La cuenta del resultado económico patrimonial

AutorJesús F. Santos Peñalver. Luis Gil Herrera

4. LA CUENTA DEL RESULTADO ECONÓMICO PATRIMONIAL

4.1 El resultado en las entidades públicas

No podemos analizar ningún tipo de resultado sin previamente habernos fijado un objetivo, es decir, el resultado calculado debe ser útil para evaluar si el objetivo se ha conseguido. En el sector empresarial, el objetivo de la maximización del beneficio, entre otros, convierte al cálculo del resultado en un estado de máxima importancia dentro de la información financiera.

La ausencia de este objetivo en las entidades públicas, hace que el estado del resultado tome un significado distinto, aunque no por ello menos importante que el que se le atribuye en el sector empresarial. En temas anteriores se deben analizar las características y funciones tanto de las entidades públicas como de la propia contabilidad pública, sistema de información a través del cual se debe ser capaz de evaluar los logros alcanzados.

Como señala Montesinos (1998, pág. 199), “es cierto que el objetivo de una entidad pública no es la maximización del beneficio, pero si lo es una adecuada prestación de servicios con equilibrio financiero entre generaciones y entre periodos”.

Por tanto, la utilidad del resultado estará en función de que permita concluir si se han prestado los servicios de interés social planificados, cual ha sido el coste de éstos y si se han llevado a cabo dentro de la legalidad vigente. No tendrá sentido tratar de calcular un beneficio económico si el objetivo en el ámbito público es obtener un beneficio social, el cual habrá que evaluar a través de la utilización de distintos indicadores.

Esta multiplicidad de objetivos característica de las entidades públicas, hace que no se pueda utilizar un único estado en el que recoger el resultado final de la actividad de un ejercicio. En este sentido, Menoyo y De Caso (1990, pág. 58) señalan que “las particularidades propias de las administraciones públicas hacen necesario considerar una triple visión del resultado:

  1. Visión presupuestaria.

  2. Visión financiera.

  3. Visión económica.”

haciendo referencia, respectivamente, a los términos de déficit o superávit, capacidad o necesidad de financiación y variación del patrimonio productivo derivada de la actividad del ejercicio.

El documento nº 1 de la IGAE (1994, pág. 40) sobre Principios Contables Públicos, al definir el principio de correlación de ingresos y gastos establece que el resultado económico-patrimonial de una entidad estará constituido por la diferencia entre los ingresos y los gastos económicos realizados durante el ejercicio. El resultado así calculado representará el ahorro bruto, positivo o negativo de la entidad. Esta acepción del resultado está muy cerca de lo que se entiende por tal en el sector privado, en el que, también siguiendo el principio de correlación de ingresos y gastos del PGC, se establece que, el resultado del ejercicio estará constituido por los ingresos de dicho periodo menos los gastos del mismo realizados para la obtención de aquellos. Según esto, en ambos sectores el resultado se define a partir del principio de correlación de ingresos y gastos, correlación que se produce en el sector privado pero no el público.

De hecho, aunque las redacciones de ambos principios pueden parecer similares, existe una diferencia importante. La redacción del PGCP desvincula la relación directa de ingresos y gastos para compararlos según el periodo en el que se han producido, mientras el PGC vincula claramente los ingresos con los gastos necesarios para obtener aquellos.

En las entidades públicas no es posible, en la mayor parte de los casos, establecer correlación alguna entre ingresos y gastos, y esto se debe, lógicamente, a la falta de relación entre los ingresos recibidos y los servicios prestados15.

Para Montesinos (1998, pág. 196), “el resultado económico-patrimonial, con ser un flujo económico de la entidad, no será un buen indicador – o al menos no suficientemente explicativo – de la gestión pública, en términos de actividad productiva y cumplimiento de objetivos de prestación de servicios, a diferencia de lo que ocurre en el caso de las empresas, por una razón muy simple: el objetivo de las empresas es la maximización de su beneficio, en tanto que el objetivo de los entes públicos es prestar unos servicios adecuados”.

En la misma línea, Menoyo y De Caso (1990, pág. 60) apuntan que “el resultado económico, definido en su acepción tradicional, no presenta el mismo significado que en la empresa privada ni, considerado aisladamente, representa un buen indicador de la buena o mala gestión pública, sino que es un parámetro más que debe completarse en otro tipo de datos, tanto de índole cuantitativa como de índole cualitativa”

A la vista de las anteriores consideraciones nos podríamos preguntar, ¿Cual es el objetivo, por tanto, de calcular el resultado en las entidades públicas?. Trataremos de responder esta cuestión analizando la utilidad de la información contenida en la cuenta del resultado económico-patrimonial que elaboran las entidades públicas.

4.2 El resultado económico-patrimonial

Mucho se ha discutido en Contabilidad Pública sobre la necesidad de elaborar o no la cuenta de resultados en las entidades públicas sin ánimo de lucro. Brusca (1997a, pág. 117-118) recoge, entre otros, los siguientes argumentos que se han utilizado en contra de la elaboración de la cuenta de resultados:

- La inexistencia de relación directa entre los ingresos y gastos hace que establecer una magnitud que compare ambos tenga importantes limitaciones y carezca de interés en las Entidades locales, no orientadas al beneficio.

- Ya que los ingresos y gastos deben limitarse a los recogidos en el presupuesto, la gestión de los responsables está muy condicionada, lo que convierte al equilibrio presupuestario en el objetivo principal, independientemente de que se obtenga un resultado positivo o negativo.

- La inclusión de algunos gastos e ingresos en la cuenta de resultados que no tienen cabida en el presupuesto, puede dar lugar a confusiones derivadas de las diferencias entre el resultado económico y presupuestario.

Entre los argumentos a favor cabe destacar:

- La cuenta de resultados permite conocer los gastos del periodo que se han producido como consecuencia de la prestación de servicios.

- Una presentación funcional de la cuenta de resultados permitiría asociar costes y servicios prestados, información muy útil de cara a evaluar la eficiencia y eficacia.

- Aunque el resultado no tiene el mismo significado que en una empresa, si es útil para evaluar la viabilidad financiera, en el sentido de que informa sobre si los gastos del ejercicio han sido financiados con ingresos del ejercicio.

- El equilibrio presupuestario debe completarse con los gastos e ingresos económicos del ejercicio para poder evaluar correctamente el saldo del presupuesto.

Prácticamente toda la...

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