In memoriam de la profesora Rosario Valpuesta
| Autor | Carlos Lasarte |
| Cargo | Catedrático y Director del Departamento de Derecho Civil de la UNED |
| Páginas | 2135-2138 |
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El día 13 de marzo de 2013 nos ha dejado, para siempre, la profesora María del Rosario Valpuesta Fernández, Catedrática de Derecho Civil y Rectora funda-dora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, una de las mejores Universidades públicas españolas del último cuarto de siglo, como es bien sabido en el ambiente universitario.
Para quien suscribe, como para la generalidad de las personas que tuvimos la dicha de conocerla de cerca en los distintos pasajes e hitos de su vida, la profesora Valpuesta fue siempre, sencillamente, Rosy Valpuesta y, por tanto, en estas breves líneas me voy a permitir, a veces, el tratamiento familiar y amical, pues el nombre oficial de Rosario solo acabó imponiéndose por el peso de la púrpura rectoral y la acumulación de méritos nacionales e internacionales que fueron recayéndole merecidamente encima, aunque en lo fundamental no lograron alterar ni modificar lo mejor de su estupendo sentido del humor, sonrisa permanente e ilusión encendida que siempre la caracterizaron en las duras y en las maduras.
Cuando ella ingresó como alumna de primer curso en la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla, el firmante cursaba el último año de la Licenciatura y era ya amigo de uno de sus hermanos mayores, matriculado entre ambos. Al año siguiente, junto con algunos otros amigos y compañeros (el profesor Víctor moreno catena, los Notarios José Ramón salamero y Alfonso palacios, el hoy Consejero de Justicia e Interior y Fiscal de profesión, Emilio llera…), la vida me colocó en el estrado de aspirante a profesor, supliendo algunas ausencias de nuestro maestro don Alfonso de cossío, y en la bancada del alumnado, sentada durante mucho tiempo al lado de M.ª Carmen caraVaca de coca, siempre pizpireta, sonriente y hablando continuamente, aunque al propio atenta a todo cuanto se decía… tuve presente a Rosy Valpuesta en todas las clases que impartí hasta que ella finalizó la Licenciatura en 1975 y, después, siempre al lado, durante el siguiente quinquenio, hasta que me tocó desplazarme a la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Sevilla como Catedrático.
Fueron, quizá, mis mejores años universitarios, a lo mejor por ser los años jóvenes, y también los mejores años de formación conjuntos para R. Valpuesta y para mí, con el enriquecedor e inestimable apoyo del profesor Ángel M. lópez lópez, a favor de quien urdimos Rosy y yo mismo un expediente de incorporación
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de facto a la vacante de la Cátedra de Derecho Civil en la Facultad de Derecho una vez que el profesor de cossío se había trasladado a Madrid, por cierto para encontrar una muerte demasiado prematura en sus calles. Años, pues, de prolongada convivencia cotidiana, pues realmente nos pasábamos el día juntos dentro y, en numerosas...
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