Una vía europea hacia la Sociedad Mundial de la Información

CargoUniversidad de Utrecht - DG-XIII - FAW

Introducción

El artículo trata de una vía europea en el sentido de una visión de cómo desplazarse hacia una Sociedad Mundial de la Información Sostenible. En Europa se están discutiendo ahora ampliamente las mejores vías hacia el futuro y hacia la sostenibilidad. Aquí se entiende la sostenibilidad como un equilibrio adecuado entre las preocupaciones económicas, sociales, culturales y medioambientales de la sociedad, vistas desde una perspectiva a largo plazo. Este tema es también fundamental para el Foro de la Sociedad de la Información (FSI), principal organismo asesor de la Comisión Europea en lo referente a las cuestiones de la participación de Europa en la transición hacia la Sociedad de la Información y del Conocimiento a nivel mundial.

En este contexto, el Foro para la Sociedad de la Información ha analizado el papel central - tal vez predominante - de la tecnología de la información y de la comunicación (TIC) para alcanzar finalmente la sostenibilidad y la mejora de la calidad de vida. El Foro adopta la postura de que si podemos alcanzar un estado sostenible, esto se decidirá mientras se configura la futura Sociedad de la Información. Ello es así porque, por una parte, estas tecnologías son el motor principal de la globalización económica en un mundo que llegará a tener 10.000 millones de habitantes, o más, y a causa de ello - de modo indirecto - se están produciendo ahora en todo el mundo nuevas cargas sociales y medioambientales. Este es un típico efecto de rebote del progreso tecnológico. Por otra parte, estas tecnologías ofrecen, en principio, grandes oportunidades para superar la exclusión social, apoyar la diversidad cultural, estimular la economía y reducir las cargas sociales, mediante el aumento de la productividad material. En tanto que la, así llamada, desmaterialización constituye un rasgo típico y prometedor de la mayor parte del progreso tecnológico, la TIC tiene, con mucho, las mayores posibilidades a este respecto.

Que las tecnologías de la información y de la comunicación conduzcan finalmente, o no, a una mayor sostenibilidad depende esencialmente del desarrollo de marcos de referencia mundiales, económicos y sociales, y de las actitudes y valores correspondientes. La construcción de estos marcos de referencia es el reto particular más importante para los políticos y para las sociedades a la llegada del siglo XXI. A este respecto, se necesitan los mejores instrumentos mundiales, especialmente en el campo social y en el campo ecológico, para comprometer a los estados industrializados para que apoyen y cofinancien desarrollos y normas de tipo social y de tipo ecológico en países en transición y países en vías de desarrollo, con el objetivo de conseguir, a largo plazo, algo parecido a una sociedad civil y una ciudadanía mundiales. Aquí, el cuidado y el tratamiento de recursos ambientales cada vez más escasos - tales como una atmósfera con concentración suficientemente baja de gases de efecto invernadero - bajo la forma de una legislación sobre la contaminación, se considera como un instrumento para justificar y organizar dicha cofinanciación. En este contexto, el protocolo de Kyoto y sus instrumentos internacionales (Permisos Negociables, Mecanismo de Desarrollo Limpio, Implementación Conjunta) ofrecen puntos de partida prometedores para futuros acuerdos y asociaciones internacionales.

La dimensión histórica

Durante los pasados 50 años, y especialmente en los 20 últimos, Europa se ha movido rápidamente hacia una cooperación cada vez más estrecha entre los estados europeos. Esta es la historia de un gran éxito, ligado estrechamente a personalidades importantes como Churchill, de Gasperi, Monnet, Schuman, Spaak, Adenauer, de Gaulle, Mitterrand, Kohl y otros. Si observamos de qué modo se organizó este proceso veremos que forma parte de un estilo típico europeo. Esta empresa se gobernó mediante procesos legales, agendas, plazos y contratos. Se trataba de compromisos políticos vinculantes y no simplemente formas de autoorganización de la sociedad. Evidentemente, la construcción de Europa implicó una primacía de la política sobre la economía, aunque sus primeros logros fueron de naturaleza económica (un mercado y una moneda). Si ahora miramos qué es lo que caracterizaría a una vía europea hacia el futuro desarrollo sostenible mundial, vemos una intensa preocupación por los asuntos sociales, las cuestiones referentes al empleo, la diversidad cultural, la educación, el medio ambiente, el papel de la influencia gubernamental y el buen gobierno. Un aspecto importante es que Europa se preocupa por la equidad entre sus gentes y no sólo por la igualdad de oportunidades. Europa pretende conseguir condiciones de vida razonables para todos como resultado de sus procesos sociales y económicos. Europa quiere que la sociedad sea responsable del cuidado de la dignidad de cada ciudadano y de la situación del medio ambiente.

Las discusiones que están surgiendo en Europa, sobre el modo de abordar el futuro a nivel mundial, y sobre el modo de introducir las experiencias europeas en este proceso, están muy influidas por la historia. Ha sido una historia de altibajos, con grandes éxitos pero también con grandes dificultades, incluyendo guerras, injusticia y crueldad. Como resultado de esta experiencia acumulada, mucho países de Europa han aprendido ahora a convivir de un modo que se adapta a los diversos principios y culturas. Europa debería aportar ahora su experiencia al difícil debate mundial, en un intercambio intensivo con América del Norte y del Sur, Rusia, África y en particular Asia con sus numerosos pueblos y culturas. En estas discusiones, debería encontrarse un camino conjunto hacia el futuro en el que se respete la dignidad de todos los seres humanos en esta tierra y, al mismo tiempo se conserve intacto el medio ambiente mundial.

¿Qué es lo que va mal actualmente en la gobernación mundial?

Debido a la voluntad política y al progreso tecnológico, el mundo se está integrando ahora económicamente en un mercado único mundial, que constituye el aspecto esencial del actual proceso de globalización. Ello se está acelerando en gran medida por el poder de las TIC y su capacidad para eliminar las distancias. Si preguntamos qué es lo que gobierna actualmente el desarrollo en este mercado mundial, esto es principalmente el régimen de la OMC y de los mercados financieros, caracterizados ambos por la idea del "libre comercio" y de la liberalización. Pero debemos ser conscientes de que estos regímenes no fueron diseñados para ser el sistema de ordenación de un mercado mundial, sino más bien como regímenes para el comercio. Por ello no es sorprendente que estemos siendo testigos de situaciones cada vez más difíciles, ya que estos regímenes en realidad no constituyen marcos de referencia adecuados para el estado actual de los negocios. El actual orden económico mundial está demasiado preocupado por el corto plazo, lo que conduce a una distribución sesgada de la riqueza, creando altos riesgos en el área financiera, proporcionando al capital vías para eludir sus responsabilidades sociales y medioambientales, no evitando el trabajo de los niños e imponiendo (tal vez demasiado) la uniformidad cultural, etc.

De hecho, tanto el "libre comercio" como las "economías planificadas", conceptos ambos esencialmente decimonónicos, son propensos a la acumulación indebida de poder y/o a la limitación del ejercicio efectivo de la libertad, ya sea por intereses privados que utilizan su riqueza para inmiscuirse en las decisiones políticas, ya sea por el propio estado. Ninguno de los dos conceptos explica por sí mismo de modo suficiente el verdadero valor del capital social, de los logros culturales o del medio ambiente. Ello es así porque el cuidado de estos asuntos no fue su cometido original. En lugar de esto, el papel del sistema económico es optimizar la actividad económica a través de mercados, dentro de determinados marcos de referencia. Aquí, estos marcos son el lugar adecuado para la ética y la política. ¿Dónde ha habido nunca una economía sin marcos? Incluso, lo que se llama actualmente mercado libre, no es libre sino que está reglamentado por un marco: el GATT/OMC, el orden financiero internacional, y los correspondientes sistemas de ordenación regionales y nacionales. Por lo tanto, el problema es encontrar el mejor marco de referencia. Paradójicamente, menos reglamentación conduce, a menudo, a menos libertad para la mayoría, o incluso, para todos los ciudadanos. En consecuencia, aunque los mercados son la opción clara para la transformación de los recursos y de las aptitudes en actividad económica, resulta obvio que los mercados necesitan marcos de referencia apropiados. Aquí es donde entra en escena una vía europea. El objetivo debería ser, desde el punto de vista de la tradición y las experiencias de Europa, establecer a largo plazo un marco mundial estricto de tipo económico, social, medioambiental y cultural, con los valores y las actitudes correspondientes, basado en elementos de una ética mundial común, dentro del cual las personas puedan mantener interacciones con todo el vigor de un mercado libre. Es cierto que ahora necesitamos mejoras del marco que tenemos, es decir, el GATT/OMC y el sistema financiero internacional. Tal como son actualmente no conducirán a la sostenibilidad o a la estabilidad a largo plazo.

La promesa de una vía europea emergente(1)

Desde 1994-1995 en adelante, un fuerte impulso hacia la Sociedad de la Información, propugnado por la Comisión Europea y otros responsables políticos y formadores de la opinión, ha contribuido a nuevos modos de pensar acerca del futuro de Europa. Al principio, este cambio era más una revisión suplementaria o ligera de la naturaleza de la política existente, orientada principalmente por la economía y la tecnología, con toda clase de aspectos de desigualdad social que habían sido dominantes en el debate hasta ese momento. Más tarde comenzó a convertirse en algo más, en un modo de desarrollo de una Sociedad de la Información típicamente europea.

A continuación intentaremos discutir siete características de esta vía europea hacia la Sociedad de la Información.

  1. Intervención

    Tanto Europa como EE.UU. están de acuerdo en que las fuerzas del mercado nos conducirán a la Sociedad de la Información. Esta premisa y decisión histórica es un hecho de gran importancia con efectos duraderos hasta bien entrado el siglo XXI. Sin embargo, en Europa, y aún en mayor medida en Asia Oriental, se sostiene que es necesario desarrollar políticas deliberadas del gobierno y de los interlocutores sociales, y corregir en caso necesario, el "diseño" de la Sociedad de la Información. Este es el tema de los marcos adecuados para mercados (por otra parte) libres, que ocupa el centro de las discusiones en Europa.

  2. Interconexión y normas abiertas

    Después de algunos intentos para extender los monopolios tradicionales naturales de las telecomunicaciones para llegar a una infraestructura europea única de TI en los años 80, la UE volvió a una política de liberalización de las telecomunicaciones en los años 90. Sin embargo, la voluntad de establecer una infraestructura abierta y accesible y servicios universales para cualquier ciudadano de Europa y, tal vez, del mundo, conduce a poner un gran énfasis en las políticas de interconexión y en las normas abiertas.

  3. Aspectos sociales de la sostenibilidad

    Una de las características de un modelo europeo de Sociedad de la Información es el reconocimiento de que dicha sociedad debe ser socialmente sostenible. La exclusión de una gran parte de la población en la Sociedad de la Información y el deterioro gradual de la cohesión social de nuestras sociedades por las crecientes diferencias de desarrollo existentes entre clases sociales, sexos, edades, países y regiones y por una completa fragmentación y privatización de la información y la comunicación, se considera inaceptable. Una continuación de este proceso comprometería a la democracia y a muchos de nuestros valores sociales y culturales.

    Europa, con su antigua tradición de un estado de bienestar social, una economía social de mercado y una sociedad de consenso, ocupa una buena posición para construir una Sociedad de la Información socialmente sostenible, siempre que las fuerzas del mercado mundial no debiliten sus esfuerzos. En general, el enfoque europeo se basa en la cooperación entre los sectores público y privado y en el consenso. El viento del cambio que se ha ido generando en Europa desde 1994 se caracteriza principalmente por un esfuerzo para preservar la sostenibilidad social. En la práctica, esto significa una gran atención por parte de la CE, los gobiernos nacionales y los interlocutores sociales en: 1. nuevas oportunidades de empleo, 2. educación, formación y aprendizaje permanente, 3. servicios públicos de suministro de información, 4. asequibilidad y accesibilidad de los recursos para todos, y 5. políticas de cohesión social entre las regiones. Importantes "Libros Verdes" de la Comisión, documentos del Foro de la Sociedad de la Información (FSI) y grupos de expertos de alto nivel (1, 2, 3, 5, 6, 9, 10, 11) destacan estos temas detalladamente. Europa ha tenido hasta ahora los fondos y la intención de superar - dentro de un marco de subsidiariedad - la creciente diferencia en la adopción de tecnologías de la información y de la comunicación que aparece entre los estados miembros del Norte y del Sur (por no mencionar los países del Este europeo) y las regiones desigualmente desarrolladas dentro de los países europeos. De este modo, Europa está invirtiendo en cohesión y, al mismo tiempo, está ampliando la base para el desarrollo de la Sociedad de la Información y sus mercados del futuro.

  4. Diversidad cultural y lingüística

    El tipo de Sociedad de la Información que Europa desea es una comunidad cultural y lingüísticamente diversa. Esta es la herencia de su rica historia (multi)cultural. La UE promueve e invierte en marcos de referencia que apoyen la diversidad cultural, aunque ello cueste dinero. Procediendo de esta manera, esperamos que en Europa a largo plazo, aún bajo los presentes marcos económicos, la tradición europea de amplio estímulo de la productividad cultural, la creatividad, la educación y un suministro público de información nos sitúen en una posición aún mejor en los futuros mercados culturales y servicios multimedia. Aún más, se espera que estos mercados desarrollarán la demanda de diversidad cultural, incluida la "alta cultura".

  5. Aspectos medioambientales de la sostenibilidad

    Las conferencias de Río y de Kyoto han demostrado que la UE y sus estados miembros están preparados para adoptar medidas estrictas de protección del medio ambiente. En la UE se ha establecido directamente una relación entre el desarrollo de la Sociedad de la Información y una economía ecológicamente sostenible. Esto incluso inspira perspectivas optimistas para la reconciliación del crecimiento económico y el desarrollo sostenible en la Sociedad de la Información a través de marcos de mercado apropiados para ser implementados a nivel mundial (4, 5, 6, 7, 8, 12). Queda por ver si esto resultará ser otra ilusión tecnológica (otro efecto de rebote) en la línea de muchas precedentes (soluciones técnicas a problemas básicos de la humanidad) o se trata de una perspectiva realista. En la lógica de este artículo, esto dependerá de los marcos económicos y sociales mundiales y de las actitudes y de los valores correspondientes que crearemos o desarrollaremos en el futuro para esta Sociedad Mundial de la Información.

  6. Una orientación hacia los derechos civiles

    Europa ha hecho mucho para desarrollar una base legal para toda clase de derechos civiles en relación con la Sociedad de la Información. En principio, ello es necesario para guiar gran parte de la autorreglamentación, aunque siempre existe el peligro de un retraso tecnológico. Por ejemplo, la UE puede estar muy orgullosa de su Directiva para la Protección de Datos Personales.

  7. Marco y coordinación internacionales

    La UE es protagonista en estimular marcos y coordinación internacionales relativamente neutrales, abarcando aspectos técnicos, comerciales y legales. (Para la última propuesta véase la llamada Carta Bangemann y el Diálogo Mundial Económico y Social). Puesto que la Sociedad de la Información no es, en conjunto, un tipo radicalmente diferente de sociedad y el mercado de las TIC es solamente uno más entre otros, no es necesario crear toda clase de nuevos organismos internacionales (como por ejemplo, en la propuesta U.S. Domain Name System). Los organismos y los foros existentes tales como ONU, OMC, OCDE, G-8, OMPI, OIT, UIT, UNCTAD, UNFCCC son perfectamente capaces de realizar esto si se les confiere poderes adecuados. Para prevenir una desviación de los intereses creados y visiones económicas unilaterales, habrá de darse libre participación y un lugar adecuado a las organizaciones de usuarios de la tecnología de la información y a la sociedad en su conjunto.

    Bajo la perspectiva de estas siete características, y otras, el Foro de la Sociedad de la Información ha presentado muchas ideas y propuestas para un modelo normativo de Sociedad de la Información en los últimos tres años en dos informes anuales y otros documentos (5, 6, 7, 10, 1). El Foro se está moviendo ahora hacia una fase de propuestas más concretas que desarrollan una identidad claramente europea en la Sociedad Mundial de la Información bajo la forma de una vía europea dentro de una Sociedad Mundial de la Información sostenible. No se trata de un intento artificial de marcar un perfil o de competir con otros, sino de defender y extender los principios y los valores que representamos como europeos, esperando al mismo tiempo identificar caminos para el futuro que ofrezcan una oportunidad para trabajar - pacíficamente y de modo socialmente aceptable - dentro de una perspectiva mundial.

    Hacia un marco global

    Nuestro mensaje fundamental es que los regímenes económicos del mundo, por ejemplo el GATT/OMC y el sistema financiero internacional del mercado deberán desarrollarse en el futuro dentro de un marco más estricto de gobierno mundial. Lo que proponemos puede resumirse - desde otro punto de vista - en reivindicar, a nivel mundial, la primacía de la política - en el sentido más amplio y no partidista - sobre la economía. Esto puede conseguirse incrementando, y haciendo cumplir, los acuerdos multilaterales internacionales así como los diálogos solicitados en los organismos internacionales correspondientes. Europa debe llevar a estos debates sus mejores tradiciones y experiencias de su propio pasado y de sus propios procesos de creciente cooperación e integración, y debe ser más activa en estos asuntos.

    Evidentemente, la necesidad de alcanzar un consenso hará que la construcción de un marco internacional sea un proceso laborioso. Hemos de aceptar como prioridad el reto intelectual de la creación del consenso con nuestros socios de todo el mundo - abarcando América del Norte y del Sur, Japón, Rusia, Sudeste asiático, China, India, África y otros. La UE puede desempeñar un papel estratégico en la consecución de este consenso mundial. Durante la transición, los procesos políticos intraeuropeos pueden ayudar a defender nuestras normas sociales y ecológicas a través de políticas de mercado focalizadas, incentivos y motivación donde sea posible, y podrían incluso considerar la protección donde sea necesaria y socialmente beneficiosa (teniendo en cuenta todas las repercusiones). Sin embargo, si las presentes fuerzas de mercado hacen inevitables los ajustes, debemos ser capaces de modificar los logros europeos existentes, aunque ello sea doloroso - al menos temporalmente.

    En 1999 tendrá lugar una serie de acontecimientos importantes que podrían ser vehículo para la mejora de los patrones actuales de organización económica y social mundial. Aquí se incluyen:

    la reunión de dirigentes del G-8 en Colonia, 18 de junio;

    el desarrollo de la Agenda 2000 para Europa;

    COP5, Bonn, finales de 1999, continuación de la Conferencia de Kyoto;

    continuación de la discusión del Acuerdo Multilateral sobre Inversiones (AMI) y de las medidas que lo han seguido en la OCDE y la OMC; aquí podría ponerse énfasis en la reforma de los sistemas financieros mundiales y en la mejora de los regímenes económicos con aspectos sociales y ecológicos, incluyendo mecanismos de cofinanciación;

    promover el diálogo mundial, en el sector empresarial y en la sociedad, ambos iniciados por el Comisario Bangemann y la Comisión Europea.

    Todos estos asuntos no son fáciles, pero deben abordarse ahora y con energía. Necesitamos diálogos a nivel mundial para obtener mejores marcos y enriquecer los patrones de coordinación económica y financiera. Esto sólo se puede conseguir mediante consenso. También debemos comenzar a enfrentarnos con el reto intelectual de la negociación para construir el consenso con nuestros socios de todo el mundo.

    Palabras clave

    marcos de referencia, globalización, vía europea, economía social, política, sostenibilidad, Sociedad de la Información

    Nota

    1- Para información más detallada, véase Jan A.G.M van Dijk: The European Model of the Information Society. http://www.ispo.cec.be/

    Agradecimientos

    Los autores agradecen al Dr. Claudio Carrelli, Director de Eurescom y Presidente del Foro de la Sociedad de la Información de la Comisión Europea por su discusión y respuesta intensivas para la orientación de este artículo.

    Referencias

    Comisión Europea, Grupo de Expertos de Alto Nivel: Building Networks for People and their Communities, 1997.

    Comisión Europea, Grupo de Expertos de Alto Nivel: Building the Imformation Society for Us All, 1997.

    Comisión Europea: Libro Verde Living and Working in the Information Society: putting People First, 1997.

    Foro Info 2000: Nachhaltige Entwicklung und Informationsgesellschaft. Informe del Grupo de Trabajo 3 del Foro Info 2000, Bonn, 1998.

    Foro de la Sociedad de la Información: Networks for people and their communities - Making the most of Information Society in the European Union. Primer informe anual, junio 1996.

    Foro de la Sociedad de la Información: Segundo informe anual, 1997.

    Foro de la Sociedad de la Información: Information Society, Globalization and Sustainable Development. Contribución del Grupo de Trabajo 4 Sostenibilidad en la Sociedad de la Información al 2º Informe del Foro. FAW Ulm, 1998.

    Foro de la Sociedad de la Información y Foro Info 2000: Challenges 2025 - On the way to a sustainable Information Society. FAW Ulm, 1998.

    Foro de la Sociedad de la Información: Declaración de Barcelona: Contribución a la Cumbre Europea del Empleo, Luxemburgo, 1997.

    Foro de la Sociedad de la Información: Declaración de Newark: Convergencia del Aprendizaje Permanente y de la Reorganización del Trabajotion como Elemento Clave para la Creación de Puestos de Trabajo en la Sociedad de la Información, 21 de mayo de 1998.

    Foro de la Sociedad de la Información: Declaración de Schönbrunn: Respuesta del Foro de la Sociedad de la Información a las Directrices para el Empleo de 1999, 12 de noviembre de 1998.

    Tochtermann, K., Frotschning, A., Ottisch, M.,: Alianza Estratégica para una Sociedad de la Información Sostenible. The IPTS Report, Número Especial, 1999.

    Contactos

    Prof. Dr. Jan A.G.M. Van Dijk, Department of Media & Communication, Utrecht University

    Tel.: +31 302 534 767, Fax: +31 302 534 674, Correo electrónico: J.vanDijk@fss.uu.nl

    Robert Pestel, DG-XIII

    Tel.: +32 22 963 524, Fax: +32 22 962 981, Correo electrónico: robert.pestel@bxl.dg13.cec.be

    Prof. Dr. Franz Josef Radermacher, Research Institute for Applied Knowledge Processing (FAW)

    Tel.: +49 731 501 100, Fax: +49 731 501 111, Correo electrónico: radermacher@faw.uni-ulm.de

    Sobre los autores

    Jan A.G.M van Dijk es profesor asociado del Departamento de Medios y Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Utrecht. Imparte cursos sobre Aspectos Sociales de la Tecnología de la Información y la Comunicación en la sociedad y en las organizaciones. Es autor de numerosos libros y artículos sobre esta materia. Sus libros más conocidos se han traducido al inglés y serán publicados por SAGE (Londres, Thousend Oaks CA y Nueva Delhi) en 1999: "The Network Society, social aspects of new media" y "Digital Democracy, Issues of theory and Practice". Van Dijk es miembro del Comité directivo del Foro de la Sociedad de la Información de la UE y desempeña muchas funciones de consultoría en los Países Bajos.

    Robert Pestel está en la Comisión Europea, DG XIII (Quinto Programa Marco de Investigación sobre TSI - Tecnologías de la Sociedad de la Información). El Dr. Pestel participa en una serie de actividades relacionadas con la contribución de las TSI al desarrollo sostenible. Entre otras, es miembro del Grupo de Trabajo 4 del Foro de la Sociedad de la Información ("Desarrollo Sostenible en una Sociedad de la Información"). Desde la década de los setenta se ha ocupado de análisis de sistemas para asuntos a nivel mundial, incluida la modelización mundial, en diversos institutos internacionales de investigación.

    Franz Josef Radermacher es director científico del FAW (Research Institute for Applied Knowledge Processing), Ulm, y profesor de Ciencia de los Ordenadores en la Universidad de Ulm. Es miembro del Comité Directivo en el Foro de la Sociedad de la Información de la Comisión Europea y presidente del Grupo de Trabajo 4 "Desarrollo sostenible en la Sociedad de la Información". Ostentó esta misma responsabilidad en el Foro 2000 del Gobierno Alemán (1996-1999). Premio Científico 1997 de la GMÖOR (German Society for Mathematics, Economics and Operations Research). Desde 1997, miembro del Consejo Asesor Científico de la EXPO 2000 en relación con los temas "Planeta de ensueño" y "El siglo XXI".

    The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and Spanish.

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