Precios del petróleo más bajos: implicaciones a largo plazo

AutorBalbino Uribe, Irving Spiewak, y Antonio Soria
CargoUniversidad de Granada - IPTS

Introducción: políticas de precios a largo plazo y volatilidad a corto plazo

La conversión del petróleo en un bien de consumo lo ha transformado en mercancía negociable en mercados internacionales transparentes y con mecanismos sofisticados de negociación de convenios. Después del colapso del mercado del crudo en 1986, los precios oficiales de los países productores se sustituyeron por precios sujetos, mediante diferenciales, a los precios de los llamados crudos de referencia, especialmente Brent del Mar del Norte y US WEST Texas Intermediate. Los mercados de productos internacionales son mucho más variables que el sistema de precios oficiales anterior. Pero su influencia, al fin y al cabo, no es tan grande como pudiera pensarse.

Los recientes cambios repentinos en el mercado del crudo están unidos a la caída de los precios originada por el aumento del 10% del tope de la producción de la OPEC. Debería tenerse en cuenta que la OPEC en total posee aproximadamente el 75% de las reservas mundiales comprobadas, pero tiene solamente el 40% de la cuota de mercado. Es bien conocido que el compromiso de algunos de los países de la OPEC con los acuerdos sobre cuotas de producción es bastante débil. Sin embargo, la mayoría de los grandes países productores parece ser favorable a la restricción de la producción con el fin de mantener los precios. Su visión puede considerarse una perspectiva a largo plazo.

Una cuestión importante es la amplia divergencia de intereses entre los productores de petróleo dentro y fuera de la OPEC. Ciertamente, hay una diferencia de más de un orden de magnitud entre el precio base (determinado por los costes marginales de extracción de algunos de los países del Golfo, aproximadamente 0,3-0,5 $/barril) y los costes marginales de los productores competitivos (por ejemplo, los productores del Mar del Norte, a aproximadamente 10$/barril). Por encima de esto hay un precio tope, fijado por el coste de tecnologías tales como el aceite de esquisto (por encima de 10$/barril), la licuefacción del carbón, o renovables, (por encima de 40$/bbl). Esto es dos órdenes de magnitud por encima del precio base.

Un cambio en las expectativas, a largo y a corto plazo, puede inducir grandes fluctuaciones dentro de este abanico de precios. Por ejemplo, el convenio del cambio climático de Kyoto, la crisis financiera asiática, y las tensiones políticas en el Golfo, pueden producir cambios enormes en las expectativas de precio de los mercados de productos petrolíferos.

Consideraremos primero la importancia de los convenios colusorios para el mercado del petróleo y su papel en la estabilidad de los últimos años, y después analizaremos el posible desarrollo futuro de estabilidad, teniendo en cuenta que los avances tecnológicos pueden ayudar a los productores marginales a reducir sustancialmente sus costes de producción. Finalmente, se discutirán las políticas tecnológicas posibles de los países consumidores de petróleo, en respuesta a los pactos colusorios entre los grandes del petróleo.

Oligopolio, estabilidad y niveles de precios

Durante varios años la prensa popular ha considerado solamente el funcionamiento día a día del mercado, despreciando, sin justificación aparente, las tendencias de fondo del mercado del petróleo crudo. La estabilidad del mercado en los últimos once años, sólo interrumpida durante la crisis del Golfo, puede haber originado esa actitud.

Debe recordarse que desde el colapso del mercado en 1986, la OPEC se ha proclamado a sí misma protectora de la estabilidad (Subroto, 1944). Ha evitado los errores de los años 70 y los primeros años 80, cuando eran habituales las tensiones en el mercado. Los instrumentos comerciales que usa la organización para servir a su estrategia de estabilidad durante este período han sido el ajuste del precio (el petróleo como bien de consumo) y el mantenimiento de una capacidad no utilizada considerable por parte de los grandes productores (Yamani, 1992). Esta capacidad no utilizada permite a la OPEC alcanzar rápidamente considerables aumentos en la producción, por ejemplo, para compensar interrupciones en el suministro por parte de Kuwait e Irak. Ahora esta capacidad ha permitido aumentar el tope de la organización.

La constancia del tope durante cinco años ha llegado a ocultar su importancia como instrumento de política comercial y ha suscitado dudas acerca de la potencia comercial de la OPEC. Algunos (Berg y col., 1997) han pronosticado su inminente defunción. Los mismos países de la OPEC han expresado su sorpresa y preocupación acerca de la intensidad de la respuesta del mercado al reciente cambio en el tope de producción, haciendo evidente la importancia estructural de ese límite. El crecimiento de los productores no pertenecientes a la OPEC y su avanzada tecnología ponen actualmente a los estados miembros de la OPEC en una posición difícil. Necesitan precios del petróleo relativamente altos para sostener sus economías a corto plazo, pero los buenos precios también estimulan a sus competidores de medio a largo plazo.

En resumen, respecto a la evolución a largo plazo del mercado del crudo, lo que se debe subrayar es que la estabilidad de los años recientes puede atribuirse a la presencia, desde el lado del suministro, de una significativa capacidad no utilizada con la que enfrentarse a situaciones como la Guerra del Golfo, y (esto es igualmente importante) mantener los topes de cuota/precio dentro de la OPEC. La existencia de productores competidores fuera de la OPEC, y consideraciones políticas y de seguridad (tales como el papel de EE.UU. e Irak en la región) significan que la libertad de precios de la OPEC es más limitada que en los años 70. Estos países que no pertenecen a la OPEC necesitan permanecer competitivos - y esto dependerá del uso que hagan de la tecnología para compensar costes de extracción más altos.

Polarización mundial del mercado del petróleo y cambio tecnológico

Los productores de petróleo han llegado a estar más o menos polarizados en dos grupos: los productores con grandes reservas, que producen a bajo coste ¿ la mayoría dentro de la OPEC ¿ y los productores competidores con costes significativamente más altos ¿ incluidos los países productores de la OCDE. Los productores competidores y especialmente los de la OCDE, requieren tecnología continuamente mejorada para mantener su cuota de mercado. Esto incluye mejores herramientas para exploración del petróleo, perforación horizontal de pozos, técnicas de recuperación secundarias y terciarias, y tecnología submarina. Por supuesto, la efectividad de esta tecnología mejorada está limitada por la disponibilidad física del petróleo, que se ha agotado en muchos de los campos más antiguos.

La Figura 1 muestra cómo desde 1986 han tenido lugar aumentos del porcentaje de producción de petróleo en cantidad considerable fuera de la OPEC (en los productores competidores). Sin embargo, una mirada más cuidadosa a la figura también revela que la OPEC ha estado incrementando su cuota del mercado mundial durante el período citado. La reciente caída del precio del petróleo pudo provocar un aumento considerable de la demanda, especialmente por parte de los países en desarrollo (Amirahmadi, 1996). Se está formando una demanda enorme, inflexible, de petróleo que, en algún momento en el futuro, será satisfecha principalmente por la OPEC (a un precio que dependerá del tope impuesto por los costes de extracción soportados por los competidores existentes o emergentes). En vista de esto, está claro que el mercado mundial del petróleo no puede comprenderse sin considerar una perspectiva a largo plazo.

Figura 1. Desarrollo en el tiempo de la producción de los productores en todo el mundo

Fuente: Basado en estadísticas de la BP (http://www.bp.com/bpstasts/)

Un aspecto crucial de las políticas energéticas de los países de la OCDE es la disminución de su vulnerabilidad a las fluctuaciones del suministro del petróleo. El elevado precio del crudo durante el período 1973-1986 estimuló la exploración y operación de campos de elevado coste, y por consiguiente aumentó el fenómeno de polarización. Es evidente que los avances tecnológicos en la producción de petróleo pueden reducir los efectos de esta polarización (pero no la polarización misma) y, como consecuencia, la dependencia energética temporal de los países industrializados. Pero estos avances finalmente desincentivan el desarrollo en otros sectores tecnológicos, especialmente en lo que se refiere a sustitución y conservación (Orasch y col., 1997). De hecho, hay feedback negativo que influye en el perfil de los precios del petróleo a largo plazo. (Uribe, 1997).

A medio plazo, si la capacidad de producción se reduce como consecuencia de agotamiento del ciclo tecnológico (ciertamente, conforme a un modelo de evolución tecnológica autónoma, la caída de los costes marginales sería transitoria, (Campbell y col. 1998), no podrían evitarse nuevas crisis de restricción de suministro ¿ confirmando el movimiento cíclico de los precios del petróleo característico de su historia. Además, en el caso de un recurso de único uso, no depreciable, no renovable, tal como el petróleo, el desarrollo de las reservas comprobadas sufre la influencia desestabilizante de los índices de precios, y especialmente, de las expectativas de los precios. Si se esperan precios bajos, la producción se acelerará con el fin de beneficiarse de los precios (todavía) altos y prever la caída de los precios, inundando por consiguiente el mercado e induciendo un verdadero colapso de los precios. Por el contrario, si las expectativas son de precios más altos en el futuro, los propietarios de depósitos intentarán mantener volúmenes de reserva mayores, esperando precios más altos, y causando por tanto una reducción del suministro que elevará los precios. De una u otra forma, las expectativas crean una profecía que se cumple por sí misma, a menos que prevalezcan urgentes necesidades financieras a corto plazo. Estas tendencias explican de algún modo la historia oscilante y a veces convulsa de los precios del petróleo.

Actualmente, sin embargo, hay una cuestión primordial en todo el mundo que podría mitigar parcialmente las consecuencias del proceso de polarización: la amenaza del cambio climático. Esto puede considerarse como una oportunidad de acercar la eficiencia energética a la eficiencia económica a largo plazo (Gunn, 1997), y el protocolo de Kyoto puede actuar como un estímulo en esa dirección. La internalización de los costes medioambientales del uso de la energía fósil reduciría la amenaza de las crisis del petróleo, ya que promovería avances tecnológicos que harían que las reservas de petróleo duraran más tiempo. La vulnerabilidad de la energía y la vulnerabilidad climática pueden ser reducidas por las mismas políticas que favorecen la tecnología alternativa.

Estrategias colusorias de los grandes productores

En la actualidad, la relativa abundancia de reservas y la disminución de los costes marginales inducen a los grandes productores a permitir que los precios caigan para evitar penalizaciones a largo plazo. Esto puede ser de interés para ellos por varias razones; (a) imponer disciplina en el cartel y hacer cumplir convenios de reducción de producción con países de fuera de la OPEC; (b) expulsar del mercado parte de la producción de países de altos costes; (c) estimular la sustitución de otras energías por petróleo; y (d) no favorecer inversiones tecnológicas para conservación y producción de otras energías distintas del petróleo. Como puede verse, la mayor parte de estas razones se refiere a una política a largo plazo, y que es especialmente valiosa para los grandes productores.

La importancia estratégica de las políticas de prevención del cambio climático, para el desarrollo futuro de la demanda de petróleo, no ha pasado inadvertida para los líderes de la OPEC, como puede deducirse de la frecuencia con la que el tema aparece en las publicaciones de la organización. Esta cuestión se denomina seguridad de la demanda (Yergin, 1992), en contraste con la seguridad del suministro, que la OPEC mantiene haber garantizado desde el final de los años de la crisis del petróleo. La OPEC se queja de que los impuestos sobre las emisiones de CO2 podrían aumentar la discriminación fiscal que sufre el petróleo en los países desarrollados respecto a otras fuentes de energía fósil. La inminencia de la conferencia de Kyoto podría ser una de las razones para el aumento del tope de producción de la OPEC en noviembre de 1997. La OPEC intentó mostrar la dificultad de reducir la demanda de petróleo, ya que el aumento del tope puede hacer el precio del petróleo muy competitivo comparado con otras energías. Aunque hasta cierto punto esto fue superado por los acontecimientos en Asia y en Oriente Medio, no deberíamos subestimar el poder de estos instrumentos colusorios.

La demanda de petróleo muestra falta de elasticidad de los precios a corto plazo (y su concentración progresiva en el sector del transporte significa que no ha disminuido en los últimos años (Greene y col., 1988), pero considerable elasticidad de precios a largo plazo (Jones, 1996). Esto proporciona la base para acuerdos colusorios ¿ dentro de los límites fijados por demanda y suministro de la franja competitiva (Figura 2). A largo plazo, sin embargo, la presión descendente sobre los precios causada por la reducción de la demanda y los avances tecnológicos en la conservación y la producción de petróleo pueden conducir (como ya lo han hecho) a una pérdida de cuota de mercado para los países que participan en el acuerdo colusorio. No obstante, esta presión descendente sobre los precios puede (también a largo plazo), reducir el margen de operación de campos de coste alto (operados típicamente en la franja de mercado competitiva), y por consiguiente reforzar la posición del cartel, con sus costes marginales bajos y reservas grandes. De hecho, los precios bajos actuales están causando problemas a numerosos países productores, que están experimentando una alarmante reducción en sus ingresos procedentes del petróleo.

Aunque puede parecer difícil conciliar los objetivos de diferentes grandes productores dentro de la OPEC, esto ha sido de hecho posible, incluso durante tiempos de tensión como la guerra Irán-Irak, aunque, de nuevo, no se pueden perder de vista las diferentes consideraciones de seguridad desde la guerra del Golfo.

Obviamente, la relación de la OPEC con los productores externos también varía. Algunos de estos países, como México, han estado muy próximos a la Organización desde 1986; otros, como Noruega, han mantenido su distancia. Sin embargo, un toque de atención, como la elevación del tope de producción de la OPEC, es todo lo que han necesitado muchos de ellos para aceptar los acuerdos colusorios. El motivo para limitar su producción es que están obligados a hacerlo así para evitar problemas más graves, como una caída abrupta de los precios. Incluso Noruega, que se opone firmemente a estos convenios, se ha visto a veces obligada a aceptarlos.

Figura 2. Formación del precio del crudo a corto plazo

Fuente: Uribe, 1997.

Conclusión

La estrategia de la OPEC de mantener la estabilidad por medio de una capacidad no utilizada significativa y un tope de producción, continúa dominando el mercado del petróleo. El poder de estos instrumentos colusorios se demostró por las tensiones que se generaron por el acuerdo para aumentar el tope en noviembre pasado.

Durante varios años la disminución de los costes marginales en todo el mundo como resultado de la tecnología ha limitado la capacidad de la OPEC para elevar los precios. No obstante, no debería olvidarse la extraordinaria distancia entre los costes marginales de los productores de la OPEC y los de los productores de la franja competidora. Los grandes productores de la OPEC parecen dispuestos a permitir menores precios en la esperanza de conseguir ventajas a largo plazo. Estas se derivan de varios factores: mayor disciplina dentro del cartel, expulsión del mercado de los productores de alto coste, el acuerdo con los productores externos, y ¿ especialmente notable ¿ la disuasión de las inver-siones en tecnologías para conservación de petróleo y energías alternativas.

El previsible agotamiento del ciclo tecnológico, el aumento en la demanda y su falta de elasticidad, llevan a pensar que, a pesar del alto nivel de las reservas actuales, no deben descartarse nuevas crisis del petróleo. Reforzando esto, el sector del petróleo está tan estrechamente unido como siempre a los eventos geopolíticos.

Para prevenir futuras crisis son aconsejables políticas de diversificación de la energía y la colaboración entre sectores relacionados con el petróleo en los países consumidores y productores. La implantación de políticas para combatir el cambio climático es también especialmente importante a este respecto, por su estímulo sobre el cambio tecnológico para la conservación del petróleo. Lo que es crucial desde el punto de vista tecnológico es, (a) un énfasis continuado en la investigación sobre energías renovables, independientemente de los precios bajos del petróleo; y (b) innovación para reducir los costes para productores que no son de la OPEC (por ejemplo, para localizar y extraer reservas), de modo que los costes de entrada y salida del mercado se reduzcan, con el fin de bloquear cualquier intento de usar precios predadores para explotar las posiciones del cartel.

Palabras clave

precios del petróleo, mercado mundial del petróleo, seguridad de la energía, cambio climático

Referencias

Amirahmadi, H., Oil at the Turn of the 21st-Century, Futures, Vol 28, Número 5, págs. 433-452, 1996.

Berg, E., Kvrndokk, S. y Rosenhall, K.E., Gains from cartelisation in the oil market, Energy Policy, Vol 25, No. 13, págs. 1075-1091, 1997.

Campbell, C.J. y Laherrere J.H., End of the Era of Cheap Petroleum, Scientific American, Marzo 98 págs. 66-71, 1998.

Greene, D.L., Jones, D.W. y Leiby, P.N., The outlook for US oil dependence, Energy Policy, Vol 26, No. 1, págs. 55-69, 1988.

Gunn, C., Energy efficiency vs economic efficiency? New Zealand electricity sector reform in the context of the national energy policy objective, Energy Policy, Vol 25, No. 4, págs. 445-458, 1997.

Jones, C.T. , A Pooled Dynamic Analysis of Interfuel Substitution in Industrial Energy Demand by the G-7 Countries, Applied Economics, Vol 28, Número 7, págs. 815-821, 1996.

Orasch, W. y Wirl, F., Technological efficiency and the demand for energy (road transport), Energy Policy, Vol 25, No. 14-15, págs. 1129-1136, 1997.

Subroto, OPEC Viewpoint 1992-94, A selection of speeches by Dr Subroto, OPEC Secretariat, Viena, 1994.

Uribe, B., El mercado mundial de crudo petrolífero, Editorial Universidad de Granada, Granada (España), 1997.

Yamani, S.A.Z., Oil Price Stability and Free Markets, Energy Policy, 20, 6, págs. 495-499, 1992.

Yergin, D., Assessing three key issues confronting the oil industry, OPEC Bulletin, Julio-Agosto-92 19-21, 1992.

Contactos

Balbino Uribe, Universidad de Granada (España)

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Irving Spiewak, IPTS

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Sobre los autores

Balbino Uribe es licenciado y doctor en economía (UNED, España) y licenciado en matemáticas (Universidad Complutense de Madrid). Profesor de economía mundial en la Universidad de Granada (España), se ha especializado en la economía de la energía. Sus trabajos de investigación se centran en la economía mundial del petróleo, la economía del cambio climático y la mutua relación de la evolución de los sistemas nacionales de la energía y de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones).

Irving Spiewak tiene el título de Master of Science en Ingeniería Química del Instituto de Tecnología de Massachusetts. Antes de incorporarse al IPTS como Científico Visitante, especializado en vigilancia tecnológica de energía térmica solar y otras energías renovables, trabajó como investigador científico y gestor de programas en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge, EE.UU., y como investigador científico en el Weizmann Institute of Science, Israel. Sus investigaciones incluyen el campo de la energía/medio ambiente.

Antonio Soria es doctor en Ingeniería Energética y en Ciencias Económicas. También es doctor en Ingeniería Nuclear por la Universidad Politécnica de Madrid. Antes de entrar en el IPTS, trabajó en el centro de investigación CIEMAT del Ministerio de Industria español, y después en la sede de Ispra del CCI. Sus principales áreas de interés están relacionadas con las tecnologías energéticas, la gestión de recursos naturales y la economía de la energía, así como las implicaciones medioambientales de la transformación y uso de la energía.

The IPTS Report, is the refereed techno-economic journal of the IPTS,edited by D. Kyriakou, published monthly in English, French, German and Spanish.

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