Flexiguridad: oportunidades y riesgos en el actual mercado de trabajo

AutorFrancisco Lorenzo
CargoFundación Foessa/Cáritas
Páginas19-34

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Agradezco a Víctor Renes su colaboración y sus valiosísimas aportaciones a la hora de confeccionar el presente artículo.

1. Introducción

Tanto en las Líneas Directrices Integradas para el crecimiento y el empleo del ciclo 2005-2007, como en el Consejo Europeo de Primavera de 2006, se invitaba a los Estados Miembros a que reformaran las políticas sociales y del mercado de trabajo adoptando un planteamiento que combinara la flexibilidad con la seguridad del empleo1.

Así, en Junio de 2007 la Comisión Europea publicó la comunicación2: «Hacia unos principios comunes de flexiguridad: más empleos y de mejor calidad combinando flexibilidad y seguridad», con la intención de establecer unos principios comunes sobre flexiguridad. El objetivo principal de la misma es el de favorecer un debate entre las instituciones europeas, los Estados miembros y los interlocutores sociales para que, a finales de 2007, el Consejo Europeo adopte una serie de principios comunes sobre flexiguridad. Además, a lo largo del próximo ciclo de Líneas Directrices Integradas (2009-2011), los Estados miembros, a través de sus Programas Nacionales de Reforma, rendirán cuentas sobre sus estrategias en este ámbito, desarrollándose, por parte de la Comisión, una evaluación sobre los progresos conseguidos.

El término flexiguridad procedente del inglés (flexicurity) -de uso desconocido hasta hace unos años pero muy recurrente en la actualidad- aglutina un conjunto de estrategias desarrolladas para promover la competitividad, el empleo y la satisfacción en el trabajo, combinando la flexibilidad con la seguridad, tanto para los trabajadores como para las empresas.

Supone un planteamiento global acerca de las políticas del mercado laboral que combina el nivel de flexibilidad adecuado a una realidad fluctuante con la garantía de la seguridad necesaria para los trabajadores a la hora de conservar sus puestos de trabajo, de poder encontrar otros rápidamente, o de disponer de un ingreso adecuado entre dos empleos.

2. Complejidad del actual mercado de trabajo
  1. Según señala la propia comunicación realizada por la Comisión Europea, son cuatro los factores principales que hacen que la forma de vida y de trabajar de los europeos esté cambiando rápidamente: Page 20

    * La integración económica a nivel internacional y europeo.

    * El desarrollo de las nuevas tecnologías.

    * El envejecimiento demográfico de las sociedades europeas, combinadas con tasas de empleo medias y paro de larga duración que amenazan la viabilidad de los sistemas de protección social.

    * La segmentación progresiva del mercado laboral en muchos países, donde coexisten, trabajadores relativamente bien protegidos y trabajadores sin ningún tipo de protección.

    Así, mientras que la globalización resulta positiva para lograr crecimiento y empleo, plantea una serie de retos debido a los cambios que conlleva y las exigencias de adaptaciones rápidas por parte tanto de las empresas como de los trabajadores. A pesar de que las tasas de empleo arrojan resultados positivos, la propia Comisión señala que hay 17 millones de desempleados en la UE; por este motivo propone un mercado laboral más flexible y más seguro, que respondan a las nuevas necesidades emergentes.

    Desde esta perspectiva, la búsqueda de flexibilidad implica, por un lado, la necesidad de garantizar «las transiciones de la vida: entre el sistema educativo y el mundo laboral, entre diferentes empleos, entre el paro y el empleo, entre el empleo y la jubilación, etc»»3. Implica por tanto, favorecer la «movilidad ascensional» y el desarrollo de las potencialidades, de la misma forma que lograr «una organización del trabajo que permita responder a nuevas necesidades en términos de producción, de dominio de las nuevas competencias necesarias, y de facilitar la conciliación de la vida laboral y privada».

    Por su parte, la seguridad «trata de conceder a los individuos las competencias que les permitan progresar en su vida profesional y les ayuden a encontrar nuevos empleos. Se trata también de conceder a los trabajadores prestaciones por desempleo que facilite las transiciones, con posibilidad de formación para todos los trabajadores».

  2. Según plantea la Comisión, tres son los elementos principales sobre los que se fundamenta la necesidad de esta estrategia:

    * La existencia de legislaciones excesivamente rígidas de protección del empleo tienen una doble consecuencia, ya que si bien por una parte reducen el número de despidos, por otra, la tasa de reintegración en el mercado laboral tras un periodo de paro también es claramente inferior. Además, este tipo de legislación estricta tiene un impacto limitado sobre el paro global que puede resultar especialmente negativo para los grupos más vulnerables: jóvenes, mujeres, parados de larga duración... ya que genera un crecimiento de diferentes modalidades de contratos temporales acompañados Page 21 de una protección débil que no supone «puente» alguno hacia empleos con contratos indefinidos.

    * La necesidad de contar con una estrategia global en este sentido, que contemple inversiones en la capacitación de los recursos humanos, favoreciendo su adaptación a la rapidez de los cambios y de las innovaciones; tanto un nivel adecuado de formación inicial, como una inversión continua en la mejora de las competencias. Estas estrategias de aprendizaje continuo requieren una implicación activa de todos los implicados: gobiernos, interlocutores sociales y de cada trabajador.

    * Las prestaciones por desempleo necesarias para paliar las consecuencias negativas sobre los ingresos durante las transiciones entre empleos, y que pueden tener un impacto negativo en la intensidad de la búsqueda de empleo; la asistencia directa para la búsqueda de un empleo figura como una de las medidas más eficaces para ayudar a los desempleados a buscar un trabajo.

    De esta forma, las estrategias de flexiguridad «incluyen a la vez disposiciones contractuales flexibles y fiables, medidas activas del mercado laboral, estrategias globales de aprendizaje permanente y modernos sistemas de protección social que permiten disponer de ingresos adecuados durante los periodos de desempleo». Por consiguiente, a pesar de que los aspectos fundamentales y los componentes de esta estrategia no son nuevos, la flexiguridad ofrece un nuevo enfoque en el que los distintos elementos se apoyan mutuamente, de forma que puedan contribuir a modernizar los mercados laborales europeos y a sacar más provecho de los retos y las oportunidades de la globalización.

    En palabras de Vladimír Spidla, Comisario Europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, «la flexiguridad es la mejor manera de garantizar que los ciudadanos europeos gocen de un alto nivel de seguridad de empleo, encuentren un trabajo de calidad en cualquier fase de su vida activa y aspiren a un buen desarrollo profesional en un entorno económico en rápida evolución1». A este respecto, añade que la «flexiguridad ofrece un equilibrio entre los derechos y las responsabilidades de los trabajadores, las empresas y los poderes públicos: todos ellos tienen el deber de contribuir al empleo, la sociedad y el crecimiento sostenible. El planteamiento de la flexiguridad no consiste en quitar seguridad a un grupo para dársela a otro, sino en aprovechar la interacción positiva entre la flexibilidad y la seguridad. Ahora, necesitamos que los distintos agentes contribuyan al éxito de esta iniciativa para las economías europeas, los trabajadores y las empresas».

  3. La Comisión señala cuatro componentes políticos fundamentales -capaces de generar sinergias en materia de empleo, de tasas de riesgo de pobreza Page 22 y de capital humano- a la hora de implementar las estrategias de flexiguridad:

    * Flexibilidad y seguridad de las disposiciones contractuales: en el marco del derecho laboral, convenios colectivos y una organización moderna del trabajo.

    * Estrategias globales de aprendizaje a lo largo de la vida: para desarrollar la capacidad de adaptación al empleo de los trabajadores, en particular de los más vulnerables.

    * Políticas activas del mercado de trabajo (PAMT) eficaces: que permitan al individuo hacer frente a los cambios rápidos.

    * Sistemas de seguridad social modernos: que proporcionen una ayuda adecuada, animen al empleo y faciliten la movilidad en el mercado laboral.

  4. Según recoge la citada Comunicación de la Comisión, se establecen ocho principios comunes a todos los Estados miembro sobre flexiguridad; la existencia de éstos, debe contemplar la necesidad de que desarrollen sus propias estrategias adaptadas a sus contextos y por tanto a sus objetivos nacionales y a su propio mercado laboral:

  5. Reforzar la aplicación de la Estrategia de la UE para el Crecimiento y el Empleo y potenciar el modelo social europeo.

  6. Lograr un equilibrio adecuado entre los derechos y las responsabilidades;

  7. Adaptar la flexiguridad a las distintas circunstancias, necesidades y objetivos de los Estados miembros.

  8. Reducir la diferencia entre, por un lado, los trabajadores sujetos a disposiciones contractuales no estándar y a veces precarias (los de «fuera») y, por otro, los que ocupan empleos permanentes a tiempo completo (los de «dentro»).

  9. Desarrollar la flexiguridad interna y externa, ayudando a los trabajadores a progresar en la carrera (interna) y en el mercado laboral (externa).

  10. Apoyar la igualdad de género y promover la igualdad de oportunidades para todos.

  11. Elaborar políticas equilibradas para promover un clima de confianza entre los interlocutores sociales, los poderes...

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