del artículo

Antes de iniciar el contenido del presente artículo, es necesario precisar cual va a ser el contenido del mismo, así como realizar ciertas aclaraciones terminológicas para precisar su alcance.

Aunque, a priori, el término "piratería" se concibe como una infracción de copyright, en la práctica se utiliza de forma general para definir toda comercialización ilícita de obras y prestaciones protegidas por la legislación de propiedad intelectual/industrial1, destacando en este último caso la usurpación de marcas y diseños industriales.

Ahora bien, el término "piratería" como tal no es utilizado por ninguna norma legal -se trata de un término creado por vía consuetudinaria- refiriéndose el Código Penal a "delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial".

Realizadas tales precisiones, sólo queda determinar cual va a ser el contenido de este artículo, el cual va a enfocarse en lo que en derecho anglosajón se entiende por "counterfeiting" o falsificación de productos mediante el uso de las marcas que los identifican, aportando luz sobre la situación, legislación y posibles medidas a adoptar en territorio español por cualquier empresa -nacional o extranjera- cuyos productos se encuentren actualmente en mercado español para luchar contra la piratería de sus productos.

Situación actual en españa

España es, tras Grecia, el segundo país de Europa más afectado por la piratería, fenómeno que afecta de forma indiscriminada a cualquier tipo de producto que se encuentre en el mercado; así, además de en diferentes establecimientos comerciales o distribuidores al por mayor/ menor, en las calles de cualquier gran ciudad pueden encontrarse numerosos puestos de venta ambulantes en los que se venden con total impunidad música, cine, productos de lujo, perfumes, juguetes.

Las cifras que se proporcionan por los diferentes agentes sociales son realmente alarmantes; al respecto, cabe hacer mención a la piratería del software por ser especialmente significativa, apuntando los datos oficiales a que, nada más y nada menos, casi uno de cada dos programas son piratas.

Además de significativas pérdidas económicas, la piratería está provocando, desde largo tiempo atrás. una gran alarma social entre los diferentes titulares de derechos, tanto nacionales como extranjeros, habiéndose unido los principales sectores afectados en diferentes asociaciones a fin de actuar conjuntamente en la defensa de sus derechos e intereses.

Además de la interposición de las correspondientes denuncias ante las diferentes fuerzas de seguridad y del seguimiento de los consecuentes procesos judiciales en nombre y representación de sus asociados, las citadas asociaciones vienen desarrollando sistemáticamente una función de concienciación social mediante la organización de seminarios y conferencias dirigidas a los responsables de la lucha contra la piratería (sistema judicial, cuerpos de seguridad), así como a través de los diferentes medios de comunicación. Al respecto, no hay que olvidar que tan problemática es la fabricación y venta de productos falsificados, como la masiva adquisición que de los mismos se hace por la ciudadanía.

Así, no puede obviarse como parte fundamental del problema que la piratería goza en nuestro país de una gran aceptación social entre el público, que en su inmensa mayoría piensa que el producto original es demasiado caro y que el fabricante podría bajar sustancialmente los precios (argumento muy utilizado por el consumidor en el caso de música y cine). Por ello, una de las principales herramientas para la lucha contra la piratería debe ser concienciar a la sociedad de que la misma nos afecta a todos, constituyendo los delitos contra la propiedad intelectual/industrial un gran riesgo para la cultura, la creación, la economía y en síntesis,Page 7 para el futuro de cualquier país. No en vano, el tiempo ha demostrado que la piratería representa la parte visible de una cadena más amplia de delitos, como el contrabando, el terrorismo, la venta de mercancía robada y la adulteración de productos en la que se sustenta una auténtica industria criminal amparada en la ilegalidad y la impunidad. Y ante todo, no hay que olvidar algo, estén cambiando o no los modelos de negocio -debate que requeriría un artículo aparte por su complejidad-, al...

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