Líneas de actuación de la Política Monetaria del Banco de Inglaterra para hacer frente a la actual crisis financiera

AutorJuan Calvo Vérgez
Cargo del AutorProfesor Titular de Derecho Financiero y Tributario. Universidad de Extremadura
Páginas249-262

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Con fecha 24 de abril de 2013 el Banco de Inglaterra decidió ampliar su programa destinado a incrementar el crédito a las pequeñas y medianas empresas (pymes) por un año más (hasta 2015), en un intento por reactivar la economía británica. Se ampliaba así el llamado Programa de "Financiación para préstamos" (Funding for Lending Scheme, FLS, por sus siglas en inglés), aprobado en agosto de 2012 y destinado a poner unos 80.000 millones de libras (92.800 millones de euros) a bajo interés a disposición de los bancos a cambio de que aumenten sus préstamos a las pymes.

De acuerdo con las cifras facilitadas229entre agosto y diciembre de 2012 por el BoE el conjunto de las entidades británicas apenas tomaron unos 14.000 millones de libras (unos 16.240 millones de euros) en crédito de las arcas públicas. De este modo, habiendo reducido el FLS los costes de las hipotecas y préstamos a las empresas, la ampliación proyectada habría de ayudar más a las pequeñas y medianas empresas para que puedan tener una labor en la creación de empleos. A resultas de dicha ampliación, y de acuerdo con las informaciones facilitadas por el Tesoro británico, por cada libra (unos 1,1 euros) que se concediese en préstamo a las pymes los bancos podrían tomar cinco libras (unos 5,8 euros) del FLS.

Desde nuestro punto de vista dicho Plan debía permitir a las entidades financieras británicas tomar prestado dinero de las arcas públicas a un tipo de interés más bajo que el vigente en los mercados financieros e interbancarios, siempre y cuando aquéllas facilitasen crédito a las pymes y rebajasen los tipos de interés de sus préstamos.

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En su posterior reunión de 9 de mayo de 2013 el BoE decidiría mantener los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%, manteniéndose igualmente el importe destinado a la adquisición de deuda en 375.000 millones de libras, unos 444.000 millones de euros.230Idéntico criterio se adoptaría posteriormente en la reunión del 5 de septiembre de 2013, manteniéndose sin cambios los tipos de interés en el 0,5%, así como el importe de su Plan de estímulos monetarios, que asciende a 375.000 millones de libras (441.175 millones de euros).231A finales del mes de mayo de 2013 se conoció la existencia de una caída de la inflación temporal en el Reino Unido, la cual pasaba al 2,4% desde al 2,8% existente en el mes de abril de 2013, lo que empujaba a los partidarios de una línea más flexible a argumentar que la puerta estaba abierta para que el BoE adoptase más medidas. Y, en este sentido, si se terminara cediendo al respaldo a las políticas de relajación cuantitativa adoptadas, se estimaba que los mercados podrían tener que replantearse su postura, con la consiguiente volatilidad que ello generaría.

Posteriormente, durante el mes de agosto de 2013 el Comité de Política Monetaria del BoE declaró que no se iba a plantear subir los tipos de interés (anclados en el 0,5%) hasta que el desempleo no bajara al 7%, sujetándose además dicha decisión al cumplimiento de ciertas condiciones sobre la inflación y la estabilidad financiera. De este modo el BoE anunciaba su particular forward guidance u hoja de ruta a resultas de la cual mantendría el tipo director en el nivel anterior, al menos hasta que la tasa de paro no bajara del 7%, quedando asimismo preparado para aumentar el Quantitative Easing mientras no se redujese el desempleo, siempre y cuando las expectativas de inflación en los próximos 18 o 24 meses no superasen el 2,5%, en el medio plazo, hallándose controladas y no suponiendo la aplicación de dicha política monetaria riesgos para la estabilidad financiera del país.

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Apenas unos meses después, en su reunión de 10 de octubre de 2013, el Comité de Política Monetaria del BoE decidía igualmente mantener invariables tanto los tipos de interés oficiales en el 0,5%, como su plan compra de activos en 375.000 millones de libras mensuales (441.175 millones de euros). Como contrapartida el BoE estaba dispuesto a ampliar la ayuda a las entidades financieras, así como a facilitar créditos de mayor duración y a conceder avales a compañías en apuros. Todo ello a un coste menor, siempre que el sector estuviese preparado para una supervisión integral.

Asimismo en su posterior reunión de noviembre de 2013 el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra acordaba mantener sin cambios los tipos de interés en el 0,5%, así como el importe de su plan de estímulos monetarios, que ascendía a 375.000 millones de libras (468.750 millones de euros). El instituto emisor británico mantenía pues estables los tipos de interés de la libra esterlina desde el 5 de marzo de 2009, fecha en la que también estableció un programa de compra de activos mediante la emisión de reservas que, como hemos tenido ocasión de señalar, resultó ampliado sucesivamente. Con carácter adicional durante el transcurso de dicha reunión se dio a conocer que la economía británica había acelerado su ritmo de crecimiento en el tercer trimestre de 2013 hasta el 0,8% respecto a los tres meses anteriores, cuando la expansión del PIB fue del 0,7%. Por su parte, la tasa de inflación interanual se situó en septiembre de 2013 en el 2,7%, en línea con el dato registrado el mes anterior.

Por otra parte durante la segunda semana del mes de noviembre de 2013 el BoE puso fecha a una posible subida de tipos de interés, situándola en el 2015, año en el que preveía que la tasa de paro de Reino Unido pudiera caer hasta el 7% si realmente la economía mantuviese un crecimiento "robusto", como el que aprecia en estos momentos. El BoE recortaba además a la baja sus previsiones sobre la evolución del Índice de Precios al Consumo, al que situaba por debajo pero cerca del 2% (su objetivo) en el primer trimestre de 2015. No obstante el organismo emisor mantenía estables sus previsiones de crecimiento y avisaba de que existían "riesgos a la baja" para la economía y "al alza" para el paro por la incertidumbre todavía existente. En efecto, se estimaba que las perspectivas a corto plazo para la inflación eran más bajas de lo esperado tres meses antes, lo que reflejaba de forma inesperada la apreciación de la libra esterlina. El BoE creía más probable que improbable que la tasa de paro cayese hasta el 7% en el tercer trimestre de 2015. En

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cambio en sus proyecciones anteriores no lo veía posible hasta el segundo trimestre de 2016. El desempleo de Reino Unido bajó hasta el 7,6% en el tercer trimestre de 2013.

El BoE se había comprometido en agosto de 2013 a no considerar la retirada de estímulos al menos hasta que el desempleo bajara al 7%, precisándose no obstante que la cifra de paro constituye un umbral para que comiencen las subidas de tipos, no un desencadenante inmediato. En todo caso, y de conformidad con el criterio manifestado por el BoE, cuando el desempleo bajase por debajo del 7% el regulador analizaría el nivel de capacidad inutilizada y los avances en productividad antes de decidir si sube tipos de interés. De este modo, a pesar de mejorar sus previsiones de crecimiento, el BoE esperaba que la inflación se situase ligeramente por debajo de su objetivo del 2% en 2015 y 2016, lo que implicaría esperar el transcurso de un plazo prudencial de tiempo para elevar los tipos de interés. Y, a pesar de que existían datos que constataban que la economía se estaba recuperando, así como la caída del desempleo y la moderación de la inflación, se planteaban diversos riesgos en torno al deseo del BoE de mantener su política flexible, especialmente en el ámbito del mercado inmobiliario, donde los precios estaban subiendo considerablemente en algunas regiones.232

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Tal y como se desprendía de las actas de la reunión mantenida por el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra de 13 de noviembre de 2013, una vez que el desempleo hubiese alcanzado el 7%, el citado Comité reevaluaría la situación, al estimar que existían diversas incertidumbres sobre su durabilidad y sobre en qué medida el crecimiento de la oferta mantendría el ritmo de la demanda. En todo caso el Comité del BoE apuntaba hacia una recuperación sostenida en la actividad en el Reino Unido, estimando que el PIB crecería ligeramente por encima de su media a largo plazo en la segunda mitad del 2013. Asimismo se apuntó que no se subirían los tipos "inmediatamente" cuando el paro descendiese al 7%, al haberse detectado riesgos tanto al alza como a la baja para el crecimiento de la actividad económica. A su juicio una mayor confianza en la recuperación, junto con unas menores limitaciones en el crédito, podrían llevar a las empresas a aumentar sus gastos o dar dividendos. Por el contrario, el proceso de reparación de los balances de los hogares y el sector bancario, junto con un menor crecimiento de los ingresos reales, podría frenar el aumento del gasto de los consumidores antes de que se hubiese afianzado la recuperación de la inversión empresarial.233

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En su última reunión correspondiente al ejercicio 2013 celebrada el 5 de diciembre de 2013 el BoE mantuvo invariables los tipos de interés en sus mínimos históricos del 0,5%, por encima del 0,25% establecido en la Eurozona por el Banco Central Europeo. Asimismo se optó por mantener invariable el programa de compra de deuda puesto en marcha por el supervisor británico, el cual continuaría en la...

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