El negocio jurídico, de J. A. Doral y M. A. del Arco.
| Autor | José María Chico y Ortiz |
| Páginas | 1621-1623 |
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Doral, J. A., y Del Arco, M. A.: El negocio jurídico. Trivium, Madrid, 1982.
Había prometido a uno de los autores, a José Antonio Doral, traer este libro de bolsillo" a recensión y varias veces he estado a punto de no hacerlo, pues a mi promesa de esta recensión se le había añadido, por su parte, la de que me enviaría un trabajo suyo, creo que muy bueno, sobre una exposición original en torno a los principios hipotecarios. Es decir, habíamos celebrado una especie de negocio jurídico en su versión de do ut des, que ha entrado en esa fase de ineficacia por incumplimiento de una de las partes. Pero como mi memoria todavía no veranea", tengo que ser fiel y recuerdo con auténtica satisfacción aquellos chipirones" que nos comimos un día en Azpeitia y que puestos en el platillo de balanzas pueden sustituir en el recuerdo a los principios hipotecarios y su original exposición. Cada uno se conforma con lo que puede: el plato de lentejas por la primogenitura o los chipirones" por los principios.
Resalta curiosamente, y esto lo cuento en esa actual deformación mía de examinar los requisitos formales del libro para su inscripción, cómo la publicación se realiza en colaboración de dos autores que manejan el Derecho en dos campos distintos y de dos formas diferentes. Uno es catedrático de Derecho civil, J. Antonio Doral, que explica el Derecho, y el otro, Miguel Ángel del Arco, es un Juez que aplica y declara el Derecho. Quizá la fórmula pueda ser buena, ya que a la teoría de la cátedra se le añade la práctica del Juzgado. De todas formas, al libro le tendría que poner, desde el punto de vista de la inscripción, una pega: el copyright sólo figura a nombre de Del Arco y no de Doral, lo cual, aparentemente, supone o hace suponer que el segundo ha cedido su propiedad o su derecho a reproducción al primero o que hay un error de imprenta. El copyright, que protege internacionalmente el derecho a copia", menos en España, si no se inscribe, requiere cierto cuidado al ponerlo por la trascendencia que encierra. Es decir, este libro tal y como está habría que inscribirlo siendo autores los dos que figuran en su portada, pero solamente en propiedad de uno de ellos.
Hacía tiempo que no me ocupaba del negocio jurídico, y por ello me pasa ahora lo que el prólogo dice: con este libro tengo que echar la vistaPage 1621 atrás, sin, olvidar lo que está delante (a quo y ad quem). Cuando era opositor, uno de mis temas preferidos era precisamente el del negocio jurídico...
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