Muñoz Sabaté, L.: La prueba de la simulación. Semiótica de los negocios jurídicos simulados
| Autor | Julio Colomer Sancho |
| Cargo | Registrador de la Propiedad |
| Páginas | 1049-1054 |
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Muñoz Sabaté, L.: La prueba de la simulación. Semiótica de los negocios jurídicos simulados. Ed. Hispano Europea. Barcelona, 1972. 420 páginas.
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Tesis doctoral de su autor, distinguida con la calificación de sobresaliente cum laude por la Universidad de Barcelona, tiene esta obra propósito y, sobre todo, carácter netamente procesalista, estando dividida en tres partes bien diferenciadas y enunciadas, respectivamente, «Elementos de la semiótica», «Semiótica de la simulación» y «Exposición semiótica de los indicios de simulación». Su contenido esencial es claro y puede formularse brevemente: como es sabido, el verdadero problema de la simulación no radica en su configuración o sanción jurídicas, sino en la dificultad casi insuperable de su prueba; con todo, existe una larga serie de indicios característicos relativos a las partes que intervienen en el negocio o al negocio mismo y sus distintos elementos, como después veremos, que permite llevar a la convicción del juzgador, por la vía de las presunciones, la certeza de la simulación. El profuso y metódicos análisis de tales indicios en general y pormenorizados constituye ciertamente si no un hallazgo en términos absolutos, sí una sistematización estimable y clarificadora y, por lo mismo, una aportación positiva. Y ésta es opinión que compartimos con varios jueces y abogados en ejercicio que hemos consultado.
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La primera de las tres partes que integran la obra consta de 110 páginas y constituye una especie de introducción metodológica, ocupándose de la prueba, en general (primero y segundo capítulos: «La heurística» y «El método heurístico»), y de los indicios y las presunciones, en particular (capítulo tercero: «Semiótica judicial»). En ella desarrolla Muñoz Sabaté la idea de un Derecho probatorio de contornos amplísimos y orientación estrictamente científica, realizando después una exposición muy detenida y rigurosa de lo que son y lo que significan, en una doble perspectiva estático o conceptual y dinámico o funcional, los indicios y sus secuelas, las presunciones. El tema es interesante y su tratamiento, en conjunto, inteligente y original, aunque, en pos de un cientifismo jurídico a ultranza, los postulados resulten en ocasiones exagerados (pág. 10, a propósito de la actitud psicológica de los jueces: «Nadie se ha puesto a diseccionar este proceso anímico, cual si fueran temas que no interesaran al jurista o, lo que es peor, como si se tuviese miedo a ciertas...
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