Psicología y Derecho. Puntos de partida
| Autor | Saturnino de la Torre Trinidad |
Las relaciones entre Psicología y Derecho aparecen afirmadas por unos y negadas por otros. Aquí se trata de establecer los campos en que es posible encontrarlas y observar algunas de sus principales consecuencias.
Afirma J. Sobral (1994), que la Psicología y la Ley parecen dos mundos condenados a entenderse. La Psicología vive obsesionada con la comprensión de las claves del comportamiento humano y, por su parte, el Derecho no es sino un conjunto de preocupaciones acerca de cómo regular y prescribir determinados modos de comportamiento1 Hasta aquí, las coincidencias y, por consiguiente, un punto de partida. Señala Garrido Martín (1994) que ley y Psicología tienen una misma concepción de la conducta y sus causas2. Lo que sucede es que la Psicología descubre esas leyes y el legislador las supone y dictamina en consecuencia. El legislador trata de ser racional y no impone sus leyes por puro voluntarismo, sigue diciendo el mismo autor. Lo que sucede es que el legislador parte de intuiciones personales o del sentido común. Intuiciones que no siempre son contrastadas por la ciencia3.
En estas aseveraciones encontramos la base para el encuentro entre ambas disciplinas. Si el legislador, pese a sus esfuerzos por ser racional, no consigue los resultados que pretende por desconocimiento de los parámetros más elementales que rigen la conducta humana, es evidente que las aportaciones efectuadas por la Psicología le pueden ser de gran ayuda a la hora de diseñar un modelo con más elevados niveles de eficacia.
Muñoz Sabate (1994) diseña tres grandes campos en los que es posible la aproximación psicológica al mundo legal. Y así, habla de una Psicología para el Derecho, una Psicología en el Derecho y una Psicología del Derecho 4.
La Psicología para el Derecho consiste, fundamentalmente, en la actuación del psicólogo al servicio de la Justicia y los tribunales, y da lugar a esa amplia gama de estudios sobre el jurado, sobre la conducta de los jueces reflejada en sus sentencias, sobre psicología del testimonio, sobre responsabilidad y factores de personalidad, etc. Coincide en parte con la llamada psicología forense y se comporta como cualquier ciencia auxiliar para con otra.
La Psicología en el Derecho lleva a contemplar que en el Derecho se utilizan muchos datos de carácter psicológico. Se habla de voluntad, consentimiento, culpa, empelo del castigo como método de persuasión, procesos reflexivos, mecanismos de imputación, etc. En estos casos, el papel del psicólogo es más importante por cuanto ayuda a conocer mejor la racionalidad jurídica.
Por último, la Psicología del Derecho trata de...
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