Presentación: distribución comercial y consumo

AutorIgnacio Cruz Roche
Páginas10-13

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El hecho de que una revista dedicada al estudio del consumo aborde en un número monográfico los problemas de la distribución comercial es algo que puede sorprender en un primer momento, pero que tiene una clara justificación dada la importancia que los costes de distribución comercial tienen en el proceso de formación de los precios al consumo- En efecto, las Tablas Input-Output de la Economía Española para 1980 muestran que las actividades de comercio suponían 1.804.493 millones de un consumo privado de 10.494.267 millones, es decir un 1 7 % del total, y este porcentaje es considerablemente más alto cuando nos referimos a productos alimenticios (y especialmente productos frescos) en donde el porcentaje de gastos de comercialización puede superar la mitad del precio final-La interpretación ingenua de estos datos suscita un movimiento de rechazo frente a las actividades de distribución, a las que se acusa, sin mayor fundamento, de ser los responsables de la elevación de los precios de los productos, sin tener en cuenta que realizan una serie de actividades que son necesarias para el consumidor. La distribución, para garantizar que los consumidores obtengan el producto en un punto de venta próximo a su domicilio, debe realizar un conjunto de actividades económicas como son la búsqueda, valoración y selección de los productos; asumir los riesgos de que no encuentren salida en el mercado o que se produzcan mermas, deterioros, obsolescencias; financiar el tiempo que transcurre entre la compra y la venta; adecuar el producto a las condiciones de tamaño, presentación y homogeneización necesaria para el consumo; almacenar el producto desde su adquisición o producción hasta el momento en que se consume; transportar el producto desde su lugar de origen hasta el punto de venta final. Funciones todas ellas que tienen un coste económico que en algunos productos puede llegar a ser, aunque el proceso se desarrolle de forma eficiente, superior al coste de producción del bien en cuestión.

Sin embargo, esta importancia económica no está encontrando su reflejo en la atención prestada a los estudios sobre el comercio interior de nuestro país, que constituye una de las parcelas menos analizadas de la economía española.

Cuando se asume el papel primordial del mercado como regulador más eficiente de las transacciones económicas, como en los planteamientos neoliberales al uso, se parte del hecho de que existen unos mercados que funcionan en condiciones de competencia o próximas a ella. Esto puede suceder en determinados mercados en menor o mayor medida, y en países con un nivel de desarrollo económico alto, pero no es el caso en otros entornos donde no ha existido previamente unas normas reguladoras de la competencia que hayan tenido una implantación efectiva. Es decir, se pueden «desregularizar» actividades que hayan sido previamente regladas, pero es difícil proponer una liberalización en aquellos mercados en que las normas reguladoras, cuando han existido...

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