¿Qué tipo de sociedades estimulan la confianza en los Tribunales penales? Una aproximación al análisis comparado europeo
| Autor | Esther Fernández Molina y David Vázquez Morales |
| Cargo | Centro de Investigación en Criminología. Universidad de Castilla-La Mancha |
| Páginas | 233-263 |
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En las últimas décadas algunas de las principales encuestas de opinión realizadas a lo largo de la geografía europea han evidenciado que los tribunales penales tienden a ser uno de los agentes del sistema de justicia
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peor valorados por la ciudadanía3. Cuando la imagen pública de los tribunales es mala, los ciudadanos están menos dispuestos a denunciar los delitos y colaborar como jurados o testigos4. Por ello el apoyo ciudadano ha mostrado ser fundamental para garantizar un trabajo más fluido y eficiente de la administración de justicia penal5. A pesar de que la confianza en los tribunales penales por lo general es baja, desde una perspectiva comparada el crédito social del que gozan estas instituciones de justicia varía sustancialmente en función del país de los encuestados.
Sin embargo, en Europa aún se sabe relativamente poco acerca de las bases de la confianza en las autoridades judiciales y las dinámicas que modifican sus niveles, pues el grueso de la literatura científica que ha abordado este fenómeno proviene de Estados Unidos. A este respecto, la literatura especializada apunta a las percepciones ciudadanas de injusticia en la interacción con los funcionarios judiciales y a la ineficacia o deficiencias en el rendimiento del sistema de justicia6como algunas de las principales fuentes de insatisfacción ciudadana que erosiona la confianza en dichas autoridades. Estos resultados obligan a la reflexión en la medida que, resultan en cierto modo paradójicos puesto que, los sistemas de justicia actuales son probablemente los más eficientes y más justos de la historia7, y en cambio por lo general los niveles de confianza son muy
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bajos y han ido disminuyendo desde que se tienen medidas comparables a nivel internacional8. A lo largo de los últimos años, gracias en parte a la inclusión de un módulo de confianza en la justicia en la quinta edición de la Encuesta Social Europea (ESE), en Europa se ha experimentado un aumento exponencial de las investigaciones que exploran las evaluaciones ciudadanas acerca del sistema de justicia. Sin embargo, los análisis más complejos se han centrado principalmente en las actitudes hacia la policía9o hacia el sistema justicia en general10, siendo escasos los trabajos empíricos referidos a la confianza en los tribunales penales a pesar de ser, como se decía anteriormente, uno de los componentes de la administración de justicia que despierta una mayor insatisfacción.
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Por ello, la información que se tiene a nivel europeo acerca del comportamiento y las bases de la confianza en los tribunales penales aún es muy limitada. Si bien es cierto que en la actualidad algunos trabajos se han encargado de esta cuestión desde una perspectiva comparada11 constituyen aproximaciones parciales, en tanto que han abordado este fenómeno analizando por separado algunos de sus componentes y no la confianza como constructo; y descriptivas, pues apenas han profundizado en la influencia de aquellos factores, ya sean individuales o estructurales, que pueden estar correlacionados con las variaciones en los niveles de confianza. A la hora de analizar el comportamiento de la confianza ciudadana en los tribunales parece importante tener en cuenta que ésta podría, no sólo estar influida por factores intrínsecos relacionados con el propio comportamiento y funcionamiento de los agentes del sistema de justicia, sino también por otros factores exógenos de carácter social o estructural que no dependen directamente de estas instituciones.
Con objeto de aumentar el conocimiento a este respecto, el presente estudio empleando una escala de medición12de la confianza en los tribunales con los datos de la ESE (2010-2011) analiza qué factores estructurales característicos de las diferentes sociedades europeas guardan relación con las variaciones en los niveles de confianza pública en estas instituciones judiciales.
La cuestión de cómo crear y mantener un clima de confianza pública en las autoridades es un tema central para cualquier sociedad democrática, pues parece incompatible con un sistema de justicia denominado democrático que los procedimientos y acciones llevadas a cabo por sus instituciones difieran de los valores, preferencias o deseos de la mayoría
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social13. Para entender la naturaleza de la confianza pública en los tribunales penales, previamente, es preciso identificar qué es lo que espera la ciudadanía de estas instituciones14. A este respecto, atendiendo a las aportaciones de la literatura especializada, las demandas básicas ciudadanas se refieren tanto a la exigencia de justicia, como de eficacia15. En concreto, la población confía en que las instituciones de justicia actúen de forma competente (eficacia), garantizando un procedimiento justo (justicia procedimental) y proporcionando igual justicia y protección a toda la sociedad (justicia distributiva)16. En la medida en que aumenta el nivel percibido de estos tres aspectos lo hace también la confianza.
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Fuente: Elaboración propia a partir JACKSON et al. y TANKEBE17El debate político y académico acerca de la importancia de la confianza pública en las instituciones de justicia para el correcto funcionamiento del Estado y la democracia, se encuentra inmerso en un debate más amplio referido al capital social. El término capital social acuñado por los científicos sociales, a grandes rasgos se refiere al depósito de factores psicológicos (actitudes, identidades y valores positivos) y sociológicos (redes sociales) que predisponen a los individuos y las comunidades a ser capaces de trabajar de manera colectiva para hacer frente a los problemas de la comunidad con mayor eficacia18.
La idea básica que está detrás de la mayoría de las definiciones de capital social es que el buen funcionamiento de las redes sociales, basadas en normas de reciprocidad, sienta las bases para el surgimiento de la confianza19. Cuando una persona (o institución) realiza algo por otra, como pueda ser la provisión de seguridad en el caso de las instituciones de justicia, se genera una relación de reciprocidad, basada en la confianza, entre la institución que realiza la acción favorable y la persona beneficiaria20.
De este modo, cuando las autoridades actúan conforme a las expectativas ciudadanas de eficacia y justicia pueden contribuir a crear capital social en forma de confianza, en la medida en que el crédito público acumulado por la institución revierte positivamente en la sociedad, pues permite estimular acciones de cooperación sin necesidad de recurrir a costosos e ineficaces mecanismos de control social. Las instituciones de justicia simbólicamente representan a la sociedad, y la manera en que actúan y desempeñan su labor proporciona información a la ciudadanía acerca de lo confiables que son en la medida en que trabajan por un objetivo o interés común, lo cual fortalece o debilita el sentimiento de pertenencia al grupo social compartido con la autoridad. De esta manera,
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las personas se involucrarán cooperando para mantener la seguridad y la convivencia con aquellas autoridades en las que confían y con las que comparten valores y preocupaciones21.
En cambio, el modelo de control social predominante en la política criminal actual, que estimula la cooperación por medio de la disuasión, además de haber mostrado ser costoso y mínimamente efectivo en el control de la delincuencia22, resulta problemático desde el punto de vista del capital social. Esto es así porque la amenaza y el castigo no promueven en la ciudadanía la creación de valores positivos e identidades compartidas, sino que la relación del sujeto con la Ley y las autoridades judiciales se basa en el temor y el riesgo. Por lo que, en lugar de generar la cohesión basada en el interés común conduce a las personas a actuar de manera individual motivados por intereses instrumentales referidos a las ganancias y/o pérdidas personales asociadas al comportamiento cooperativo23.
Según ROTHSTEIN y STOLLE24, para comprender el porqué de las importantes variaciones entre países en los niveles de confianza, se hace preciso el desarrollo de investigaciones que aborden esta forma de capital social desde una perspectiva comparada.
Este trabajo propone realizar un análisis de la confianza en los tribunales penales desde la perspectiva comparada con el propósito, no sólo
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de exponer las diferencias entre los distintos países europeos que muestre el análisis descriptivo, sino también de utilizar este punto de vista comparativo para mejorar la explicación y la comprensión del objeto de estudio. Como afirma NELKEN25cada vez hay más temas en Criminología que exigen para su comprensión el análisis comparado, ya que el estudio comparativo puede ayudar a formular y probar hipótesis teóricas.
Así mismo...
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