El régimen señorial de lerma en el siglo XVI

AutorGonzalo Martínez Díez, S. I.
Páginas1129-1152

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1. Las variables competencias señoriales

Una ejecutoria de la Real Chancillería de Valladolid1 expedida el 22 de marzo de 1553, que venía a resolver definitivamente un largo litigio, iniciado ya a finales del siglo XV, entre los señores de la villa, los Sandoval y Rojas, entonces sólo marqueses de Denia y condes de Lerma, de una parte, y la villa de Lerma y sus aldeas de la otra parte, nos permite conocer la serie de exacciones que abusivamente los señores habían ido imponiendo a la villa y sus aldeas, y de las que estas últimas se verían finalmente liberadas por la mencionada sentencia y ejecutoria.

Sin estos abusos del señor el contenido del señorío, tanto en el orden económico como en el jurisdiccional, cuando se trataba de villas que habían gozado de autonomía previa, podía tener un alcance muy reducido, que apenas fuera más allá de la percepción de unas exiguas penas de cámara y de la confirmación protocolaria de los alcaldes ordinarios y de otros oficiales presentados por los vecinos de la villa. Lo que quedaba siempre a salvo para el señor en todo caso era la administración de justicia en segunda instancia2.

Lerma nos ofrecerá una agitada historia señorial que pasará desde el señorío de la Casa de Lara al realengo, de nuevo al señorío del infante don Fernando dePage 1130 Antequera y de manos de éste a señorío nobiliario de los Sandoval y Rojas, con la vuelta en dos ocasiones al realengo a causa de la confiscación regia.

Las competencias señoriales poco gravosas en un principio se ampliarán durante el señorío de los Sandoval y Rojas provocando la reacción de la villa y aldeas que acudieron en petición de justicia a la Chancillería de Valladolid.

La carta ejecutoria expedida finalmente en 1553 nos permitirá conocer cuáles eran en realidad las competencias del señorío sobre Lerma, señorío heredado de sus antepasados por el duque de Lerma pocos años después, por el primero de los validos de la Edad Moderna, sistema de gobierno que un día mereció la atención de la tesis doctoral del profesor Tomás y Valiente, a quien hoy tributamos este homenaje.

2. Lerma bajo la casa de Lara

La villa de Lerma aparece por primera vez citada en la documentación medieval en el tomo V de al-Muqtabis, la magna obra histórica de Ibn Hayyan, al reseñar el itinerario seguido por el califa Abdarrahman III en su campaña del año 934: ...la ciudad de Burgos con su antigua y elevada alcazaba y su llano, la fortaleza de Patencia [Palenzuela] y su llano, la fortaleza de Escuderos y su llano y monasterio adyacentes, y la grande y bien construida ciudad de Lerma y su importante llano. Esta fue hallada desierta, siendo destruidos todos sus palacios e iglesias: este era el punto de partida de los escuadrones y ejércitos enemigos contra el país musulmán y allí se repartían el botín y cautivos que hacían3.

A pesar de la importancia manifiesta de Lerma ya en el siglo X, no la volvemos a encontrar documentada hasta dos siglos más tarde, en el reinado de Alfonso VIII, cuando este monarca, el 2 de septiembre de 1167, otorgue una carta en Lerma4, o el 1 de noviembre de 1198, al conceder al monasterio de San Pedro de Berlangas el derecho a cortar leña en el monte de Lerma hasta un total de ocho cargas de acémila mayor cada semana5.

En este mismo reinado confirma los privilegios regios entre los años 1160 y 1202 y desempeña también el mayordomazgo regio un magnate, don Pedro García de Lerma, hijo de don García García de Aza, que en 1174 une a su nombre el apellido locativo de Lerma, indicio de ejercer o haber ejercidoPage 1131 durante algún tiempo la tenencia, no forzosamente el señorío, de la villa de Lerma6.

Don Pedro García de Lerma se eclipsa en la documentación el 22 de agosto de 1202, y pocos años después, en 1217, encontramos ya la villa de Lerma en manos de don Alvaro Núñez de Lara, a quien le será arrebatada militarmente por el recién coronado Fernando III partiendo de Muñó: Progredientes inde ceperunt Lerma, postea Lara et inde reuersi sunt Burgis7.

Parece que Fernando III retuvo la villa de Lerma dentro del realengo, pues el 15 de enero de 1227 concedía a las religiosas cistercienses de Villamayor de los Montes licencia para apacentar noche y día sus ganados y cortar leña en los montes de Lerma8.

Pero al restaurarse el poderío de la Casa de Lara a ruegos del heredero de la Corona, el futuro Alfonso X, en la persona de un sobrino de don Alvaro Núñez de Lara, de nombre Nuño González de Lara, la villa de Lerma vuelve a la órbita, sea tenencial o sea señorial, de dicha Casa nobiliaria. Así la encontramos en 1271 cuando don Nuño González de Lara convoca en Lerma, en torno suyo, a los nobles del reino que van a enfrentarse con el Rey Sabio 9. De Lerma salió también don Nuño al encuentro del rey Alfonso con gran mesnada armada10.

El año 1299 Lerma continuaba en manos de los Lara; el rey Fernando IV tuvo que tomar Lerma de nuevo, que se encontraba en poder de don Juan Núñez de Lara, II de este nombre y nieto de don Nuño González de Lara11.

Poco solían durar estas confiscaciones regias; devueltos sus bienes a los Lara, en 1328 sabemos cómo moraba en Lerma doña Juana de Lara, llamada La Palomilla, hermana de don Juan Núñez de Lara II, el cual había fallecido sin hijos en 1315: et enviaron por doña Joana, que fue mujer de Don Fernando, que estaba en Lerma, porque fuese con el Rey et con la infanta su hermana a las bodas. Et doña Joana veno a Palencia, et con ella don Joan Núñez [III] su fijo, et por quanto era mozo de muy pocos días tornóse para Lerma 12. Lerma aparece aquí como la residencia habitual de los titulares de la Casa de Lara.

Lo mismo sucede el año 1333 durante el enfrentamiento entre el rey Alfonso XI y su rebelde vasallo don Juan Núñez de Lara III. A Lerma se acogen,Page 1132 junto a don Juan Núñez, los nobles que se apartan del rey 13; a Lerma se retira el propio don Juan Núñez tras la ruptura con el rey en Villaumbrales 14, y a Lerma regresa el mismo don Juan Núñez tras su entrevista en Aragón con su monarca Alfonso IV y el infante don Juan Manuel15.

Una vez estalladas en 1334 las hostilidades entre el rey y don Juan Núñez de Lara, éste rehuye el encuentro con el ejército regio y retrocede para encastillarse en su villa de Lerma, donde fue cercado por las tropas de Alfonso XI desde los primeros días de abril hasta entrado agosto. Un acuerdo entre el monarca y el vasallo rebelde pondría fin por el momento al conflicto armado16.

Reanudadas las hostilidades en 1336, Alfonso XI formalizó a mediados de junio un segundo asedio de don Juan Núñez III, encerrado en Lerma, que se prolonga hasta el 4 de diciembre, en que el magnate tendrá que rendir Lerma y las demás villas, que vieron arrasados sus muros, salvando a cambio su vida y sus bienes señoriales17.

El 28 de noviembre de 1350, reinando ya el rey don Pedro, fallecerá don Juan Núñez de Lara III y antes de pasados dos años su hijo y heredero don Nuño; con esta ocasión el rey don Pedro incorporará a la Corona Lerma y los demás señoríos de la Casa de Lara: Otrosí todas las tierras de Lara, que eran del dicho don Nuño, fincaron por el Rey18.

3. Lerma en el realengo o con el Infante Don Fernando de Antequera

Cuando el rey don Pedro confiscaba la tierra de Lara este señorío se componía de la villa de Lerma y otras cinco villas, siendo la villa del Arlanza la cabeza de toda la tierra de Lara: Otrosí la tierra de Lara ha a estos lugares: Lerma con su tierra e Villafranca de Montes Doca, e Ameyugo e Busto e Valluércanos e Torrelobatón 19.

Aunque el infante don Tello contrajera matrimonio el 15 de octubre de 1353 con doña Juana de Lara, hija don Juan Núñez Lara III, y recobrara el señorío de Vizcaya, no consta que en ningún momento el rey don Pedro le otorgara el señorío sobre Lerma y las otras villas arriba mencionadas, que habían integrado la tierra de Lara.Page 1133

Sólo en 1366, en su primera entrada en Castilla, el rey don Enrique mandó a don Tello, su hermano, que se llamase conde de Vizcaya e de Lara e de Aguilar e señor de Castañeda20; con esta ocasión nos dice expresamente la Crónica que el rey don Enrique dio Lara y Vizcaya a don Tello: e por tanto diolas el rey don Enrique, que agora regnara, al dicho don Tello21.

Pero a pesar de estas afirmaciones de la Crónica no hemos visto ni un solo documento de don Tello en que éste se titule conde o señor de Lara, ni en su testamento menciona para nada las villas y lugares de la tierra de Lara; por ello nos resulta muy dudoso ese supuesto señorío de don Tello sobre la villa de Lerma.

En todo caso ese dudoso señorío de don Tello sobre la villa de Lerma, en la más favorable de las hipótesis, apenas rebasaría una duración de cuatro años, pues este infante fallecería en Medellín el 15 de octubre de 137022.

A la muerte de don Tello, según parece deducirse de la Crónica, el rey don Enrique hizo entrega de Lara y de Vizcaya al infante y heredero, al futuro Juan I: E dio el rey el Señorío de Lara e de Vizcaya su fijo el infante don Juan, que era primero heredero del Regno, por quanto non dexó fijo legítimo don Tello, e otrosí porque estos dos señoríos pertenecían por herencia a la rey na doña Juana su muger...

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