Informe elaborado por el panel de expertos sobre trastornos de la identidad de género (con atención especial a la cirugía de reasignación de sexo), conclusiones y recomendaciones actuales agencia de evaluación de tecnologías sanitarias, Instituto de salud Carlos III. Marzo, 2002

AutorYolanda B. Bustos Moreno
Cargo del AutorProfesora titular de Derecho Civil Universidad de Alicante
Páginas345-346

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Los trastornos de identidad de género constituyen una entidad diagnóstica bien establecida, que conlleva un sufrimiento significativo para el paciente y una gran desventaja adaptativa. Existe amplio consenso respecto a los criterios diagnósticos establecidos por el DSM-IV y la CIE-10.

La falta de conocimientos claros sobre la etiología de la transexualidad hace que el único tratamiento posible sea rehabilitador, adecuando el fenotipo de la persona al sexo al que se siente pertenecer, mediante intervenciones psicológica, hormonal y quirúrgica.

A la luz de las consideraciones médicas, sociales, éticas, legales y económicas expuestas en apartados anteriores del informe, este panel considera que existe fundamento para la potencial incorporación de esta prestación al catálogo de servicios del Sistema Nacional de Salud. Hoy día, según el Real Decreto 63/1995 de Ordenación de Prestaciones, no está incluida como prestación sanitaria la cirugía de cambio de sexo salvo la reparadora en estados intersexuales patológicos.

Sería deseable la puesta en marcha de un protocolo de actuación para los pacientes transexuales tal como el que recoge el presente informe, mediante el que se les proporcione apoyo y tratamiento integral a lo largo de todo el proceso de reasignación sexual, tratando también las comorbilidades asociadas.

Debido a la complejidad del diagnóstico y del tratamiento de los trastornos de identidad de género, el abordaje del proceso debería ser llevado a cabo por un equipo multidisciplinar, especializado en transexualidad, e integrado, al menos, por un psicólogo y un psiquiatra con formación en sexología, un ginecólogo, un urólogo, un endocrinólogo, un cirujano plástico, un cirujano general, personal de enfermería y un trabajador social. Preferentemente, estePage 346 equipo debería estar organizado en una unidad diagnóstico-terapéutica que trabaje estrechamente coordinada.

El diagnóstico y seguimiento psicoterapéutico especializado son esenciales en este proceso, existiendo consenso respecto al protocolo de actuación.

El tratamiento hormonal desempeña, así mismo, un papel fundamental. Sus beneficios y riesgos están bien establecidos. Cuando el paciente recibe tratamiento bajo control médico, los resultados son buenos y los riesgos controlados. Cuando el tratamiento hormonal no está supervisado, los pacientes suelen automedicarse, con un incremento notable de los riesgos relacionados con el tratamiento. En la actualidad no está...

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