Introducción

AutorElena Vicente Domingo
Cargo del AutorDoctora en Derecho Civil

A pesar de ser tan relevante la protección jurídica de la persona, no hay una técnica específica o nueva para tal fin y se ha acudido, desde siempre, al remedio, más bien tosco, de la responsabilidad extracontractual, siempre fluctuante entre el criterio subjetivo y el objetivo, entre la libertad y la restricción que imponen la culpa y el riesgo, respectivamente. De hecho, los cambios producidos en la responsabilidad civil extracontractual, han sido siempre el reflejo de cambios sociales. Por eso, es de resaltar cómo, a pesar de la importancia de la protección de la persona en el orden social, no se ha llegado, todavía, a garantizar, con caracter general, una reparación del perjuicio corporal sufrido por la persona.

De aquí que el tema de los daños corporales nos haya parecido en cierta forma algo descuidado; porque, si bien es verdad que se ha trabajado sobre algunos aspectos laterales del daño corporal, no se ha enfrentado un análisis específico sobre él mismo. Así, desde hace años, la doctrina se ha ocupado del daño moral en general y tangencialmente del daño corporal, en la medida en que ha sido considerado como un daño moral. También se han estudiado los diversos campos en los que los daños corporales se producen: accidentes laborales; accidentes de circulación; impericia médica y asistencia hospitalaria, entre otros, pero, tampoco se ha entrado de lleno en las consecuencias de estos accidente, esto es, en los daños corporales.

Y por eso, hemos entendido que en nuestra literatura jurídica, faltaba un estudio monográfico de la responsabilidad extracontractual por daños corporales en el cual el centro fuera, precisamente, el elemento esencial de la responsabilidad, esto es, el daño, y en nuestro caso el daño corporal y sus consecuencias, pecuniarias y no pecuniarias. En el que resaltara, además, el daño a la salud o corporal como daño reparable en sí mismo y la compleja problemática que plantea su reparación. Por eso, nos ha parecido importante dedicar un estudio lo más completo posible sobre esta materia.

Nuestro trabajo ha estado guiado por la intención de conocer en profundidad la figura; separarla nítidamente de otras que amenazaban con no dejarla emerger con entidad propia; y poner el centro de atención en ella, en el daño corporal, para agotar, después, el estudio de sus consecuencias. Porque el daño corporal que recae en la esfera de la integridad física de la persona, causa otros daños fruto de este daño corporal, ya que, la...

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