Net Art: Internet me piensa

AutorRemedios Zafra
CargoUniversidad de Sevilla

Territorios de lo imaginario y de lo real

La articulación de la convivencia en sociedades cada vez más heterogéneas y cruzadas es uno de los retos primordiales de la sociedad contemporánea. A la coexistencia de distintas culturas, concebidas no ya como espacios multiformes, “sino muchos y pequeños universos centrípetos” en territorios físicos concretos, hemos de unir la posibilidad de una existencia paralela, simultánea, múltiple y, en algunos casos, alternativa en Internet. Territorios del orden de lo simbólico donde, igualmente, se define la convivencia, espacios virtuales donde aflora lo imaginario y confluye con lo real. Al pensar la convivencia en estos territorios no podemos obviar esa conjunción fatal del azar, de la deriva, percibir el doble sentido del acontecimiento, pensar el medio que habitamos sabiéndonos pensados por el mismo medio.

La indeterminación del destino del que navega, la indeterminación del viaje y de los márgenes, tienen un cierto carácter lúdico e instigador de la creatividad. La suerte de la indeterminación, de explorar sus probabilidades y secuencias y esperar sus encadenamientos secretos está implícita en aquellos territorios de creación e investigación y, en consecuencia, en las prácticas artísticas más recientes, sería el caso del net.art.

"Nada contradice entonces esta hipótesis paradójica: nuestro pensamiento regula el mundo, con la condición de que antes pensemos que el mundo es el que nos piensa. “El hombre no bebe el té, el té bebe al hombre” / No eres tú quien fuma la pipa, la pipa te fuma a ti. / El libro me lee. / La televisión me mira. / El objeto me piensa. / El objetivo nos contempla. / El efecto nos causa. / El lenguaje nos habla. / El tiempo nos pierde. / El dinero es el que nos gana. / La muerte nos acecha."

Jean Baudrillard, “El intercambio imposible”.

"El azar es la divinidad más antigua del mundo... Acabo de liberar a todas las cosas del yugo de la finalidad. El Espíritu está sometido a la Finalidad y a la Voluntad, pero lo liberaré para devolvérselo al divino Accidente, a la divina Travesura ."

Luke Rhineheart, « L’Homme-Dé ».

Donde habita el arte

Nuevas estrategias de desplazamiento marcan las claves del que habita en Internet, claves que nos hablan del hecho de poder “cruzar fronteras”, pero no sólo las fronteras que nos sitúan en espacios diferentes, sino las del mismo cuerpo y las del rostro, alimentando, de esta manera, una conciencia nómada como postura epistemológica. En esos márgenes que cruzamos en Internet, donde nos piensa, ahí, en el “divino Accidente” se preparan batallas para el arte y la creatividad.

Los espacios nuevos huelen a desafío, en ellos se reclama pensar el presente sobre las estelas del palimpsesto que heredamos del pasado, interpelando, en el gesto de su especulación, una visión creativa del futuro. Esto requiere entender la red y la máquina como “un agente semiótico y social más” , entender también nuestra convivencia cada vez más interfaceada por la máquina, nuestra identidad pasando también por su filtro -con lo que esto supone para la producción de subjetividad en la esfera social contemporánea-. En ese espacio-tiempo del acontecer de Internet el arte ha de posicionarse en términos críticos, pensando la red consciente de que Internet le piensa.

La Société Anonyme

La red se postula como agente especulativo de otras formas de convivencia de la diversidad, formas desmaterializadas, más fluidas y periféricas, no esenciales. Ello requiere no sólo imaginar esta nueva convivencia en red sino aumentar la crítica sobre la realidad fuera de ella.

Mark America. “How to be an Internet Artist”

La experiencia del conectado, del nómada, del turista o del habitante del ciberespacio es una realidad por seguir imaginando, una realidad en la que se pueden utilizar formas y estructuras del pasado o de un mundo tangible, pero donde, del mismo modo, se pueden crear otras distintas que hemos de ser capaces de descubrir. En esta línea situamos algunas de las más interesantes prácticas artísticas de la red.

Pensar la red

El arte propio de la red, el llamado net.art, no es un arte que limite el uso del medio a su carácter instrumental, es decir, no es un arte ubicado en Internet que existe independientemente de ella, sino más bien un arte que (des)ubica a la red. Gestado en su matriz, no traído de fuera. Un arte de metalenguajes donde se reflexiona sobre el carácter diferencial del medio (códigos que “hablan” sobre una sociedad en red).

Un arte propio y genuino de Internet que la cuestiona mientras también la inventa. No un arte de objetos, un arte donde la palabra (como teoría y como práctica artística) y las formas del acontecer de ésta ejemplifican uno de los caminos más iluminados y sugerentes en el deambular artístico contemporáneo. Un arte de gramáticas sociales sobre Internet, que tiene en las nuevas formas de construcción de subjetividad, en las colectividades en red, en la mediación intersubjetiva, en los desmontajes de las esferas pública y privada, en la experimentación con la indeterminación y el no-sentido, algunos de los campos de acción e investigación más recurrentes en los discursos artísticos contemporáneos.

“Pensar Internet” y dejarse pensar por ella, eso hace el llamado “net.art” o arte de la red. Preguntarse sobre maneras distintas de acontecer y convivir en una sociedad en red, mirar con ojos de estreno aquello que se va sedimentando en un mundo cada vez más mediado por la máquina. Pensar de manera diferente lo que parece unívoco, ser creativo ante lo que nos viene dado, sin aparente opción a réplica.

Lecturas del net.art

Más allá de la primera lectura del vínculo arte-Internet que nos habla del uso instrumental que los artistas y la institución-arte hacen del medio con intención divulgativa y comunicativa, observamos que el arte tiene en la red no sólo un medio de difusión sino un vivero de producción intelectual y emotiva definitorio de nuestra tiempo. El net.art se dibuja como signo de auto-reflexividad de la época que vivimos, y se posiciona en términos de resistencia, deconstructivos, cuestionando y proponiendo nuevas maneras de ser y relacionarnos, repensando también las estructuras físicas que hasta hace muy poco...

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