Las pretensiones de Marruecos sobre los territorios españoles en el norte de África, 1956-2002

AutorJulio D. González Campos
Cargo del AutorCatedrático Emérito de Derecho Internacional. Universidad Autónoma de Madrid. Miembro del Institut de Droit International
Páginas81-120

    Publicado anteriormente como Documento de Trabajo del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, Real Instituto Elcano, DT nº 15/2004, 16/4/2004 .

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I Introducción

El propósito de estas páginas es limitado, ya que sólo pretenden exponer la evolución, desde 1956 a 2002, de las pretensiones de Marruecos sobre los territorios españoles en el Norte de África. El enunciado del tema quizá pueda suscitar controversias en algunos puntos, por lo que es conveniente hacer unas breves referencias previas.

En primer lugar, para indicar que la denominación de dichos territorios aquí empleada se apoya en dos datos objetivos, como son su situación geográfica y el hecho de hallarse bajo la soberanía de España desde fechas bastante lejanas, pues van desde 1497 en el caso de Melilla a 1848 en el de las islas Chafarinas1. Si bienPage 82 tanto en el pasado como en fechas recientes han sido llamados los "presidios" españoles2. Y, asimismo, para muchos autores, son los "enclaves" españoles en la costa norte de Marruecos3. Una expresión a la que, en documentos oficiales y declaraciones de los responsables políticos marroquíes, suele agregarse un calificativo para hacer referencia a los "enclaves coloniales" bajo dominación española4. Lo que hace que tal expresión sea doblemente inapropiada desde un punto de vista jurídico, pues ni son "enclaves" en el sentido ordinario del término ni tampoco territorios "coloniales". Aunque esta última calificación pueda ponernos sobre la pista de cuál es el fundamento de las pretensiones marroquíes, pese a que este extremo quedará fuera de nuestro examen5.

En segundo lugar, que al margen de la existencia de un "contencioso territorial" con España6 cuyo carácter, ciertamente, convendría precisar, las páginas que siguen evidencian que, en efecto, cabe hablar de claims o pretensiones del Reino de Marruecos sobre los territorios bajo soberanía de España situados en dicho espacio geográfico. Y éstas poseen un objetivo muy preciso: poner término alPage 83 ejercicio de la soberanía española en todos ellos mediante su cesión a Marruecos7, por haber estado en el pasado bajo la soberanía de este Estado. Aunque una precisión adicional es aún necesaria, pues el hecho es que, tras esas expresiones u otras con mayor énfasis político8, el Reino de Marruecos ha reivindicado, en concreto, cinco territorios: a saber, Ceuta, Melilla, el Peñón de Vélez de la Gomera, la isla o Peñón de Alhucemas y las islas Chafarinas, sin hacer ninguna alusión concreta a la isla o islote de Perejil9. Una exclusión que quizá haya estado motivada por el hecho de que la Nota verbal marroquí al Gobierno español de 5 de enero de 1987, en la que se afirmó que Perejil "no formaba parte del contencioso territorial" con España por ser un territorio del Reino de Marruecos, al parecer no recibió una respuesta por parte española impugnando esta pretensión. Aunque ello en verdad pertenezca hoy al pasado, ya que el estatus de la isla de Perejil en la actualidad es el que ha configurado el entendimiento entre España y Marruecos al que se llegó en Washington el 22 de julio de 2002, tras los buenos oficios del Secretario de Estado de EEUU10. Y dicho estatus es, ciertamente, el de un territorio en disputa entre ambos Estados11. De suerte que el arreglo del conflicto suscitado por los incidentes del 11-17 de julio de ese año ha entrañado una modificación en el alcance que antes poseía la reivindicación de Marruecos.

De otra parte, si el examen se inicia en 1956 ello se debe, de un lado, a que por la Declaración conjunta de 7 de abril de 1956, España, al igual que lo había hecho Francia el 12 del mes anterior, declaró terminado el Protectorado establecido por el Tratado de Fez de 1912. Por lo que sólo desde ese momento cabe hablar de nuevo de una acción internacional propia del Reino de Marruecos. De otro lado,Page 84 porque el artículo 2 de dicha Declaración reconoció, junto con "la independencia" de Marruecos, "la unidad territorial" de dicho Estado, lo que también ha servido de apoyo a las reivindicaciones marroquíes.

Ahora bien, aun partiendo de 1956 han de tenerse en cuenta ciertos antecedentes. Entre ellos, de un lado, la fundación del Istiqlal en 1944 y del Frente Nacional Marroquí en 1950. Unos hechos que impulsaron las actitudes nacionalistas en este país, pues hicieron que fuera abandonada la de obtener una revisión del régimen del Protectorado que atribuyera mayores poderes a la Administración marroquí y, en su lugar, se aceptase generalmente la dirigida a la recuperación de la independencia de Marruecos12. De otro lado, la actitud del Rey Mohamed V orientada hacia este mismo objetivo, que los autores marroquíes acertadamente simbolizan en su visita a Tánger el 9 de abril de 1947 y sus declaraciones con motivo de la misma.

Las pretensiones de Marruecos sobre los territorios españoles en el Norte de África se han puesto de manifiesto entre 1956 y 2002 en diversas declaraciones del Rey de Marruecos y de otros responsables políticos, así como en intervenciones de los representantes marroquíes en el ámbito de las Naciones Unidas y en documentos diplomáticos. A las que cabe agregar las posiciones adoptadas por los partidos políticos marroquíes y, asimismo, las opiniones expresadas en la prensa en apoyo de tales pretensiones.

A tales manifestaciones, que configuran claramente una actitud nacional homogénea, nos atendremos en gran medida en nuestro examen. Y si bien este no es ni pretende ser un estudio de las relaciones internacionales de Marruecos ni de las bilaterales con España13, para que no predomine en el examen el dato de unas escuetas fechas y declaraciones también se han tenido en cuenta, cuando ha sido necesario, tanto el contexto interno como el internacional en el que se producen, ya que uno y otro bien acrecientan, bien disminuyen la intensidad de la reivindicación de Marruecos. Aunque el contexto internacional posea una especial importancia, dado que sobre la reivindicación marroquí de los territorios españoles en el Norte de África han incidido, en especial, dos situaciones internacionales distintas. De un lado, como apoyo de su reivindicación, un pretendido paralelismo con la reivindicación sostenida por España frente al Reino Unido respecto a Gibraltar. Y ello pese al hecho de que la analogía sea inapropiada, pues basta reparar en que Gibraltar sí es un "Territorio No Autónomo" según el Derecho de la descolonización de la ONU y, además, fue cedido por España en 1713, circunstancias que ciertamente no concurren en los reivindicados por Marruecos. De otro, como factor de per-Page 85turbación, la pervivencia de un conflicto respecto a la descolonización del Sahara Occidental tras la ocupación por Marruecos de este territorio en enero de 1976, pues es innegable que la ausencia de una solución definitiva y reconocida por la ONU, pese a tantos esfuerzos realizados14, ha afectado en diversos momentos y sigue afectando a las relaciones de este Estado con otros Estados vecinos.

Por último, para exponer la evolución en el tiempo de las pretensiones marroquíes pueden emplearse varios criterios. El más simple, sin duda, es el cronológico, que aquí se sigue15. A cuyo fin se han distinguido cuatro períodos: a) el inicial, de los años 1956 a 1973; b) el período de los años 1974-1975, en que tales pretensiones se formulan en la ONU y se concretan en otras medidas; c) el de transición, desde 1975 hasta 1991, en el que se suscribe un importante tratado de cooperación con España; y, por último, d) el que va desde ese año a los incidentes del verano de 2002. Si bien es posible asimismo atender a los rasgos característicos de cada período, como se ha hecho en un estudio de las relaciones hispano-marroquíes en torno a Ceuta y Melilla, donde se han distinguido tres períodos: el de "internacionalización" (1956-1973), el de "bilateralización" (1974-1994) y el de "cooperación", desde 1994 hasta 199816.

II El período 1956-1973
1. Antecedentes: 1944-1956

Si se ha hecho referencia a 194417 como un antecedente, ello se debe a que en este año los fundadores del Istiqlal, Ahmed Balafrej y Mohamed Allal el-Fassi, presentaron su manifiesto nacionalista al entonces Sultán de Marruecos Mohamed V y al Residente General francés. En el documento se pidió la terminación del Protectorado y se contenía la idea, desarrollada a partir de 1956, de un Marruecos independiente "dentro de sus fronteras históricas"18. De suerte que, desde estePage 86 momento, el objetivo principal del nacionalismo marroquí19, la recuperación de la independencia mediante la terminación del Protectorado establecido por Francia y España en 1912, está estrechamente unido a una amplia reivindicación territorial frente a estos dos Estados.

Estas ideas fueron aceptadas por Rey Mohamed V desde 1946. Aunque se expresen en otros términos: terminar con la división de Marruecos, contraria a su pasado histórico y que le fue impuesta por las potencias extranjeras. Por ello, la visita del Rey a Tánger el 9 de abril de 1947 es significativa, ya que, al cruzar los límites de las tres...

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