RUIZ CASTILLO, José Luis. RDC. Barcelona, Carena, 2011
| Páginas | 207-208 |
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Es un poemario constituido por seis capítulos y un séptimo de homenajes. Un puñado de poemas que rinden homenaje, en un espacio revuelto, a creadores tan diversos como Goya, Falla, Salvat-Papasseit, Manuel Ávila o Maite Martín que tiene en común la luminosidad, la luz que hay en sus obras, la luz del pensamiento y el grito.
El título RDC sale de las iniciales de cada capítulo. A lo largo del libro se va recorriendo un camino en el que se trenzan diversos hilos. Por un lado hay una mirada continua a la naturaleza, a sus elementos materiales como son las playas, los árboles, las piedras, los ríos, los montes... más que para verlos para trascenderlos y crear una íntima relación entre ellos y la persona humana, entre la naturaleza y las condiciones de la vida que el poeta pueda entrever:
Los montes,
las tierras,
las ventanas
son un regazo extendido donde anida la existencia.
o allá en el poema «El martinete»:
...un retumbar de latidos golpea el alma y la tierra.
o en «La luna»
Plenilunio interior
inunda de luz blanca los ojos...
Así la noche, la luna, el agua, el mar, el viento, el alba son los lugares en los que se engarzan la soledad, la angustia, el amor, el aliento...
Otro hilo de la urdimbre del libro es el ritmo. Un ritmo que se especifica, además de en la arquitectura y desarrollo de los poemas en
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títulos y temas como «Ritmo del corazón», «Onda o playa sinuosa». Ritmo poético que se manifiesta, tal vez más patentemente, en «Cantares» o en el poema «En tu voz».
Romances, romances viejos, de amores y desventuras dichos en noches oscuras con ritmo cansino y lento
a los niños, junto al fuego,
y a los amigos que escuchan.
El libro permite ser leído con un ritmo continuo. Y el ritmo también está representado por el aliento. El aliento que es lo que nos mantiene y empuja, lo que nos da vida. Tomar aliento acompasado, continuo...
[...] como el aire que exigimos trece veces [por minuto... (Celaya)
El aliento es vigor de ánimo, valor, esfuerzo. Esfuerzo que nos hace crear la conciencia. Que la estructura y nos hace avanzar buscando y acogiendo las cosas que amamos. (Como vemos en el poemas «Aliento» o en «La vida se retuerce»). Y en un prose-guir continuo el aliento se va convirtiendo en ansía por alcanzar nuestros deseos.
El alma... mira
por las rendijas del ansia aguardando el encuentro del espíritu
con los placeres y el...
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