La inversión socialmente responsable como pieza clave del desarrollo económico

AutorMaría Teresa Blanco Hernández
CargoReal Centro Universitario «Escorial-María Cristina» San Lorenzo del Escorial
Páginas517-540

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I Introducción

Cuando acudimos a una entidad bancaria con el fin de depositar nuestros ahorros nos informamos de la rentabilidad que vamos a obtener en nuestra inversión, del riesgo a asumir y de la liquidez que tiene el producto que vamos a contratar, características que definen cualquier activo financiero. Pero raramente preguntamos sobre el uso que se le va a dar al capital invertido y, del mismo modo, la entidad bancaria tampoco suele preguntar al depositante sobre sus preferencias respecto al destino de los fondos que le confían. De tal manera que los intermediarios se encuentran con unos fondos de dinero que pueden canalizar hacia actuaciones que pudieran ir en contra de los principios de los inversores, únicos dueños de ese dinero.

No debemos olvidar que las entidades bancarias «negocian» con capital ajeno, que toman de los prestamistas u oferentes de fondos y ponen a disposición de los prestatarios o demandantes de fondos: esta práctica define el «negocio tradicional bancario». Examinemos con detalle las partes implicadas en esta operativa y tratemos de encontrar cabida al término de responsabilidad.

* Por un lado, y en su papel de prestamista, las entidades bancarias tienen en sus manos un poder de decisión muy destacado, puesto que tienen capacidad para seleccionar proyectos de inversión y consumo, gestionar riesgos y decidir quién accede al capital y qué actividades se financian (Cuesta, M., 2006). Y en este sentido, los intermediarios financieros juegan un papel clave y activo en el desarrollo económico y social de los países, destino de sus inversiones.

* Por otro lado, y por lo que respecta a su actividad captadora de fondos, parece aconsejable que las entidades de depósito inicien y mantengan un continuo diálogo con los oferentes de recursos financieros o ahorradores, con el fin de conocer qué tipo de inversiones les interesan y en qué condiciones (Blanco, M. T., 2006). Page 518

Gráfico 1.

Relación entre entidades financieras y oferentes y demandantes de fondos

(Gráfico en Documento Pdf)

Fuente: Manual de Sistema Financiero Español. 2006. Ariel Economía.

En este simple intercambio de fondos entre unos y otros agentes económicos, en los que la entidad bancaria actúa como mero intermediario, se pone de relieve el importante papel que juegan éstos, en cuanto a su elección sobre el destino de los fondos captados y las potenciales consecuencias del mismo, en términos de sostenibilidad y desarrollo económico.

En esta transferencia de fondos desde los prestamistas hacia los prestatarios, pero en sentido contrario, se establece una transferencia de riesgo, que clasificamos en, al menos tres tipos: económico, social y medioambiental, del que la entidad bancaria es la responsable, pues es la que decide sobre el destino más o menos sostenible del dinero. Y de este modo, está más que justificado hablar del concepto de Responsabilidad Social Corporativa del entramado bancario, pues de la falta de consideración de los riesgos sociales y medioambientales, pueden derivarse los riesgos económicos y, por ende, su contribución en mayor o menor medida al desarrollo sostenible de los países receptores de esos recursos financieros.

Gráfico 2.

Transferencia de fondos y de riesgos

(Gráfico en Documento Pdf)

Fuente: Manual de Sistema Financiero Español. 2006. Ariel Economía. Page 519

Por otra parte, la creciente preocupación del conjunto de los agentes económicos en cuanto a que las empresas en las que invierten manifiesten o no un comportamiento ético y, en concreto, las entidades bancarias, no es algo novedoso. Sin embargo, en la última década, dicha preocupación se está manifestando de un modo, si cabe, más intenso. Pero, cabe preguntarse, ¿a qué se debe esta intensificación?

Como respuesta a esta demanda, las entidades bancarias se han esforzado en la búsqueda de fórmulas para sus clientes y se han desarrollado los denominados «productos financieros socialmente responsables». Y es que, con la intención de conjugar la ética y la rentabilidad en los productos financieros convencionales, se han desarrollado un conjunto de herramientas financieras cuyo objetivo es proporcionar una utilidad adicional de carácter social a estos instrumentos y no la búsqueda exclusiva de beneficio, característica de los productos bancarios tradicionales.

Se entiende por inversión ética, aquella «política de inversión que combina valores éticos y medioambientales con aquellos esencialmente financieros» (Camino y López, 1995). En esta definición se extrae como principal consecuencia que, cuando las inversiones son capaces de conjugar todos estos aspectos (éticos, medioambientales y financieros), sin duda las harán ser más atractivas de cara a aquellos inversores éticamente sensibilizados.

Pero nuestro estudio va más allá, puesto que la adopción de una actitud socialmente responsable por parte de las entidades bancarias va a influir en sus relaciones con el conjunto de agentes económicos partícipes, y con ello va a contribuir a proporcionar un mayor bienestar al conjunto de la sociedad y será su aportación para el desarrollo sostenible de los países receptores de las inversiones.

Con el término Inversión Socialmente Responsable se designa a una variedad de herramientas utilizadas para promover la responsabilidad social de la empresa de forma que se mejore la calidad de vida de la comunidad.

En el siguiente apartado se ponen de manifiesto las ventajas y beneficios que de este comportamiento ético se derivan para el conjunto de agentes económicos y, por tanto, la justificación de que aflore con más intensidad que nunca el concepto de Inversión Socialmente Responsable (ISR). Page 520

A continuación, se hace referencia a los diferentes grupos de interés a los que beneficia esta actuación. En el tercer gran apartado se analizan los orígenes y la posterior evolución de la inversión socialmente responsable. En el cuarto capítulo se define la llamada banca ética y se hace un repaso desde sus orígenes hasta el contexto a nivel europeo e internacional de la misma. En el quinto capítulo, los microcréditos y los fondos rotatorios son estudiados y analizados. Para finalizar, en el Anexo 1 hay una breve referencia a Yunus como receptor del Premio Nobel de la Paz en 2006, por los microcréditos y el Banco Grammen.

II Grupos de interés que se benefician del comportamiento ético de las empresas

La Responsabilidad Social Corporativa se concibe como una forma de gestión, cuyo objetivo «consiste en hacer bien las cosas para todos»1, entendiendo que todos y cada uno de los grupos afectados encuentran razones por las que resulta interesante y atractivo llegar a cabo esta forma de actuar. Pormenoricemos esta afirmación: en primer lugar, la propia entidad bancaria que actúa de una manera determinada, continuamos por todos los grupos que guardan alguna relación con la misma, sean estos accionistas, empleados, clientes o proveedores, y finalizamos en el interés que revierte dicha actuación para la sociedad en general.

Por tanto, los tres grupos que se encuentran afectados por la actuación socialmente responsable de las entidades bancarias son:

- Las propias entidades bancarias.

- Visión Stakeholders.

- Desarrollo sostenible.

En primer lugar, señalamos las razones por las que resulta interesante y atractivo practicar la inversión socialmente responsable para las entidades financieras. Entre ellas:

  1. El incesante incremento de la competencia al que se enfrenta el sector financiero-bancario desde hace ya tiempo, pero especialmente en la última década, tanto a nivel internacional como dentro del territorio nacional. Page 521 Esta situación conduce y casi obliga a las entidades a la búsqueda de nuevos productos y servicios que ofertar a los potenciales clientes, con el objetivo, sino de aumentar, al menos mantener su cuota de mercado y de cubrir posibles demandas de clientes que pudieran estar insatisfechas.

  2. Por otro lado, las necesidades de los clientes de los servicios y productos bancarios tienen mayor grado de sofisticación y se lanzan al mercado en búsqueda de nuevos productos que satisfagan sus necesidades. En este sentido, se percibe un incremento de concienciación por parte de los clientes de productos bancarios en torno a conceptos tales como transcendencia social, ética y/o medioambiental.

  3. Por último, también prevalecen razones subjetivas, morales y de auto compromiso por parte de las propias entidades financieras que se encuentran en la línea de una nueva cultura corporativa que está aflorando en los últimos tiempos y que discurre a modo de corriente empresarial. Esta tendencia se caracteriza por el uso de denominaciones tales como Responsabilidad Social de la Empresa y la Inversión Socialmente Responsable.

    Una vez descritas las razones por las que resulta beneficioso para las entidades bancarias sumarse a la corriente de inversiones socialmente responsables, nos surge una nueva cuestión. ¿Cuál de las tres razones tiene mayor peso? ¿Obedece la actual oferta de instrumentos de inversión socialmente responsables a motivaciones reales y de compromiso con esta finalidad o se debe a otras razones como la diversificación de la oferta o la conquista de nuevos nichos...

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