Una mirada prospectiva a la comunicación de riesgos en el campo de la nanotecnología

AutorEmmanuelle Schuler
CargoRice University, Texas

El estado actual de la evaluación de la nanotecnología

Recientemente se han publicado los primeros datos científicos sobre el impacto de nanomateriales sobre la salud. A pesar de que los resultados iniciales son preliminares y no concluyentes, un estudio conjunto del Johnson Space Center de la NASA y la Facultad de Medicina de la Universidad de Texas indica que los nanotubos de carbono con una sola pared, inyectados directamente en el pulmón de ratones a una dosis de 0,5 mg, conducen, después de una semana, a la formación de nódulos microscópicos en los pulmones (Lam, 2004). Estos nódulos, que podrían causar lesiones más graves, persistieron y se hicieron mayores tres meses después. Otro equipo de investigación toxicológica de la DuPont realizó independientemente estudios similares, con la diferencia de que los nanotubos de carbono se colocaron en la traquea de ratas (Warheit, et al., 2004). Los resultados mostraron que, con altas dosis de nanotubos de carbono, morirá un 15%. La causa de la muerte se atribuyó a asfixia. Los nódulos también se encontraron en las ratas supervivientes pero no persistían más allá de un mes después de las instilaciones. Este estudio sugirió que los nódulos eran el resultado de una reacción a la presencia de sustancias extrañas (los nanotubos de carbono) más que de una reacción tóxica.

Los estudios iniciales sobres los efectos para la salud de los nanotubos de carbono han atraído la atención de los científicos, los políticos, la industria, las organizaciones no gubernamentales y los medios de comunicación Estos estudios iniciales han recibido mucha atención de los científicos, los políticos, la industria, las organizaciones no gubernamentales, los medios especializados y los medios de comunicación de masas. Desde entonces, el tema de la toxicología de los nanomateriales está en el punto de mira de los medios de comunicación de masas, tanto en Europa como en EE.UU.1 El Grupo ETC (Erosión, Tecnología y Concentración, anteriormente grupo RAFI) con sede en Canadá, que en el pasado fue muy activo y tuvo éxito en sus campañas contra la biotecnología, captó rápidamente los posibles aspectos negativos de la nanotecnología. El pasado año, el ETC pidió una moratoria sobre la producción comercial de nanotecnología (Grupo ETC, 2003); esto contribuyó en gran medida a llevar el debate público al nivel internacional. Greenpeace ha seguido un planteamiento más equilibrado, reconociendo tanto los beneficios potenciales como los riesgos de la nanotecnología, pero pidiendo que el debate sobre la misma sea participativo y transparente, de modo que incluya la consulta y la participación del público en los procesos de toma de decisiones (Greenpeace, 2003).

Puede que estas discusiones en curso ya hayan contribuido a conformar las actitudes iniciales entre el público interesado, tecnófilos y defensores, así como entre los tecnófobos o detractores. Debería reconocerse que, aunque actualmente no existen datos sobre la concienciación del público respecto a la nanotecnología, la gran mayoría probablemente tiene poco conocimiento o escaso interés en la nanotecnología y en sus peligros potenciales.

La gran mayoría del público probablemente tiene poco conocimiento o escaso interés en la nanotecnología y en sus peligros potenciales En el futuro próximoEs de esperar que se conozcan pronto nuevos datos sobre el impacto de los nanomateriales en la salud humana y en el medio ambiente. La Comisión Europea ha iniciado recientemente un programa denominado Nanoseguridad. Este programa examinará los riesgos que conlleva la producción, manipulación y uso de las nanopartículas en los procesos industriales y en los productos de consumo y recomendará medidas reguladoras y códigos de prácticas para el lugar de trabajo. En julio de 2003, la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. lanzó una convocatoria de propuestas, con un presupuesto de 4 millones de dólares, dirigida a las organizaciones académicas y a las sin ánimo de lucro, sobre el impacto de los nanomateriales manufacturados en la salud humana y el medio ambiente, con especial énfasis en la toxicidad, el transporte medioambiental y biológico, la exposición y la biodisponibilidad. Además, un número creciente de otras instituciones, ONG, industrias e investigadores de todo el mundo, están implicándose en la evaluación técnica de los nanomateriales (Dürrenberg y Höhhener, 2004).

Los resultados de los estudios toxicológicos actuales probablemente afectarán a la trayectoria de las aplicaciones industriales de la nanotecnología

Los resultados de los estudios toxicológicos actuales probablemente afectarán a la trayectoria de las aplicaciones industriales de la nanotecnología, favoreciendo, por ejemplo, un tipo de aplicación frente a otro. Es mucho lo que está en juego tanto para el sector público como para el sector privado. Las inversiones públicas mundiales en investigación y desarrollo en nanotecnología se acercan a los 3.000 millones de dólares, distribuidos más o menos por igual entre Europa, EE.UU. y Japón. En EE.UU., el presupuesto federal para nanotecnología ha crecido desde sólo 116 millones $ en 1997 hasta los 849 millones solicitados en 2004. Desde el punto de vista del sector privado, los beneficios de los productos de la nanotecnología, esperados desde hace tiempo, se están empezando a materializar. El Wall Street Journal escribía recientemente que: 'Algunas de las mayores ganancias en el mercado de valores provienen últimamente de las cosas más pequeñas. [...] los valores más en alza son ahora un grupo de empresas que compiten en desarrollar nanotecnología, la cual utiliza pequeñísimas partículas para crear y mejorar toda clase de productos' (Zuckerman, 2004).

Desafíos para la comunicación del riesgo

El campo de la comunicación del riesgo sufre de la falta de una definición universal y generalmente aceptada. Los especialistas en la comunicación del riesgo tienen muchos perfiles: psicólogos, sociólogos, antropólogos, científicos del comportamiento, teóricos de la ciencia de la decisión y comunicadores. Por lo tanto, la literatura sobre comunicación del riesgo se extiende a un gran número de disciplinas. Este artículo se centrará en cuatro áreas principales de la comunicación del riesgo: actitudes públicas frente a los riesgos tecnológicos, percepciones públicas, los medios y la confianza.

Actitudes públicas frente a los riesgos tecnológicos

Actualmente está bien establecido que las actitudes públicas frente a una tecnología determinada dependen de sus aplicaciones finales. Por ejemplo, los datos de la encuesta del Eurobarómetro 1999 sobre biotecnología muestran que, aunque la inmensa mayoría del público europeo se opone a los alimentos modificados genéticamente y a la clonación de animales, las actitudes frente a las aplicaciones médicas (ensayos genéticos y producción de fármacos) y a las medioambientales (bioremedios) son positivas. Una conclusión de esta encuesta fue que '.las preocupaciones morales están asociadas específicamente a aplicaciones determinadas y no necesariamente a las técnicas de biología molecular subyacentes' (Gaskell, et al., 2000). Estos resultados pueden ser un barómetro útil para la nanotecnología. Sugieren que algunas aplicaciones de la nanotecnología despertarán probablemente más preocupación pública que otras. Puesto que sólo unas pocas aplicaciones de la nanotecnología se han convertido hasta ahora en productos comerciales y sus peligros no se aprecian ni se comprenden plenamente, es prematuro identificar qué aplicaciones de la nanotecnología serán probablemente aceptadas por el público y cuáles encontrarán resistencia.

Sólo unas pocas aplicaciones de la nanotecnología se han convertido hasta ahora en productos comerciales, de modo que es prematuro identificar qué aplicaciones de la nanotecnología serán probablemente aceptadas por el público y cuáles encontrarán más resistencia Percepciones del públicoLos psicólogos Slovic (Slovic, 1987) y Fischhoff (Fischhoff et al., 1967) han mostrado que las percepciones del riesgo están configuradas por una gama de varios factores psicológicos, que explican por qué unos riesgos provocan más ansiedad que otros, independientemente de los riesgos 'objetivos' evaluados por métodos científicos. Los factores psicológicos que desencadenan la ansiedad llevan a una sobreestimación del riesgo. Entre estos factores están si un riesgo se percibe como involuntario, si se considera aterrador y si las autoridades parecen carecer de conocimiento y control sobre el riesgo. Estos factores psicológicos explican cómo el público configura actitudes y pensamientos y toma decisiones sobre riesgos. Además de los factores psicológicos individuales, la cultura puede también jugar un papel importante en las percepciones del público (Douglas y Wildavsky, 1982). La consecuencia es que las percepciones del riesgo pueden no ser uniformes en toda la sociedad. De hecho, las percepciones del riesgo por parte del público en Europa pueden variar de un país a otro, de una región a otra, o de una cultura a otra. Puesto que ninguna estrategia de comunicación del riesgo será adecuada en todas partes y en todo momento, los mensajes de comunicación del riesgo de la nanotecnología han ser adaptados a los grupos a los que se dirigen (Langford et al., 1999).

Una gama de varios factores psicológicos explica por qué unos riesgos provocan más ansiedad que otros, independientemente de los riesgos 'objetivos' evaluados por métodos científicos El papel de los mediosLos medios son una parte importante de la comunicación del riesgo. Daniel Yankelovich mostró que los medios son algo más que una simple fuente de información sobre el riesgo, y ayudan a formar la opinión pública, y cómo se configuran inicialmente los problemas. Los medios también juegan un papel importante al amplificar procesos sociales, tales como controversias sobre riesgos (Kaperson, 1992). Peter Bennett, del Departamento de Sanidad del Reino Unido, encontró que la cuestión de la culpabilidad, es decir, identificar sobre quién debe recaer la culpa (sea el gobierno o no) en caso de un accidente tal como una fuga química, es el más importante detonante en los medios, que convierte un riesgo potencial para la salud pública en una historia sensacionalista. Otros factores desencadenantes incluyen supuestos secretos e intentos de encubrimientos, conflictos entre partes, conexiones con temas o personalidades de alto nivel, o número de personas expuestas al riesgo (Bennet, 1999). Para los especialistas en nanotecnología, todo ello sugiere que los políticos no deberían desdeñar la importancia del enfoque inicial de los problemas de la nanotecnología y necesitan encontrar modos de minimizar los efectos amplificadores. Además, en el caso de un accidente relacionado con la nanotecnología, los gobiernos deberían ser prudentes y abiertos.

Los medios son una parte importante de la comunicación del riesgo. Los medios también juegan un papel importante al amplificar procesos sociales, tales como controversias sobre riesgos La confianzaLa confianza es la piedra angular de la comunicación del riesgo, puesto que influye sobre las actitudes y los comportamientos del público (Renn, et al. 1991). La confianza es un concepto amplio y multifacético que involucra a muchos actores, tales como gobiernos, científicos, industria, los medios, las ONG, y otros. Se acepta generalmente que, en la comunicación del riesgo, la fuente de un mensaje, más que su contenido, determina cómo se percibe el mensaje relativo al riesgo. A los comunicadores del riesgo les toca contestar a la pregunta '¿quién confía en quién?'. Las encuestas sobre la comunicación del riesgo de los peligros alimentarios en el Reino Unido muestran, por ejemplo, que las organizaciones de consumidores y los médicos se perciben como fuentes de confianza, mientras que los gobiernos y las empresas privadas se perciben como fuentes no merecedoras de confianza. Los bajos niveles de confianza pública en el gobierno constituyen retos reales para los gobiernos, a la hora de comunicar los riesgos de las nuevas tecnologías, como la nanotecnología. Los recientes esfuerzos en la comunicación del riesgo se han centrado en cómo incrementar la confianza. Elementos tales como la apertura al transmitir información al público, la transparencia sobre cómo se toman las decisiones, la presentación pública tanto de los beneficios como de los riesgos, el reconocimiento de las incertidumbres en los métodos de evaluación del riesgo y la incorporación de las opiniones, tanto de los expertos como del público, en el proceso de toma de decisiones, ayudan a reforzar la confianza (Frewer, 1999).

La confianza es la piedra angular de la comunicación del riesgo. Se acepta generalmente que, en la comunicación del riesgo, la fuente de un mensaje, más que su contenido, determina cómo se percibe el mensaje relativo al riesgo Oportunidades para la comunicación del riesgo en el caso de la nanotecnologíaA la luz del conocimiento obtenido de los estudios sobre actitudes del público, percepciones del público, los medios y la confianza, las estrategias de comunicación del riesgo en el caso de la nanotecnología pueden beneficiarse incorporando los siguientes elementos:

Recoger datos sobre el conocimiento y la opinión del público acerca de la nanotecnología. Estas encuestas pueden ayudar a identificar la lista de factores psicológicos y culturales que influyen sobre la percepción y el juicio del público. Por ejemplo, ¿es el riesgo involuntario? ¿injusto? ¿inevitable? ¿es la fuente del riesgo desconocida y nueva? ¿es el riesgo provocado por el hombre o natural? ¿está el riesgo oculto y/o es la fuente de daños irreversibles? ¿implica un peligro para los jóvenes o las generaciones futuras? ¿parece ser mal comprendido por la ciencia? ¿hay diferencias transculturales y transfronterizas en las percepciones del riesgo? Entablar un diálogo abierto con las diferentes partes interesadas (esto es, quienes influyen sobre el riesgo y que probablemente van a ser afectados por él) a saber los organismos reguladores, los organismos públicos de financiación, los políticos, los científicos, las ONG (tales como grupos de consumidores y grupos ecológicos), los medios, la industria y el público en general. A medida que se conocen más datos sobre los impactos de los nanomateriales en la salud humana y en el medio ambiente, pueden surgir tensiones, ya que algunos querrán quitar importancia al impacto de los datos toxicológicos en la investigación, el desarrollo y la comercialización de la nanotecnología, mientras que otros pueden intentar amplificar las malas noticias. El diálogo abierto con las diferentes partes interesadas se cree que ayudará a encontrar un terreno común en el que llegar a un consenso en temas conflictivos.

A medida que se conocen más datos sobre los impactos de los nanomateriales en la salud humana y en el medio ambiente, pueden surgir tensiones, ya que algunos tratan de rebajar los hallazgos y otros de amplificarlos Integrar tanto las perspectivas y opiniones de los expertos como las del público en los procesos de toma de decisiones sobre riesgos y hacer transparentes los procesos de decisión que regulan los temas medioambientales. Estos dos elementos constituyen una buena base para conseguir la confianza del público, aún más en periodos de tensión o de conflicto.

Los observadores han concluido que el desprecio por parte de los políticos y de las instituciones públicas de las preocupaciones del público, y la manipulación de la opinión pública sobre los beneficios y riesgos de la tecnología (por ejemplo en el caso de los alimentos modificados genéticamente) contribuyen a erosionar la confianza pública en el gobierno. En último término pueden conducir al escepticismo del público, cuando no a un rechazo frontal de determinadas tecnologías.

Cuadro 1. Ejemplos

En un intento de evitar errores del pasado, el gobierno del Reino Unido encargó a la Royal Society y a la Royal Academy of Engineering 'realizar un estudio independiente de los desarrollos probables y de si la nanotecnología plantea, o probablemente planteará, nuevos problemas éticos, de salud y seguridad o sociales que no están cubiertos por la reglamentación actual'. El Grupo de Trabajo de Nanotecnología, creado en el verano de 2003, está dirigiendo este estudio. Su programa consiste en crear foros donde las diversas partes interesadas, tales como las ONG, las instituciones académicas, la industria, los legisladores y el público, puedan compartir sus puntos de vista. El énfasis se ha puesto en comprobar la concienciación del público y en comprender sus preocupaciones sobre la nanotecnología. Los resultados de estos estudios aparecerán en la página web del Grupo de Trabajo de Nanotecnología en el verano de 2004.2

En comparación, los esfuerzos actuales de comunicación del riesgo relacionado con la nanotecnología son tímidos en EE.UU. Esto puede deberse a que el público americano está poco informado sobre los alimentos modificados genéticamente, o a que no ha sufrido grandes alarmas alimentarias3. Sin embargo, cabe mencionar que ha habido algunos esfuerzos limitados para entablar discusiones sobre salud y seguridad de los nanomateriales y lo que implica para la política y las normativas públicas. Por ejemplo, el Woodrow Wilson Center, con sede en Washington DC, celebró recientemente un seminario sobre salud y seguridad de los nanomateriales que reunió a universitarios, expertos de la FDA y la EPA, la industria y grupos comerciales. No obstante, por ahora, tales discusiones todavía no han involucrado al público, al menos no suficientemente. Los esfuerzos deberían centrarse en hacer que este diálogo entre los diferentes actores sea más participativo.

Conclusiones

Este artículo ha tratado de ofrecer una breve visión prospectiva sobre la comunicación del riesgo, con la nanotecnología como ejemplo. Aunque el campo de la comunicación del riesgo es amplio, se han identificado cuatro áreas de especial interés: actitudes del público, percepciones del público, el papel de los medios y la confianza. Todos estos factores están interrelacionados y probablemente contribuyen a configurar las opiniones y la aceptación de la nanotecnología por parte del público. A la luz de los estudios previos sobre percepción del riesgo, se sugiere que los especialistas en nanotecnología deberían entablar un diálogo abierto con las diversas partes interesadas, incluido el público, e integrar sus puntos de vista en los procesos de toma de decisiones. En cierta medida, se trata de negociar los riesgos (definir, por ejemplo, un nivel aceptable de riesgo entre todas las partes interesadas,) más que de comunicarlos solamente. Pero esto puede ser más fácil de decir que de hacer. Algunos temen que la consulta y la participación del público en los procesos de toma de decisiones no hagan sino proporcionar a ciertos maniáticos un espacio público y una voz. Como resultado, incluso se podría polarizar más el debate en vez de resolver los problemas.

Pero no emprender una discusión pública de largo alcance puede acarrear consecuencias negativas. De hecho, si hay una lección que aprender de las controversias pasadas sobre los alimentos modificados genéticamente, sería ésta: no implicar al público en el desarrollo estratégico de las nuevas tecnologías y no tener en cuenta sus preocupaciones (parezcan o no sensatas a los científicos, los políticos o los legisladores) conduce a desconfiar de las instituciones públicas. Después es muy difícil volver a ganar la confianza. A pesar de que la consulta y la participación del público provocan dudas legítimas, el coste de no incluir al público en el proceso de decisión sobre la nanotecnología puede ser mucho más elevado: puede rebajar la confianza del público en las instituciones científicas y públicas y desencadenar su resistencia, lo que a su vez puede afectar al desarrollo de la nanotecnología.

Palabras clave

nanotecnología, comunicación del riesgo, actitudes del público, percepciones del público, confianza Notas1. Sample, I. Research on tiny particles could damage brain, scientists warn. The Guardian, Londres, 9 de enero 2004; Liddle, R. Committee meets to investigate nanoscience. The Guardian, Londres, 30 de julio 2003; Prince sparks row over nanotechnology (comentario). The Guardian, Londres, 28 de abril 2003; Feder, B. J. As uses grow, tiny materials' safety is hard to pin down. New York Times, 3 de noviembre 2003; Feder B. J. Nanotechnology Group to assess safety concerns. New York Times, 7 de julio 2003; Feder, B.J. Prince's technology qualms create a stir in Britain. New York Times, 19 de mayo 2003; Feder, B. J. Research shows hazards in tiny particles. New York Times, 14 de abril 2003; Feder, B. J. From nanotechnology's sidelines, one more warning. New York Times, 3 de febrero 2003; Regalado, A. Greenpeace warns of pollutants from nanotechnology. Wall Street Journal, 25 de julio 2003.

  1. www.nanotec.org.uk 3. Excepto recientemente con el descubrimiento de la primera vaca loca en el estado de Washington anunciado en los medios el 23 de diciembre de 2003.

Referencias

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Warheit, D. B., Laurence, B. R., Reed, K. L., Roach, D. H., Reynolds, G. A. M., y Webb T. R. Comparative pulmonary toxicity assessment of single-wall carbon nanotubes in rats. Toxicology Sciences, vol. 77, 2004, pp. 117-125.

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Contactos

Emmanuelle Schuler, Rice University Tel.: +1 713 348 21 17, fax: +1 713 348 53 20, correo electrónico: eschuler@rice.edu Dimitris Kyriakou, IPTS Tel.: +34 95 448 82 98, fax: +34 95 448 83 39, correo electrónico: dimitris.kyriakou@jrc.es Sobre el autorEmmanuelle Schuler es investigadora en el Laboratorio de Nanotecnología del Carbono de la Rice University de Houston, Texas. Se doctoró en química en la McGill University de Canadá, donde estudió la química y la física de los sistemas a nanoescala auto-ensamblados. Las actividades investigadoras de la Dra. Schuler se centran ahora en las ramificaciones sociales, políticas, culturales y éticas de la nanotecnología. También ha sido fundadora de los Cafés Científicos en Copenhague, Dinamarca y Houston.

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