Cooperación entre países del Sur y del Este del Mediterráneo y la UE: el sector de las energías renovables

AutorMiquel A. Aguado-Monsonet
CargoIPTS

La región mediterránea y la Unión Europea

Los países mediterráneos no pertenecientes a la UE (Sur y Este del Mediterráneo, SEM), aunque no son socios comerciales importantes, constituyen un objetivo prioritario para los programas de cooperación y absorben alrededor del 25% del presupuesto total de los programas de cooperación de la UE.

Las áreas principales de cooperación con los países del SEM pueden deducirse de las resoluciones del Consejo adoptadas entre 1992 y 1997. Enumeradas por orden de importancia, estas áreas son: coordinación y coherencia, sanidad, ayuda alimentaria, lucha contra la pobreza, control demográfico, educación y política social. En el mismo sentido, se exponen en la Tabla 1 las principales áreas de cooperación identificadas en los países del SEM por el Banco Mundial, el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas y la Unión Europea (1997).

Desde 1995, la cooperación de la Comisión Europea con la región mediterránea se ha canalizado dentro del marco de la Declaración de Barcelona para una Asociación Euro-Mediterránea. Ello definió el programa MEDA, que representa el punto de partida del sistema de cooperación con todos los países del Sur y del Este del Mediterráneo (SEM). Los países incluidos en esta declaración, y que, por consiguiente, pueden acceder a los fondos del MEDA son Argelia, Chipre, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Malta, Marruecos, Palestina, Siria, Túnez y Turquía.

En los últimos años, el promedio del presupuesto anual del MEDA ha sido de 800 millones de ECU. Sin embargo, en 1997 y 1998, dicho presupuesto aumentó hasta 1.100 millones de ECU. Solamente los fondos de cooperación destinados a la CEEC y a la CIS han superado esta cifra. Es de esperar que las perspectivas financieras de las acciones externas para este año (presupuesto de la CE) y la estimación de asignaciones para el Fondo Europeo de Desarrollo contribuyan a un aumento de fondos para el programa MEDA.

La Tabla 1 parece sugerir que la cooperación en temas energéticos no se considera como área estratégica importante y se puede detectar este mismo fenómeno al analizar los fondos del Banco Mundial y otros fondos internacionales. Los programas de cooperación entre los países del SEM y los 15 países de la UE en el ámbito de la energía adoptan generalmente la forma de transacciones comerciales entre las empresas energéticas del norte y del sur. La interconexión energética entre las dos orillas del Mediterráneo ha sido la materia más importante de cooperación en los últimos años. Por ejemplo, los proyectos de conexión eléctrica entre Grecia-Turquía y Turquía-Israel, la conexión eléctrica establecida ya entre Italia y Túnez, el gasoducto entre Argelia y España y la conexión eléctrica entre Marruecos y España constituyen algunos de los proyectos energéticos comerciales para unir ambas orillas del Mediterráneo. Sin embargo, existe también una necesidad apremiante de suministro de electricidad a la población de los países del SEM.

Tabla 1. Principales áreas de cooperación con países mediterráneos no pertenecientes a la UE (Cheru; Banco Mundial)

País

Áreas de prioridad identificadas en la cooperación internacional

Marruecos Sanidad, Educación, Agricultura, Agua y Saneamiento, Programa Nacional para la Reducción de la Pobreza, Educación, Representación, Alivio de la Pobreza, Fondos Sociales, Bienestar Social

Egipto Reforma Económica/Gestión, Empresas Públicas, Turismo

Líbano Reforma del Ministerio de Finanzas para desempeñar su papel en la política fiscal

Siria Medio Ambiente, Suministro-Complemento de Eficacia y Conservación y Planificación de la Energía

Región Mediterránea Reducción de los efectos de la degradación medioambiental

Programa Global Programa de Aguas y Saneamiento de la GEF

El sector eléctrico en los países del Sur y del Este del Mediterráneo

En todos los países del SEM la electricidad está suministrada por una empresa eléctrica que es monopolio estatal, y en cada uno de ellos es necesario ampliar la red para que alcance a toda la población. En algunos países es necesaria una tasa de electrificación muy alta si los gobiernos han de satisfacer la demanda creciente de electricidad de una población cada vez más numerosa y/o aumentar el bienestar general de dicha población. En todos estos países, excepto en Israel y en Argelia, es necesario un enorme esfuerzo económico para hacer llegar la electricidad a toda la población. Turquía, Líbano, Egipto y Jordania son los países que necesitan hacer el mayor esfuerzo económico (coste de infraestructura de electrificación dividido por el PIB) para construir la necesaria infraestructura eléctrica. Las estimaciones del Banco Mundial y del Financial Times muestran que para electrificar esta región, en los próximos diez años, se necesitan alrededor de 110.000 millones de ECU. No obstante, tal como se ve en la tabla, la situación del sector eléctrico no es la misma en todos los países del SEM.

Tabla 2. Situación actual del suministro eléctrico y pronóstico de la demanda futura en los países del SEM

En Marruecos, la capacidad de generación de electricidad en 1997 era de 3.750 MW. Los analistas predicen que se necesitará instalar una capacidad adicional de 2.000 MW para el año 2010. Marruecos es presuntamente el país más avanzado del SEM en su compromiso para fomentar la privatización del sector energético. El 92% del suministro energético del país debe ser importado. La tasa de electrificación rural es baja y se está en vías de emprender un gran programa (PERG) para extender rápidamente la electrificación rural.

Argelia es casi única entre los países del SMC ya que su capacidad de generación eléctrica, a principios de 1998, es de 5.300 MW, y disfruta de un cómodo superávit. A finales de los años 80 y en los 90 esto ha significado que ha podido vender su exceso de producción energética a Marruecos y a Túnez. Siendo así, es muy improbable que se instale mucha capacidad nueva antes del 2000, incluso se puede permitir la retirada de algunos cientos de megawatios de plantas generadoras más antiguas. El soporte actual de la red eléctrica argelina son las centrales térmicas de gas. No obstante, Argelia utiliza también fuentes alternativas para la generación de electricidad.

La capacidad de generación eléctrica instalada en Egipto a principios de 1998 era de unos 14.600 MW (20% hidroeléctrica). Aunque el suministro fue generalmente abundante, los planificadores prevén todavía incrementos anuales de aproximadamente un 5% de la capacidad de suministro para satisfacer la demanda en el período de 1998-2010. Egipto ha recurrido tradicionalmente a diversos métodos para financiar su nueva infraestructura eléctrica. Particularmente, en los años 80, hizo amplio uso de la financiación barata del Banco Mundial y del USAID. También aceptó grandes préstamos del Banco Africano de Desarrollo y, después de 1989 (cuando se restablecieron las relaciones políticas con Arabia Saudita), empleó fondos de desarrollo árabes de los países del Golfo. Por último, Egipto también ha tenido acceso a fondos de desarrollo bilateral, especialmente de Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido.

Debido a la combinación de razones históricas y a la ausencia de recursos fósiles, la Autoridad Palestina tiene que importar energía de Israel. Según el Centro Palestino de Investigación de la Energía, el consumo per cápita de electricidad crecerá un 10% por año después de 1998. La demanda anual de electricidad ha alcanzado los 1.354 GWh. Unas 140 poblaciones sufren todavía la ausencia de servicios eléctricos o un abastecimiento intermitente. Las personas que viven en estas poblaciones representan el 13% de la totalidad de los habitantes de Palestina (el 4,5% no dispone de electricidad y el 8,5% tiene un suministro parcial, de 8 horas al día, procedente de pequeños generadores Diesel).

Los recursos fósiles de Israel son muy escasos y casi todo el suministro energético tiene que ser importado. La energía solar se utiliza principalmente para calentar el agua en las casas y equivale al 2-3% del consumo total de electricidad. Los recursos de energía eólica son muy limitados.

La demanda de electricidad en Turquía subió un 11,8% en 1996, en comparación con el año anterior, lo que supone la mayor tasa de crecimiento del mundo. Durante el periodo de 1998-2010, Turquía gastará probablemente unos 70.000 millones de dólares en esta infraestructura - suficiente para triplicar su capacidad actual. A primeros de 1998, la industria eléctrica de Turquía se enfrenta a una cuestión importante relacionada con las perspectivas de privatización. Si se aprobara la legislación sobre privatización aumentarían considerablemente los incentivos para las inversiones locales que financien la nueva infraestructura eléctrica. Sin embargo, por razones políticas, es remota la posibilidad de que esto suceda antes del final de la década. Es probable que la BOT (Build Operate Transfer) siga siendo la opción preferente para financiar la nueva infraestructura eléctrica en Turquía durante el período 1998-2010, siempre y cuando se eliminen los obstáculos legislativos que ahora prevalecen. Turquía dispone de recursos hidráulicos significativos.

Energías renovables en los países mediterráneos no europeos

El uso creciente de energías renovables (ER) en la región mediterránea es totalmente consecuente con la mayoría de los escenarios de desarrollo social y económico en dicha región y esto continuará así durante las próximas décadas. Un mercado energético en rápida expansión junto con cambios importantes en la estructura del sector es una tendencia que no puede por menos que seguir creciendo al tiempo que los mercados de la Unión Europea y los del Sur mediterráneo van estando cada vez más integrados. Estos dos elementos ofrecen, por sí mismos, grandes oportunidades para las energías renovables y la industria deberá estar en alerta para aprovecharlas. La utilización de las fuentes de energía renovables ofrece ventajas a nivel local, regional y mundial.

Los países del SEM tienen como característica común, la disponibilidad de altos niveles de radiación solar (4 a 6 kWh/m2/día). También son grandes los recursos eólicos, existiendo lugares disponibles para ello en casi todos los países. Así, dada la escasez de recursos fósiles en algunos de los países del SEM, las energías renovables, gracias a sus beneficios sociales y medioambientales, resultan una solución ideal para satisfacer la demanda creciente a nivel local, regional y nacional. Consciente de estos factores, la Comisión Europea está promoviendo intensamente las tecnologías de energías renovables, tanto en el interior como en el exterior de la Unión Europea. Tanto la UNESCO como la CE han determinado una serie de proyectos o programas en el ámbito aplicables a los países del SEM.

Sin embargo, las energías renovables no se han tenido en cuenta, por lo general, en los planes de electrificación de estos países. Sólo se consideran estas tecnologías como una posible solución en los planes nacionales de electrificación en aquellas zonas alejadas donde no está previsto que la red eléctrica llegue en los próximos diez años. En estos casos, las energías renovables pueden considerarse como una opción para la electrificación. En la Tabla 3 se resumen los planes de energías renovables implementados, o que se implementarán en un futuro próximo en algunos países del SEM.

Tabla 3. Iniciativas de energías renovables en los países del SEM

El gobierno de Argelia ha implementado un programa de energía fotovoltaica para instalar sistemas solares domésticos en pueblos remotos. Este proyecto pretende electrificar 1.000 hogares localizados en 20 pueblos. Otros proyectos van a desarrollar centrales fotovoltaicas para suministrar electricidad a redes aisladas alimentadas ahora por equipos diesel. La planta solar, instalada en Melouka en 1985, está considerada como la mayor de este tipo en el mundo.

En Tetuán (Marruecos) se está desarrollando una central eólica de 50 MW, como proyecto energético independiente. La biomasa tiene algunas posibilidades con la utilización de residuos agrícolas y se han identificado más de 200 localidades para minicentrales hidráulicas (5 kW a 200 kW). Se encuentra en estudio una central térmica solar cerca de Jerada. El programa de electrificación rural promovido por el gobierno se refiere principalmente a la ampliación de la red eléctrica pero también trata de electrificación descentralizada con sistemas de energías renovables para pueblos pequeños y dispersos, principalmente mediante tecnología fotovoltaica.

En 1978, Túnez lanzó un plan nacional para promover las energías renovables (ER). Se ha llevado a cabo una evaluación detallada de los recursos de ER, identificándose como los más importantes, los recursos solares y los recursos eólicos. Los agentes eléctricos y otras organizaciones relacionadas con la electrificación rural han llevado a cabo algunos proyectos para llevar la electricidad a los hogares mediante energía fotovoltaica.

Desde 1980, el Ministerio de Energía y Electricidad de Egipto ha formulado una estrategia nacional para el desarrollo de aplicaciones de energías renovables y de medidas para la conservación de la energía. Los objetivos se cumplirán principalmente con el uso de tecnologías de energía solar, energía eólica y energía de biomasa. Hasta el 2005, el programa incluye 400 MW de explotaciones eólicas y 300 MW de centrales de ciclo combinado integrado solar-térmico (con un 15% de contribución solar). Actualmente está en funcionamiento una explotación eólica de 5 MW que emplea turbinas de fabricación local. El programa de energía solar fotovoltaica en Egipto pretende acelerar la introducción de la energía fotovoltaica en pequeños pueblos situados en zonas remotas.

En Palestina las actividades de energías renovables son escasas. Algunas iniciativas de cooperación han empezado a promover las energías renovables en el territorio palestino.

En Turquía se están emprendiendo estudios para evaluar las posibilidades de la energía eólica. Los recursos geotérmicos se localizan en la región occidental de Anatolia y allí está en funcionamiento una central geotérmica de 15 MW. Las posibilidades de la energía hidráulica en pequeña escala son muy importantes, y el país tiene una capacidad instalada de 350 MW. Se estima que la contribución de las energías renovables (excluyendo la energía hidráulica) alcanzará los 100 MW en el año 2020.

En el norte de los Altos del Golan (Israel) está funcionando una explotación eólica de 5 MWe y existe un plan para añadir otras dos explotaciones. La empresa eléctrica pública de Israel está estudiando la posibilidad de integrar una central solar en la red local cuando la tecnología sea económicamente factible. Entretanto, las tecnologías de ER se están evaluando y comprobando sobre el terreno mediante pequeñas plantas experimentales.

En 1983, se estableció en Jordania el Renewable Energy Research Centre (RERC). Tiene capacidad para realizar proyectos de investigación , de desarrollo y de experimentación.

Los proyectos o programas de cooperación entre la UE y los países del SEM en el sector de las energías renovables son escasos en relación con las posibilidades de la región. La tecnología más extendida es la de energía solar. La razón principal es que es una tecnología modular y por ello, más asumible para los fondos de cooperación. La energía eólica dispone de buenas oportunidades en lugares específicos pero no está muy extendida. Las tecnologías de biomasa y de energía térmica solar son menos populares debido a problemas técnicos o a dificultades para adaptarlas a la región. Sin embargo, las posibilidades para la electrificación rural son enormes, si se considera el aumento de población esperado y las posibilidades de mejora del bienestar de dicha población.

A pesar de ello, el resultado de la difusión de tecnologías de ER en las zonas rurales de los países del SEM no es demasiado bueno. La razón principal ha sido la falta de soporte a las infraestructuras, puesto que los sistemas superan, en su mayoría, a la capacidad de los operadores comerciales locales. Dicho soporte incluye la formación de los técnicos y empresarios locales, investigación y desarrollo de nuevos productos, esquemas de mercadotecnia, financiación y crédito, educación y establecimiento de redes. Como resultado, no ha sido posible desarrollar proyectos con objetivos bien definidos, emprender iniciativas complementarias, proporcionar un soporte continuado y responder con rapidez a problemas inesperados. La gestión a nivel local ha aportado una serie de beneficios, en comparación con los proyectos emprendidos por grandes compañías. Estas iniciativas reducen normalmente los costes de operación y de administración, aumentan las tasas de pago e involucran a las industrias locales.

Es importante advertir que las tecnologías de energías renovables (ER) no son competitivas en el mercado frente a las tecnologías de energías convencionales. Los países menos desarrollados, tales como los del SEM, no pueden asumir el coste extra, de modo que resulta esencial la cooperación para que las tecnologías de ER se difundan en estos países. En consecuencia, si Europa quiere fortalecer su industria de energías renovables, resolver problemas medioambientales del área mediterránea y contribuir a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono de los países del SEM, es necesario que se aumenten los fondos destinados a la promoción de ER. El sistema del refuerzo multilateral frente al nacional para la ayuda al desarrollo podría contribuir a una estrategia mejor definida para la difusión de las ER en la zona. Este tipo de cooperación puede hacer que sean asumibles proyectos más ambiciosos y ayudar a que la planificación sea más coherente. Esta ayuda es absolutamente crucial para el desarrollo de un mercado fuerte y coherente de las energías renovables en los países del SEM.

Para que exista un mercado coherente de ER en el área mediterránea resulta esencial un programa coherente de cooperación. No obstante, existe una serie de obstáculos. Entre ellos se incluye el hecho de que los Estados Miembros ejercen un estrecho control sobre el Programa Europeo de Desarrollo; los presupuestos de la CE para Ayuda al Desarrollo (ODA) han crecido rápidamente desde 1990 y, como resultado, han aparecido algunos problemas de gestión; la contribución total de los países de la UE a otras instituciones de cooperación multilateral se ha reducido; aproximadamente la mitad de los fondos presupuestados para la cooperación al desarrollo no se gastan en realidad; los Estados Miembros no se implican seriamente en un proceso para mejorar las ayudas de la UE.

Conclusiones

La mayoría de los países del Sur y del Este del Mediterráneo están interesados en el sector de la tecnología de energías renovables. La implementación satisfactoria de proyectos de tecnología de ER es vital para países que intentan crear la infraestructura necesaria para sostener su desarrollo económico.

Las iniciativas para fomentar una amplia adopción de sistemas de ER varían enormemente dependiendo de la tecnología y de las organizaciones en cuestión. Pero de las lecciones aprendidas en los proyectos de ER de la región podemos destacar los puntos siguientes:

La intervención de los participantes es beneficiosa para adaptar una tecnología a la medida del ámbito de demanda. Además podrían reducirse los costes a través de la movilización de recursos y de capacidades locales y el aumento de la participación hace subir los niveles locales de responsabilidad y de compromiso.

Las propuestas bien planificadas y evaluadas darían más posibilidades de éxito al proyecto, fomentarían otras propuestas de características similares y disminuirían las barreras financieras y de otro tipo. También es importante no rebajar el servicio energético que se presta ofreciendo regalos. Los consumidores se resistirán a comprar bienes si otros los han recibido gratuitamente, y la falta de valor intrínseco podría dificultar el establecimiento de importantes mercados de segunda mano.

Las entidades financiadoras podrían ser organizaciones de ayuda bilateral o multilateral. Preferiblemente sus programas deberían ser independientes de las implicaciones políticas cotidianas, siendo al mismo tiempo compatibles con la estrategia gubernamental relevante.

La provisión de servicios energéticos básicos a las comunidades es un nicho específico del mercado energético. Un dilema clásico en este tipo de mercados es la competencia por territorios que proporcionen combustibles para la energía, una rentabilidad directa y alimentos. Estos conflictos dificultan el establecimiento de un mercado sostenible de los combustibles. Invariablemente, tales esquemas se conciben para abordar necesidades sociales de transferencia tecnológica más que necesidades económicas. Probablemente son necesarios los incentivos dirigidos pero deberían planificarse para su eliminación progresiva, y adaptarse los esquemas de pago a las situaciones de liquidez y de crédito de los clientes.

Otro nicho de mercado son los programas de electrificación rural que fomentan el desarrollo más allá del simple suministro de servicios energéticos básicos. El programa deberá procurar también el fomento del empleo local, con el desarrollo de la educación, el adiestramiento y las infraestructuras asociados a ello.

El presupuesto de la CE para ayudas de cooperación se ha enfrentado a una serie de problemas. No obstante, estas ayudas son cruciales para el desarrollo de un mercado coherente de las energías renovables en los países del SEM. Deberá concederse más importancia a los fondos de cooperación de la CE que a los fondos de cooperación nacionales (bilaterales). Los fondos de ayuda multilaterales pueden asumir proyectos de mayor envergadura y pueden centrarse mejor en las necesidades de los países. El presupuesto gastado en fondos de cooperación multilaterales se discute más concienzudamente y, en consecuencia, puede abordar mejor los problemas reales de estos países. Es cierto que al producirse más discusiones se necesitará más tiempo para la implementación, pero como resultado se obtendrán proyectos en los que exista mayor acuerdo entre los donantes y los receptores. Otro aspecto positivo es la posibilidad de definir una estrategia para la región mediterránea. La implementación conjunta de proyectos energéticos en los países del SEM constituye otra posibilidad y actualmente parece ser una estrategia muy prometedora para incrementar los intercambios comerciales y para involucrar a la industria en la cooperación.

Palabras clave

energías renovables, países mediterráneos, cooperación

Referencias

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Contacto

Miquel A. Aguado-Monsonet, Institute for Prospective Technological Studies (IPTS)

Tel.: +34 95 448 82 90, fax: +34 95 448 82 70, correo electrónico: miguel.aguado@jrc.es

Sobre el autor

Miquel A. Aguado-Monsonet obtuvo el grado de Doctor en Ingeniería Química en la Univesidad de Barcelona. Después de ejercer como profesor de Química e Ingeniería química empezó a trabajar en el IPTS en proyectos relacionados con energías renovables. Está interesado especialmente en los campos de la Energía, Ingeniería Química y Medioambiental y actualmente es responsable del proyecto "Implantación de esquemas de energías renovables en los países del sur del Mediterráneo" Proyecto JOULE.

The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and Spanish.

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