El asesoramiento científico: provisión e impacto

AutorIsidoros Karatzas y Gilbert Fayl
CargoComisión Europea

Las relaciones entre la ciencia y la sociedad han dado lugar siempre a un debate acalorado. La profundidad y la amplitud de este debate concierne directamente a la naturaleza de la actividad científica, a las relaciones entre las disciplinas científicas y al ethos de los propios científicos. Los avances científicos y tecnológicos, los factores económicos y las aparentes divisiones de la comunidad científica (en la línea indicada en la exposición clásica de C.P. Snow sobre "Las dos culturas", en 1959) han contribuido a crear lo que algunos llaman la relación paradójica entre ciencia y sociedad. El ciego entusiasmo de la sociedad por la ciencia y la investigación de hace algunas décadas ha dado paso a un optimismo cauteloso. Ello es un signo de la mayor democratización del diálogo ciencia-sociedad y un resultado directo de las posibilidades de acceso del público a la información científica generada por diversas fuentes (a veces, poco fiables). Además, los contribuyentes están participando activamente en el debate sobre las interacciones entre ciencia, gobierno e industria, y el impacto de la ciencia y la investigación sobre la vida cotidiana.

Ya en el Quinto Programa Marco de la Comisión1 se realizaron esfuerzos para reforzar el diálogo entre los científicos, y entre éstos y otros actores sociales para el diseño y ejecución del programa. La positiva acogida de estos esfuerzos por la mayoría de los participantes indicó que era el momento propicio para introducir una discusión más amplia sobre el futuro de la investigación europea, de un modo que reflejase las mayores expectativas de la sociedad.

La iniciativa del Espacio Europeo de Investigación (ERA) responde a esta necesidad. El ERA ha puesto de manifiesto, en forma de política, el consenso que está apareciendo entre la comunidad científica, los responsables de la toma de decisiones y el público: un esfuerzo europeo en investigación, eficaz y sostenible, exige un mayor nivel de cooperación y coordinación. Además, la política científica debe estar más ligada a las necesidades de la sociedad y debe prestarse más atención a las consecuencias éticas y sociales del progreso científico y tecnológico.

Una de las áreas donde puede evaluarse fácilmente el impacto de la ciencia en la sociedad es la que se conoce comúnmente con el término genérico de "asesoramiento científico". Se utiliza este término sobre todo para designar el asesoramiento que se obtiene de las ciencias naturales y sociales. Según el informe canadiense sobre "El asesoramiento científico para una mayor eficacia del gobierno", el asesoramiento científico se define como una guía, con valor añadido, que deriva de las teorías, los datos, los hallazgos y las conclusiones científicos, y que se ofrece para informar el proceso de toma de decisiones políticas y reglamentarias. El asesoramiento científico se puede analizar a tres niveles diferentes, pero interconectados. Primero, el de los científicos que proporcionan asesoramiento basándose en sus conocimientos y experiencia personales y en la posibilidad de establecer redes de expertos con colegas de muchas disciplinas; se acepta, en general, que el asesoramiento científico debe basarse en la excelencia en investigación y en una información verificable. Segundo, el de los responsables de la toma de decisiones en el gobierno o en los organismos de regulación, a quienes a menudo se pide que tomen decisiones en temas complejos con implicaciones sociales y económicas. Y tercero, el de la sociedad en su conjunto, constituida por individuos o grupos organizados, como consumidores, sindicatos y organizaciones ecologistas.

Es claro que las decisiones se basan en aportaciones de muchas fuentes y exigen conocimientos en campos distintos de las ciencias. La decisión final se toma basándose en aportaciones de la economía, la política pública, la seguridad nacional, las relaciones internacionales, etc. Pero sigue siendo cierto que los avances en ciencia y tecnología han cogido desprevenidos a los gobiernos que no son conscientes de las posibilidades de la propia tecnología ni de las reacciones del público (Sir Robert May, 2001).

A medida que el proceso de toma de decisiones se hace más abierto, se fomenta y se favorece una implicación activa de los ciudadanos. El mayor interés del público en las interacciones ciencia-política-sociedad ha llevado a reconsiderar la comunicación científica y puede dar lugar a una mejor comprensión de las posibilidades y limitaciones de la ciencia. La idea de "gobierno abierto" incluirá naturalmente una mayor transparencia de los comités asesores científicos. Ésta es una tendencia que se advierte ya en muchos países, aunque varíen su amplitud y sus mecanismos (J.A. Stein, 1999).

En la propuesta de nuevo Programa Marco de la Comisión, se aborda el tema del asesoramiento científico en las siguientes rúbricas del programa específico "Estructuración del Espacio Europeo de Investigación":

Cómo aproximar la investigación a la sociedad

Uso responsable y aplicaciones de la ciencia y la tecnología

Promoción del diálogo ciencia-sociedad

Cómo aproximar la investigación a la sociedad

Objetivo: Garantizar la disponibilidad de un asesoramiento científico óptimo para el diseño, la ejecución y la evaluación de la política de I+DT de la UE, en particular para el desarrollo del Espacio Europeo de Investigación y del Programa Marco.

Acciones:

  1. Garantizar el ágil funcionamiento y el uso eficaz del Consejo Asesor Europeo de Investigación (EURAB)2.

  2. Crear redes y establecer enlaces estructurales entre las instituciones y las actividades de asesoramiento científico a nivel europeo, nacional y regional, a fin de promover el intercambio de experiencias y buenas prácticas.

  3. Evaluar la producción de asesoramiento científico en el mundo y su incorporación en el proceso de toma de decisiones.

Uso responsable y aplicaciones de la ciencia y la tecnología

Objetivo: Garantizar la transparencia, la responsabilidad, la integridad y la pluralidad de los expertos científicos en el proceso de toma de decisiones.

Acción: Desarrollar metodologías y prácticas óptimas para mejorar la responsabilidad, la capacidad de respuesta y la eficacia de las competencias científicas como apoyo a la toma de decisiones.

Promoción del diálogo ciencia-sociedad

Objetivo: Promover nuevas formas de diálogo entre los expertos científicos, la sociedad civil y los políticos, con vistas a una eficaz formulación y ejecución de las políticas.

Acción: Investigación, interconexión y demostración de las mejores prácticas sobre nuevas formas de diálogo y mecanismos de toma de decisiones.

Este número de The IPTS Report está dedicado a examinar las interacciones antes apuntadas, centrándose en la naturaleza y en la heterogeneidad de los conocimientos científicos en el marco político, en la oportunidad del asesoramiento científico en respuesta a las necesidades políticas, y en los esfuerzos para crear un esquema de clasificación que facilite la cooperación a nivel europeo e internacional. Por último, y como ejemplo de realización de un modelo de apoyo al asesoramiento científico a nivel gubernamental, se describen las actividades actuales del gobierno canadiense en este campo, incluyendo los esfuerzos para establecer un mecanismo de evaluación de los impactos; y se incluye un artículo del ex-congresista de EE.UU. John Brademas, con observaciones sobre la provisión de asesoramiento científico para los legisladores norteamericanos.

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Notas

  1. Para más información sobre el Programa Marco y el ERA, véase http://www.cordis.lu/rtd2002

  2. Para más información sobre EURAB (funciones, miembros, etc.) véase http://www.cordis.lu/rtd2002/era-debate/cec.htm

Referencias

May, Sir Robert, Contribución de la ciencia al gobierno, The IPTS Report, nº 52, marzo 2001.

Stein, Josephine Anne, La transparencia de los comités asesores científicos, The IPTS Report, nº 39, noviembre 1999.

Contactos

Gilbert Fayl, DG Research

Isidoros Karatzas, Unidad de Asesoramiento Científico, Dirección C/ Ciencia y Sociedad, DG Investigación

Tel.: 32 2 295 00 27, fax: 32 2 296 20 06, correo electrónico: isodoros.karatzas@cec.eu.int

Sobre los autores

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Gilbert Fayl estudió en la Universidad Técnica de Dinamarca, Copenhague. Desde enero de 2001 es Jefe de la Unidad de Relaciones con los Organismos Asesores Científicos, en la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea. Anteriormente fue Jefe de la Unidad de Evaluación de Programas en la misma Dirección General. Entre 1989 y 1994 fue Consejero de Ciencia, Tecnología y Educación, en la Delegación de la Comisión Europea en Estados Unidos, Washington, DC.

Isidoros Karatzas es bioquímico de formación, y trabaja en la Unidad de Relaciones con los Organismos Asesores Científicos, en la Dirección C/ Ciencia y Sociedad de la DG Investigación. Su trabajo actual se centra en la evaluación del impacto de las metodologías de asesoramiento científico y en las redes de apoyo europeas en este campo.

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