In memoriam
| Autor | Juan Antonio Cuadrado Canovas |
| Cargo | Registrador de Madrid número 11 |
| Páginas | 657-662 |
Ha fallecido en Madrid el 2 de marzo nuestro compañero GINES CANOVAS COUTIÑO, miembro del Consejo de Redacción de esta Revista, en la que colaboró durante muchísimos años. Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, gran jurista, con una dilatada vida profesional, que culmina en Madrid, donde se jubila en el Registro número 4, con el número uno del escalafón.
Había nacido Ginés Cánovas en Totana (Murcia) el 2 de febrero de 1900, en el seno de una familia acomodada de la ciudad. Su padre, el Capitán de Infantería don Luis Cánovas Povo, abandona pronto la milicia y se dedica a la política. Trabaja en la sombra a las órdenes de José Maestre, hombre fuerte de las conservadores murcianos. Ginés Bautista -éste era su nombre completo de pila- nunca se ve, en cambio, tentado por la política.
A los dieciocho años es ya licenciado en Derecho por la Universidad de Murcia. De allí arranca la amistad de toda su vida con el que sería gran Notario, su paisano Antonio Moxó Ruano. Poco tiempo asiste Cánovas a aquellas aulas. «Las clases -nos dice su hijo José Luis- las encontraba lentas y pesadas.» Decide estudiar libre. También por su cuenta se prepara para jurídico militar. Tras seis meses con ese cuestionario, decide ir a Registros. Sigue solo con sus libros y apuntes.
Toma parte en las oposiciones convocadas en agosto de 1923 y obtiene plaza en ellas. Figura en su promoción con el último número, porque no tenía al nombrarse los aspirantes -marzo de 1924- los veinticinco años entonces exigidos para el ejercicio de la profesión.
Page 658De Registradores y juristas en general es conocida su gran labor en la Revista. Sus comentarios a las resoluciones de la Dirección -que suspende en diciembre de 1958, en vísperas de su jubilación- son modelo de concisión y profundidad. Ha sido con estos comentarios maestro de todos nosotros.
Como detalle anecdótico que le retrata, digamos finalmente que nunca cobró un céntimo por sus artículos. La Junta del Colegio acordó regalarle todos los años una serie de libros jurídicos. Cánovas aceptó el obsequio, pero a condición de que si el precio de las obras excedía de la normal retribución de sus trabajos, él pagaría la diferencia... Hasta ahí llegaba su desprendimiento.
Presente siempre en los grandes acontecimientos del Cuerpo, en 1961, con motivo del Centenario de la Ley Hipotecaria, «la mejor Ley española», según sus palabras, inaugura los cursos de Derecho hipotecario para el doctorado en la...
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