La trayectoria académica y profesional de Antonio Remiro Brotóns

AutorJavier Díez-Hochleitner
Páginas3-17

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1. De Elche a Bolonia
  1. Antonio Remiro Brotóns nace el 17 de septiembre de 1945 en Elche, ciudad en la que cursa sus estudios de primaria; los de bachillerato los hará en el Colegio de los Jesuitas, primero en Orihuela y, luego, en Alicante. Su gusto por la palabra y por la escritura le habrían podido conducir por la senda de la novela, el ensayo o el periodismo, terrenos en los que a buen seguro había cosechado importantes éxitos. Pero un cierto sentido práctico de la vida, tal vez aprendido en su entorno familiar, le lleva a matricularse en la Facultad de Derecho de la universidad de Murcia en el año 1962, licenciándose cinco años más tarde con Premio extraordinario.

  2. Terminada la carrera, Antonio decide cursar el doctorado y se decanta por el Derecho internacional, asignatura que había estudiado con el profesor Joaquín Garde. El Derecho internacional le atrajo por ser "diferente": una disciplina en la quedaba mucho por hacer y por construir, un campo abonado para la creatividad. Obtiene una beca para el Real Colegio de España de Bolonia y allí pasa dos años escribiendo su tesis sobre Il mantenimento della pace e della sicurezza americana nel quadro dell’Organizzazione degli Stati Americani e della carta delle Nazioni Unite, centrada en el estudio del capítulo VIII de la Carta de Naciones unidas, con la que obtiene el Premio Vittorio Emanuelle II.

2. Su etapa como profesor en la universidad de Murcia
  1. A su regreso de Bolonia, decide emprender su carrera como profesor universitario y, en 1971, al ocupar la cátedra de Derecho Internacional

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    Público y Privado en la universidad de Murcia el Profesor José Antonio Pastor Ridruejo, vacante por el fallecimiento del Profesor Garde, Antonio Remiro es nombrado Profesor Agregado interino de esta disciplina, accediendo al cuerpo de Profesores agregados de universidad en 1975 y al de Catedráticos en 1979. En total, pasará una década en la universidad de Murcia. Son años de intensa actividad docente e investigadora, pero también de gran compromiso con la gestión universitaria. En 1978 es nombrado Decano de la Facultad de Derecho, posición que ocupa hasta 1980 en que se hace cargo del Vicerrectorado de ordenación académica. Además, simultanea esos puestos con el de Director del Departamento de Derecho Internacional Público y Privado desde 1979.

  2. Su intensa labor investigadora se sitúa en aquella época entre el Derecho internacional público y el Derecho internacional privado, dando lugar a la publicación de cinco monografías. La hegemonía norteamericana, factor de crisis de la OEA (Studia Albornotiana, Zaragoza, 1972) -que encuentra su origen en el trabajo de investigación que está en la base de su tesis doctoral pero cuyo contenido no es coincidente- es la primera en el tiempo y con ella, y su tesis, anticipa dos de los ejes de su futura labor como investigador: la hegemonía y el poder en las relaciones internacionales y el sistema de seguridad colectiva de Naciones unidas. A esta obra seguirán, también en el campo del Derecho internacional público, dos libros con los que inicia otras líneas de investigación a las que dedicará muchos años de trabajo: el prime-ro sobre el control parlamentario de la acción exterior del Estado (Las Cortes y la política exterior española (1942-1976), Cuadernos de la Cátedra J.B. Scott, Valladolid, 1977) y el segundo a las relaciones entre Derecho internacional y Constitución (Territorio Nacional y Constitución, CuPSA, Madrid, 1979). En estas dos obras marida su vocación por el estudio del Derecho internacional con su interés por el Derecho constitucional, al que bien pudo haber dedicado su vida universitaria.

  3. En el ámbito del Derecho internacional privado, ven la luz dos obras que aún hoy constituyen referencia inexcusable en la materia: Reconocimiento y ejecución de sentencias extranjeras en España (Tecnos, Madrid, 1974) -tema de investigación que con acierto le sugirió el profesor Pastor Ridruejo- y Ejecución de sentencias arbitrales. Los Convenios internacionales y su aplicación en España (EDERSA, Madrid, 1980), esta última preludio del curso que dictará en la Academia de Derecho Internacional de La Haya en 1984 ("La reconnaissance et l’exécution des sentences arbitrales étrangères", Recueil des Cours, 1984, t. 184, pp. 169-354). El profesor Remiro también publica en esta época diversos estudios y artículos: unos pocos que cabría considerar como

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    prolongación de su tesis o de los libros citados 1 y el resto como avances de otras líneas de investigación. La codificación internacional, el Derecho de los tratados (con particular referencia al papel de las Cortes Generales en su celebración tras la Constitución de 1978), y el Derecho del Mar (más particularmente el régimen de las islas -que tanta fascinación le han causado siempre- y de los archipiélagos) 2. También corresponden a esta época otras dos importantes contribuciones en el campo del Derecho internacional privado -sus conocidos comentarios al artículo 10 del Código civil y su extenso estudio sobre la norma de conflicto y las normas materiales 3- y las dos primeras tesis doctorales que dirige (de las profesoras María Luisa Holzwart Rodríguez y Rosa Riquelme Cortado, sobre las leyes de aplicación inmediata en el proceso de regulación del tráfico jurídico externo y sobre matrimonio y nacionalidad en Derecho español, respectivamente).

3. Su llegada a la uam
  1. Antonio Remiro obtiene la cátedra de Derecho internacional público en la universidad Autónoma de Madrid en 1981, sucediendo al profesor Juan Antonio Carrillo Salcedo, y continua en ella su intensa labor docente e investigadora centrado ya en esta disciplina. A su brillante trayectoria como internacional-privatista ya sólo añadirá su curso en La Haya sobre reconocimiento y ejecución de laudos extranjeros, antes mencionado, y un estudio sobre la obra de Henri Batiffol 4.

  2. Al tiempo de instalarse (en 1982) en Madrid -donde ya había pasado algunas temporadas buceando en los archivos del Tribunal Supremo para preparar su libro sobre el exequátur de laudos extranjeros o, desde 1978, como Profesor de la Escuela Diplomática- ve la luz una de sus obras

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    más sobresalientes: Derecho Internacional Público. I. Principios Fundamentales (Tecnos, Madrid, 1982). En ella repasa con espíritu crítico pero opinión fundada el "estado" de los principios neurálgicos del Derecho internacional: soberanía del Estado y no intervención, libre determinación de los pueblos, uso de la fuerza y mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, arreglo pacífico de controversias y cooperación la desarrollo. La obra marcará a varias generaciones de internacionalistas, especialmente en España y América latina, y también el futuro trabajo de su autor. Ideada como primer volumen de un novedoso tratado de Derecho internacional, le seguirá años más tarde su también magistral Derecho Internacional Público.

    1. Derecho de los Tratados (Tecnos, Madrid, 1987), al que incluso hoy poco cabría añadir. Lamentablemente, su ambicioso proyecto como tratadista terminaría con este segundo volumen, dando paso varios años más tarde a varios manuales -ciertamente extensos y novedosos en su enfoque- que beberían de su obra anterior (también de sus Lecciones de Derecho Internacional Público. Formación y aplicación de normas y obligaciones internacionales, Murcia, 1981) y a las que invitaría a participar a algunos de sus colaboradores más próximos 5.

  3. Su dedicación a la investigación no obsta para que en 1983 sea elegido Decano de la Facultad de Derecho de la uAM, cargo que ocupa hasta el año 1985, en que es nombrado Magistrado del Tribunal de Defensa de la Competencia (hasta 1990). Estos cargos y el ingente esfuerzo dedicado a sus Principios Fundamentales y a su Derecho de los Tratados -que escribe al tiempo que redacta proyectos de resoluciones del TDC, que logran un cierto "aggiornamento" en la aplicación de la antigua Ley de 1963, y participa en la elaboración de la esperada Ley 16/1989- no impiden la aparición de otras muchas publicaciones de calado. De ellas merecen ser destacadas otras dos monografías y unos comentarios a la Constitución de 1978 que vienen a completar su riquísima obra en torno a las relaciones entre Derecho inter-nacional y Constitución: La acción exterior del Estado (Tecnos, Madrid, 1984) -de lectura obligada entre opositores de la época y aún hoy muy apreciada por internacionalistas y constitucionalistas-; Política Exterior de Defensa y Control Parlamentario (CEPyC, Madrid, 1988); y "De los Tratados internacionales (arts. 93-96 de la Constitución)" y "La estructura compleja del Estado y la atribución de competencias en el ámbito de las relaciones internacionales (art. 149.1.3º de la Constitución)" (en Alzaga, O. -dir.-, Comentarios a las Leyes Políticas. Constitución Española 1978, Edersa, Madrid, T. VII, 1985,

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    pp. 405-624, y T. XI, 1988, pp. 207-216) 6. En este mismo ámbito, también destacan varios trabajos publicados en revistas especializadas 7. Corresponde igualmente a estos primeros años en la uAM sus primeras incursiones en el estudio de las relaciones exteriores de las Comunidades Europeas y de la CPE -ámbitos en los que realiza algunas de las primeras aportaciones de indudable relevancia científica en el panorama bibliográfico español 8 y en él se sitúa el objeto de la quinta tesis doctoral que dirige (tesis del profesor Luis Pérez-Prat Durbán sobre "Cooperación política y Comunidades Europeas en la aplicación de sanciones económicas internacionales")-, así como diversos trabajos sobre el TNP y las zonas desnuclearizadas 9, sobre cooperación transfronteriza 10 y sobre la delimitación de espacios marítimos 11. También quiero...

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