La defensa individual de intereses publicos. Propuesta metodologica para el caso de los consumidores
| Autor | Clemente J. Navarro Yáñez/Antonia Ramírez Pérez |
| Cargo | Universidad Pablo de Olavide/IESA de Andalucía/CSIC |
| Páginas | 61-81 |
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Desde la aparición de las obras clásicas de los pluralistas y la correspondiente critica olsoniana, casi totalidad de la literatura sociológica y politológica sobre la representación y defensa de intereses ha centrado en las acciones de tipo colectivo. Esto es, en el análisis de grupos de representación intereses; y en particular, en los de interés publicaciones colectivas más o menos formalizadas desarrolladas por un grupo de individuos que demandan un bien publico. En cambio, ha sido casi existente el interés por el análisis de la defensa y presentación de intereses desarrolladas por individuos particulares.
Ahora bien, lejos de ser una actividad minoritaria, contacto individual entre ciudadanos y entramado políticoinstitucional es una de las formas modales de participación política en las democracias occidentales. Según diversos estudios, tanto esta modalidad de participación, como la adhesión a grupos, es desarrollada por alrededor el 15% de la ciudadanía, por encima de otros modos de participación, a excepción de la electoraI (Verba y Nie, 1972; Milbrath y Goel, 1977; Bames y Kaase, 1979; Mayer y Perrinau, 1992; Parry otros, 1992).
De hecho, además de los contactos informales entre ciudadanos y autoridades publicas, los sistemas políticos ofrecen una serie de canales institucionales para que los primeros puedan hacer Ilegar sus protestas -o demanda política- de forma individual, sin la necesidad de mediación de un grupo de representación de intereses, como por ejemplo, la vía judicial o diversos órganos de mediación y arbitraje. Es a este conjunto de oportunidades de participación política individual al que podemos denominar cauces de protesta.
Pero además de transmitir su demanda particular, los individuos que utilizan estos canales realizan un ejercicio de representación en favor de todos aquellos otros individuos afectados por el mismo tipo de problema que les ha Ilevado a usarlos. Su interés, demanda política o protesta solo es individual de forma aparente, ya que, intencionalmente o no, están representando al cuasi grupo que constituye el conjunto de afectados por el mismo problema o todos aquellos que comparten su mismo interés. Por tanto, frente a los procesos de representaciónPage 62 corporativa, ejercidos por grupos de interés, los individuales suponen procesos de representación abierta, ejercidos por individuos que pudiéramos denominar sujetos intensos, pues en ellos mismos están «incluidos» todos los integrantes del casi-grupo que configura su demanda. Se trata de sujetos que, por utilizar el esquema tripartito de Hirschman (1970), prefieren el use del mecanismo voz, al de lealtad o salida cuando se sienten afectados por algún problema, en relación a otros actores sociales o por una decisión de las autoridades publicas. Ahora bien, para que estos procesos supongan verdaderos ejercicios de representación, las autoridades públicas deben asumir, formal o informalmente, la demanda política individual como representativa de todo el colectivo de afectados 1.
Dada la importancia cuantitativa y cualitativa del fenómeno, parece interesante analizar empíricamente tanto su volumen como los canales que utilizan los sujetos intensos al poner en marcha procesos de representación abierta. Este artículo pretende realizar una propuesta para desarrollar este tipo de análisis, tomando como caso de estudio los intereses y derechos de los consumidores. Así como presentar los resultados de un análisis exploratorio a partir de un estudio realizado por el IESA de Andalucía en 1998 sobre las «Actitudes, opiniones y comportamientos de la población andaluza en materia de consumo» 2.
El siguiente apartado presenta el marco general en el que se sitúa el artículo, así como la operacionalización de sus conceptos fundamentales, cauces de protesta y sujetos intensos. A continuación se presentan los resultados principales. Mientras que en el ultimo apartado se aportan unas breves conclusiones de carácter metodológico y teórico.
Una de las esferas susceptibles de aparición del fenómeno de los sujetos intensos es la relacionada con el consumo. Y ello, entre otros, por dos motivos. Por una parte, los actos de consumo son, por lo común, individuales, consumidor y productor/ distribuidor de bienes y servicios interactúan sin mediación de otros agentes. Por otra parte, cada vez es mayor la presencia de cierta demanda ciudadana de carácter consumerista.
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Esta pretende hacer efectivo el principio de soberanía de/ consumidor, sustento normativo de las relaciones de mercado en las sociedades occidentales (Penz, 1986), frente al principio de soberanía de/ productor, sobre el que en realidad giran actualmente tales relaciones (Galbraith, 1970; Anderson, 1998).
Un indicador de la extensión del consumerismo se encuentra en el que alcanza su debate público. Pero también en la presencia de los grupos de representación de intereses que tienen como fin la extensión y defensa de los intereses consumeristas tal y como las Asociaciones de Consumidores (AA.CC., en adelante). De hecho, estas son reconocidas como representantes de los consumidores por parte de las autoridades públicas, tanto a nivel europeo, estatal, autonómico, como local 3. Esto ha dado lugar al desarrollo de procesos y acuerdos de índole neocorporativista -negociaciones entre grupos de representación de intereses de consumidores, productores y agencias gubernamentales- para regular las pautas de interacción en materia de consumo. A ello se une la creación de órganos de participación y negociación específicos para estos temas, como el Consejo Andaluz de Consumo y los Consejos Provinciales de Consumo.
Pero las políticas publicas orientadas a satisfacer la demanda consumerista también atienden a los procesos de representación abierta. Así, además de la vía judicial, sugerí las OMIC (oficinas municipales de información al consumidor) en el ámbito municipal, el servicio provincial de consumo o los recientemente creados sistemas de arbitraje. Mecanismos todos ellos que, junto a los que ofrecen las AA.CC. y los propios establecimientos y productores, permiten a los consumidores participar de forma activa en la defensa de sus derechos, es decir, convertirse en sujetos intensos.
Pero las relaciones que establecen consumidores y productores, con o sin la mediación de agencias gubernamentales, también son relevantes desde un punto de vista analítico. En el marco de la aportac1ón de Hirschman (1970) antes comentada, cabe postular que, frente a otras situaciones, y con independencia del mecanismo lealtad, para el consumidor afectado por un problema puede resultar mas fácil en términos de recursos a emplear recurrir a la salida -cambiar de establecimiento- que a la voz -reclamar y convertirse en sujeto intenso-. Ahora bien, siempre y cuando no exista una situación de monopolio, en donde solo cabe el use de la lealtad -evidentemente forzada-. Dado que esta no es la situación más común, la protesta consumerista y los sujetos que la articulan son intensos no solo por desarrollarla, sino porque prefieren desarrollar una acción costosa teniendo la posibilidad de desarrollar otra que lo es menos o no lo es en absoluto 4.
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Ahora bien, ¿cuantos ciudadanos actúan como sujetos intensos en temas relacionados con el consumo? ¿Cuáles son los canales que utilizan de entre toda la estructura de oportunidades de participación que ofrecen tanto la administración pública como productores y AA.CC.?
Frente a los datos provenientes de estadísticas oficiales, que por lo general se limitan al recuento de los individuos que hacen use de una vía en particular sin atender a otras 5, el análisis de los cauces de protesta mediante encuesta que se propone a continuación permite conocer la presencia de sujetos intensos entre la población, pero además, los caminos y vías que siguen cuando, actuando individualmente, representan los intereses de los consumidores en su conjunto. Este análisis también permitirá evaluar la presencia e importancia relativa de cada una de ellas, así como las barreras que estos sujetos encuentran en el desarrollo de su acción, esto es, las razones por las que no actúan o, Ilegados a un punto, dejan de actuar como sujetos intensos.
Conocer la presencia de sujetos intensos, el peso de distintas vías y las barreras en los cauces de protesta, edemas de tener interés descriptivo y analítico, tiene relevancia práctica en relación al diseño de políticas públicas. Conocer lo primero da cuenta de la carga de demandas que soporta el sistema político-administrativo, así como el grado de disconformidad de la ciudadanía con respecto a sus relaciones de intercambio en el mercado. Lo segundo, permite conocer las preferencias de los ciudadanos entre distintos mecanismos de transmisión de la demanda hacia el sistema político, y por tanto, por donde se procesa y le llega tal demanda. Lo tercero permitiría prever, y por tanto intentar solucionar, los problemas que tienen los ciudadanos para hacer...
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