Editorial: La calidad del aire en las ciudades Europeas: Retos para el transporte urbano.

AutorHéctor Hernández y Matthias Weber.

El reto de preservar la calidad del aire en las áreas urbanas se enfrenta a los muchos obstáculos planteados por la complejidad intrínseca del sistema urbano. Los problemas implicados son altamente interdependientes, tienen complejas relaciones causa - efecto y dependen mucho de características locales específicas. Su impacto es también crucial a niveles regionales y mundiales. La contaminación del aire provocada por el transporte urbano es un ejemplo destacado. A pesar de la significativa mejora experimentada por la calidad del aire en las ciudades europeas a lo largo de las décadas pasadas, la presente situación es todavía motivo de gran preocupación. Uno de los principales problemas es el continuo crecimiento del tráfico que anula los beneficios de la introducción de tecnologías más limpias. Además, las tendencias sociales y económicas actuales en las áreas urbanas indican que el volumen del transporte con toda probabilidad se incrementará más en el futuro.

Las políticas que abordan estos asuntos tienen que considerar aspectos tanto económicos como ambientales simultáneamente para poder proponer soluciones más sostenibles. Las recientes iniciativas tomadas por la política europea para conseguir futuras mejoras en la calidad del aire urbano van en esta dirección. Un buen ejemplo es la serie de iniciativas propuestas por la DG Medio Ambiente para integrar y armonizar el trabajo sobre la calidad del aire en un único programa que cubra todas las fuentes de contaminación. En la misma línea, se ha presentado un proyecto para comparar las mejores prácticas adoptadas en las ciudades europeas sobre la gestión de los problemas urbanos con vistas a mejorar la transferencia de conocimientos a otras ciudades. En política de transporte, se está preparando un nuevo Libro Verde centrado fundamentalmente en la dimensión urbana. También se incluye en los programas de investigación europeos un enfoque integrado de los problemas urbanos, que incluye acciones clave específicas sobre éstos y la movilidad sostenible.

Una característica importante es el cambio de énfasis de la actual política urbana de transporte en comparación con la de principios de los 90. Mientras se reconoce cada vez más que el cambio tecnológico por sí solo no sería capaz de proporcionar una solución sostenible, tampoco han sido muy eficaces los intentos de reducir el volumen de tráfico local promoviendo soluciones alternativas de movilidad y aumentando la concienciación de los ciudadanos sobre el impacto de su comportamiento en la movilidad local. En algunos Estados Miembros que en los últimos años han sido pioneros en soluciones innovadoras para la movilidad, la inversión en infraestructuras y especialmente en sistemas telemáticos, parece estar recibiendo nueva atención como opción fundamental para hacer frente a la siempre creciente demanda.Las nuevas infraestructuras necesitarán, con todo, ser integradas en el contexto estructural de las ciudades. La planificación urbana y del transporte se reconocen actualmente como las herramientas decisivas para mejorar la estructura de la demanda del tráfico a largo plazo.Tener en cuenta medidas de planificación desde el primer momento es pues imperativo para el desarrollo sostenible de las ciudades.

Otra consideración de creciente importancia afecta a los beneficios económicos de que pueden disfrutar las ciudades más limpias. De hecho, la calidad de vida - en la que la calidad del aire juega un papel fundamental -, se ha convertido en un importante factor en el atractivo y por tanto en la competitividad de las ciudades. Por ejemplo, la mano de obra altamente cualificada que se necesita en los principales segmentos de crecimiento de nuestras economías, en particular en los servicios de valor añadido, exige un alto nivel de calidad de vida para estar dispuesta a trasladarse.

Sin embargo, incluso con las mejores tecnologías y medidas de planificación, será difícil conseguir altos niveles de calidad del aire si el tráfico continúa creciendo como la ha hecho en el pasado. Con el creciente énfasis puesto en la calidad de vida de las ciudades, la conciencia sobre los efectos secundarios negativos de la movilidad urbana también es mayor, así como la aceptación de la restricción sobre las formas más contaminantes del tráfico en el centro de las ciudades. Al final, se necesita desvincular la calidad de vida y el crecimiento económico en las ciudades del crecmiento del tráfico contaminate.

Estos argumentos muestran que la calidad del aire urbano es un problema que está en la intersección de muchas áreas políticas. Mientras que el papel de la Comisión Europea con respecto a los temas de política urbana puede ser bastante limitado, el intercambio de experiencias y la formulación de objetivos y normas comunes podrían contribuir a la consecución de ciudades más limpias. En particular, promover una mejor integración de las diferentes áreas políticas parece ser una línea de acción válida.

La necesidad de una mejor integración de las áreas políticas es también uno de los temas comunes que están presentes en los diferentes artículos de este número especial. Sin embargo, esta integración y coordinación sólo puede funcionar sobre una base científica de referencia sólida, tanto con respecto a la medida e identificación real de emisiones y de sus efectos sobre la salud como en términos de una mejor comprensión de las relaciones causales y temporales entre las medidas políticas sobre el transporte urbano y las emisiones.

Un segundo aspecto que se debe resaltar es la importancia de los avances tecnológicos que no pertenecen al campo del transporte. En particular, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y la logística avanzada ofrecen muchas posibilidades para mejorar, directa o indirectamente, la eficacia de los sistemas de transporte urbano. Aún así, la relación entre el transporte y las TIC necesita comprenderse mejor para poder diseñar estrategias que eviten efectos de rebote tales como una demanda adicional de tráfico.

La mayoría de los artículos de este número reconoce la importante contribución de las nuevas tecnologías para mejorar la calidad del aire urbano. Las opciones que se presentan deben considerarse en el contexto de los intereses y necesidades de las distintas partes interesadas, desde los usuarios del transporte y los ciudadanos a las compañías que proporcionan el hardware tecnológico. Pero también se reconoce que la intervención política debe ser lo suficientemente flexible como para permitir que el mercado sea capaz de organizarse por sí solo.

Otros factores contextuales importantes son la evolución futura del espacio urbano y los patrones correlacionados de vida y trabajo. Su importancia se reconoce en la mayoría de los artículos como factores clave determinantes de la calidad del aire urbano a largo plazo, y de la calidad de vida en las ciudades en general.

Este número especial intenta proporcionar una visión integrada de los problemas presentes y futuros provocados por el transporte en el contexto de la contaminación urbana. Los cinco artículos que contiene abordan la caracterización y la evaluación del problema, discuten las ventajas y desventajas de las posibles soluciones tecnológicas y organizativas y analizan las implicaciones socio - económicas de las políticas de transporte urbano y calidad del aire.

El primer artículo, por Theodoros Zacharadis, presenta una visión general del problema de la contaminación del aire en las ciudades europeas. El autor discute el cambio de prioridades en los trabajos sobre la calidad del aire, desde el control de ciertas emisiones (como monóxido de carbono y plomo) a contaminantes nuevos o persistentes (como óxidos de nitrógeno y partículas). El artículo subraya la necesidad de abordar conjuntamente el control de las emisiones tanto de fuentes móviles como estacionarias e indica una serie de medidas paliativas.

El segundo artículo, por Arjan Heyma, intenta explicar por qué las tecnologías de transporte con niveles de emisión bajos o nulos actualmente disponibles no han encontrado todavía una aplicación generalizada. El artículo describe las limitaciones técnicas y los obstáculos comerciales que necesitan superar estas tecnologías. Reconociendo la necesidad de facilitar la adopción de tecnologías más ecológicas, analiza la experiencia de proyectos de demostración de sistemas de propulsión alternativos. Las lecciones que se pueden derivar deberían servir para ayudar a mejorar el diseño de nuevos proyectos y de este modo las oportunidades de éxito de las nuevas tecnologías de transporte.

Continuando con el énfasis puesto en las soluciones tecnológicas, el tercer artículo, por Jeroen Meij, argumenta que los vehículos eléctricos ofrecen la posibilidad de resolver el problema de la contaminación relacionada con el transporte urbano. El artículo proporciona una revisión actualizada de hechos y avances relativos a las opciones más viables de los vehículos eléctricos. Incluye los resultados de un estudio de escenarios que muestra la penetración en el mercado de estos vehículos para el año 2020 y discute los principales elementos que la condicionan.

El cuarto artículo, por Panayotis Christidis, sostiene que la mitigación de los impactos medioambientales del transporte se puede conseguir sin necesidad de perjudicar la actividad económica y, por añadidura, puede acrecentar el atractivo de las áreas urbanas. Se afirma que la solución pasa por la fusión de diferentes políticas apropiadas, incluyendo la internalización de los costes externos del transporte y la estimulación de la penetración de nuevas tecnologías de transporte.

El último artículo, por José Viegas y Laura Lonza Ricci, enfatiza el papel de los modelos innovadores, organizativos y contractuales para conseguir una mejor calidad del aire en las zonas urbanas, animando a los ciudadanos a modificar sus patrones actuales de movilidad.

Finalmente, dos notas breves completan este número especial, referidas a dos campos de la política de la UE que influyen sobre el futuro de la calidad del aire en las áreas urbanas. La nota breve 1 presenta una panorámica de las iniciativas locales y de la UE para aumentar la concienciación y promover la transferencia de las mejores prácticas en relación con la introducción de enfoques innovadores sobre la movilidad urbana en Europa. La nota breve 2 describe la estructura y la amplitud de la experiencia y conocimientos sobre los problemas de la calidad del aire que existen en el Centro Común de Investigación (JRC), y que muestran el creciente interés del JRC en la materia y subrayan sus posibilidades para convertirse en un centro científico de referencia en esta área.

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Contacto

Hector Hernández Guevara, JRC-IPTS,

Tel.: +34 95 448 82 92, fax: +34 95 448 82 79, e-mail: hector.hernandez@jrc.es

"The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,

edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and

Spanish."

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