Juicios en los Estados Unidos

AutorEliot G. Disner
CargoAbogado

Martes 7 de octubre de 2005. Se anuncia el calendario.

Tribunal (el Juez): "Cite usted el caso".

Alguacil (normalmente un oficial corpulento del tribunal en uniforme policial, u otra vestimenta distintiva): "Caso número 99-2345. Anuncien sus comparecencias".

Smith: "Al Smith por el Demandante, All American Basketball Company"

Gutiérrez: "Ramón Gutiérrez por la Demandada, AndeanSports.com"

Tribunal: "Señores, ¿están ustedes listos?"

Smith: "Listo".

Gutierrez: "Listo"

Está por comenzar un juicio estadounidense. ¿Qué puede esperar AndeanSports.com y su abogado el Sr. Gutiérrez (1) en este juicio? ¿Y qué AABC y su abogado? La respuesta, desde luego, varía de alguna manera dependiendo de dónde se lleve a cabo el juicio. No obstante, los juicios en este país, ya sean celebrados en tribunales locales, estatales o federales, tienen mucho en común. Todos ellos tienen más en común entre sí que con muchos de los juicios conducidos en el extranjero. Este artículo se ocupará de juicios estadounidenses y proporcionará, espero, una perspectiva en la que puedan ser evaluados justamente por participantes potenciales - domésticos o extranjeros.

Para iniciar esta exégesis, debo retroceder mucho antes del momento en que el Sr. Gutiérrez dijo "Listo": a 1997, cuando AABC presentó su caso. ¿Por qué? Permítanme explicarlo de esta manera: en la universidad tomé un curso llamado 'Historia de la Segunda Guerra Mundial'. En el primer día de clases, el profesor disertó acerca de Otto Von Bismarck, quien estaba en el poder en Alemania a principios de 1862. A medida que el año escolar transcurría, el curso avanzó lentamente hasta llegar al año de 1939. En la última semana del semestre, el profesor finalmente llegó a 1941, y en adelante explicó un año de guerra por día (después de que los Estados Unidos ingresaron a la guerra). Algunos pensamos que este curso no estaba equilibrado, e incluso mal clasificado. Pero el profesor explicó que para entender la Segunda Guerra Mundial, uno necesitaba remontarse a su "inicio" y después recorrerla a partir de sus raíces históricas. 'La guerra en sí no fue sino un conjunto de batallas', explicó.

No obstante lo inapropiado que pueda haber parecido este enfoque para estudiar la historia de la Segunda Guerra Mundial, tiene cierto mérito para aplicarlo al tema de los juicios estadounidenses. (De hecho, en retrospectiva, puede no haber sido tan mala idea para estudiar la Segunda Guerra Mundial). En los Estados Unidos, los abogados no acuden al tribunal a litigar un caso por casualidad, al menos no normalmente, y nunca en un caso civil complejo, así como no cayeron bombas del cielo sobre Europa en 1939 sin pretensión de racionalidad.

En la mayoría de tribunales, el mismo juez presidirá el juicio desde su inicio, normalmente entre uno y cuatro años antes del primer día del juicio. La variable más importante para determinar la naturaleza de la experiencia procesal del Sr. Gutiérrez en los Estados Unidos es la identidad del oficial que preside el juicio, o sea el juez. Es imposible generalizar sobre la calidad de los jueces en los Estados Unidos. Vistos como grupo, son como un microcosmos de alto nivel de la sociedad americana. Aunque todos son abogados (2) , hay jueces buenos y malos, diligentes y perezosos. Irónicamente, los extremos tienden a encontrarse principalmente en el sistema judicial federal. Probablemente, la razón principal sea el carácter vitalicio del cargo.

Una vez que el candidato nominado por el presidente es aprobado por el Senado de los Estados Unidos, una empresa quijotesca en sí misma, el nuevo juez toma posesión de su cargo de por vida, sujeto solamente a las leyes de impugnación y convicción por el Congreso. Desde luego, hay que ser mucho más que tonto o perezoso para ser sancionado. (Lo que parece necesario es la corrupción descarada con prueba en video-casette). Por lo tanto, el sistema federal contiene tanto lo mejor como lo peor. Por supuesto, muchos jueces federales son nombrados sólo por sus méritos, por difícil que sea creerlo en nuestro sistema político . Son personas eruditas y comprometidas con su causa, quienes concienzuda y calladamente cumplen con sus responsabilidades.

Por otra parte, algunos jueces federales son nombrados sin atender a sus méritos, esto es, sus méritos substantivos . Estos jueces, tan impunes como son, tienden a ser arbitrarios, autocráticos, politizados y/o generalmente faltos de sabiduría. Para tomar sólo un ejemplo, hace algunos años un juez federal aquí en California ordenó a los abogados principales comparecer en una audiencia. Compareció el abogado principal del demandante, mas no el abogado principal del demandado. En su lugar, compareció su asociado local con base en California. Declaró ante el tribunal que el abogado principal estaba en Nueva York y no podía asistir.

El juez, furioso, ordenó que la audiencia de las 9:30 a.m. se reanudara a las 4:30 p.m. del mismo día y, además, ordenó al abogado local que se cerciorara que el abogado de Nueva York asistiría a dicha hora. Entonces, el juez se detuvo y preguntó al abogado local, en forma retórica: "¿No hay una diferencia de tres horas entre Nueva York y aquí?". A lo que el abogado local asintió afirmativamente. Entonces, el tribunal modificó su orden y reprogramó la audiencia para la 1:30 p.m. Por supuesto, esto hizo físicamente imposible al abogado de Nueva York efectuar el viaje de seis horas para cruzar el país y asistir puntualmente a la audiencia. Un tribunal federal puede resultar un lugar muy interesante para litigar un caso.

Una vez dicho esto, aún creo que la mayoría de los juicios civiles complejos son presididos por jueces competentes. Esto es, primero, porque parece haber más jueces competentes que incompetentes y, segundo, porque los jueces inferiores son más proclives a evitar juicios mediante el expediente de desechar demandas a través de un proceso conocido como "sentencia sumaria". Dado que los tribunales de apelación tienden a respaldar a los jueces de causa, aquéllos tienden a no revocar juicios de sentencia sumaria, aun si éstas son dictadas imprudentemente. En general, donde presida un juez "malo", el término "justicia" pudiere describir el proceso, mas no describirá el resultado.

En los tribunales estatales y locales, donde también puede ser peligroso generalizar, los jueces parecen estar en la media. Obviamente, hay excelentes jueces en el sistema judicial estatal, así como también jueces terribles; sin embargo, muy pocos tienen cargos vitalicios. Aunque la reelección de jueces es raramente cuestionada con seriedad, a veces los modera la exposición de su desempeño a la luz de la opinión pública, las comisiones revisoras judiciales y las clasificaciones de la prensa. Los jueces de tribunales estatales son con frecuencia nombrados o electos de las filas de los fiscales de distrito, defensores de oficio y similares, por lo que cuentan con poca experiencia o soltura en el manejo de casos civiles. Como resultado, muchos de estos jueces no brillan en procedimientos civiles complejos, pero al menos no son destructivos.

Hay que pensar en una cosa más en relación con el juez, un fenómeno conocido como "home towning", es decir, el favorecimiento de abogados/partes locales en detrimento de abogados/partes foráneos. Esta práctica puede desfavorecer a abogados y a sus clientes del "otro lado" del estado, o aun hasta del condado vecino, no sólo a aquéllos del otro lado del océano. El home towning tiende a ocurrir en pueblos pequeños más a menudo que en las principales áreas metropolitanas. Una empresa extranjera, como Andean, ¿cómo podría prevalecer en un tribunal propenso al home towning? Bueno, esto ciertamente no es peor para las partes domésticas desfavorecidas, si esto...

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