La tecnología como un factor clave para el empleo y el desarrollo regional

AutorL. Crespo
CargoCEX

Asunto: El papel de la adquisición de tecnología en las empresas existentes en términos de creación de empleo es muy controvertido, especialmente en sectores industriales consolidados. Sin embargo, en las regiones menos favorecidas (LFR) la tecnología puede emplearse como una herramienta para el desarrollo económico y para la creación de puestos de trabajo. No obstante, para las PYME constituye un problema el acceso a los fondos que las ayudarían a obtener tecnología actualizada.

Relevancia: Para aumentar la eficacia de los programas de subvención pública al desarrollo regional y a la innovación industrial, se hace necesaria la mejora continua de los procedimientos de gestión. La selección correcta de las empresas beneficiarias, adecuando el alcance del proyecto a sus necesidades y la agilización de los mecanismos de apoyo, deberían ser los objetivos principales. La gestión local de un programa de transferencia de tecnología transnacional (por ejemplo, el modelo TRANSTEX), puede ser muy eficaz en términos de empleo y competitividad, mostrando una vía de la que se pueden aprender lecciones válidas para una amplia difusión.

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La relación ambivalente entre empleo y tecnología

Ha llegado a ser un punto de vista de aceptación general, que así como es una característica fundamental de la humanidad, el conocimiento tecnológico contribuye constantemente al bienestar, a un rendimiento mayor y, correspondientemente, a la creación de puestos de trabajo. Solamente en períodos de crisis, cuando se introducen rápidamente innovaciones radicales, puede presentarse la situación de manera diferente. Este puede muy bien ser el caso en algunas regiones cuando se evalúa la influencia potencial, impredecible en cierto modo, de las tecnologías de la información y de la comunicación sobre el modelo futuro de nuestra sociedad. Las políticas macroeconómicas, independientemente de las teorías sobre las que se basan, tienden a no abordar eficazmente los problemas regionales (Sánchez, P. 1997). Sin embargo, una idea macroeconómica básica sigue siendo útil: que el desarrollo regional es posible solamente si las empresas locales venden más y obtienen mayores beneficios.

¿Cuando y cómo tienen las nuevas tecnologías un impacto neto positivo sobre el empleo?

Considerando el asunto desde la perspectiva macroeconómica aludida antes, cualquier aumento en el PIB regional dependerá básicamente del aumento de las ventas de las empresas locales. Sin embargo, en el mercado mundial existente, estas ventas dependerán a su vez de la competitividad de las empresas en la región.

La competitividad se basa a menudo en el uso de las modernas tecnologías para la producción de bienes y el suministro de servicios y, por consiguiente, cuanto más alto es el nivel de la tecnología, más posibilidades habrá de aumentar la cuota de mercado. No obstante, aunque no está garantizado el éxito para todas las empresas que intentan actualizar sus productos y procesos, es seguro que las que no lo hacen tendrán dificultades.

Sin embargo, incluso en términos de empleo, el hecho de que una empresa aumente sus ventas no significa automáticamente más puestos de trabajo, ya que una competitividad mayor está asociada normalmente a una tasa menor de trabajo por unidad de producto. Por consiguiente, la implantación de innovaciones tecnológicas solamente tendrá un nivel de impacto positivo global en una región dada, cuando el aumento de las ventas compense la correspondiente reducción del trabajo por unidad.

Partiendo de esta esquemática descripción la complejidad del problema es evidente. El número de combinaciones y de casos particulares posibles depende de las características específicas de las regiones y de los sectores empresariales. No constituye una sorpresa entonces que haya un importante debate sobre el papel de las nuevas tecnologías en el desarrollo de las LFR (Crespo, L., Mogollón, R. 1996). La importancia de la gestión local está reflejada en el comentario de Monika Wulf-Mathies, Comisaria de Política Regional, quien afirma que "las representaciones regionales y locales en particular tienen que estar mucho más implicadas en la planificación, implantación y seguimiento de los Fondos Estructurales"

Una solución: el modelo TRANSTEX

El proyecto TRANSTEX fue concebido de acuerdo con la visión compartida por la Comisión Europea D.G. XIII y XVI de que la promoción directa, inteligente, de la transferencia de tecnología a las Regiones del Objetivo 1 podría derivar en consecuencias positivas para el empleo y para el desarrollo.

Los fondos (1 millón de ECU) procedían del Artículo 10 de ERDF y representaban el 50% de los costes totales del proyecto, (la otra mitad estaba financiada por las empresas receptoras). El proyecto duró 18 meses y estuvo apoyado y supervisado formalmente por el Gobierno Regional.

La Corporación Empresarial de Extremadura (CEX), una empresa inversora de propiedad parcialmente pública, aceptó con gusto actuar como Agente Ejecutivo para este proyecto, que consistía en la implantación de tecnologías europeas avanzadas en cinco empresas seleccionadas públicamente en Extremadura. CEX asumió la responsabilidad de informar a la C.E. actuando como beneficiaria de la ayuda financiera y como distribuidor subsiguiente a las empresas de acuerdo con reglas previas, definidas conjuntamente, claramente establecidas en las condiciones contractuales entre la C.E. y la CEX.

Los perfiles de las empresas y los campos objetivo de los cinco sub-proyectos TRANSTEX, se presentan a continuación en una tabla.

Compañía Agroalimentaria productora de productos desecados. Por la implantación de nueva tecnología británica se ha conseguido una reducción del nivel de impurezas, lo que ha permitido el suministro a nuevos mercados y clientes.

Compañía de pizarras. Mediante la instalación de un equipo de extracción sueco ha podido poner en funcionamiento una cantera de elevado valor añadido, produciendo un tipo de granito negro que es único en Europa.

Compañía de producción de bienes de consumo y venta por catálogo. Por instalación de un equipo alemán automatizado de producción de camisas, ha podido empezar a competir con los fabricantes de Asia e incluir sus propias camisas en su catálogo de ventas.

Compañía agro-alimentaria de producción y comercialización de cerezas. Aplicando una nueva película hecha en Inglaterra, las cerezas de la compañía pueden resistir sin degradación períodos de tiempo más largos en los embalajes especiales, permitiendo su exportación a países más distantes y mejorando su oferta en el mercado nacional.

Compañía multimedia. Adquiriendo una tarjeta microchip francesa y tecnologías de CD-ROM alemanas esta compañía ha podido ofrecer proyectos de aplicación avanzados en la región y en el resto de España.

Los cinco subproyectos se completaron en la fecha prevista, dentro de los límites presupuestarios y se obtuvieron los resultados técnicos esperados. Las cinco empresas fueron capaces de resolver problemas específicos mediante adquisición de tecnología, y consiguientemente pudieron ofrecer nuevos productos en el mercado o mejorar sustancialmente sus procesos de producción. Esto se ha traducido en un aumento de ventas significativo y en la creación directa de alrededor de 100 nuevos puestos de trabajo. Recientemente, una misión de control financiero de la Comisión evaluó los aspectos contractuales y técnicos in situ e incluyó en su informe comentarios muy favorables sobre los logros y la gestión del proyecto.

El proyecto TRANSTEX estaba también en armonía con la estrategia de desarrollo regional, ya que no sólo apoya a sectores bien establecidos, (agroalimentación y rocas ornamentales), sino que también amplía la gama de productos suministrados por la región (textiles) e introduce nuevas actividades comerciales (tarjetas microchip en este caso).

Como resumen del proyecto, la C.E. contribuyó con 1 millón de ECU, Extremadura importó know-how y equipo de tecnología avanzada procedente de los estados miembros del Norte de Europa por valor de 2 millones de ECU, y España está ahorrando en torno a 1 millón de ECU por año en subsidios de desempleo, que ya no son necesarios gracias a los 100 nuevos puestos de trabajo.

Razones del éxito

Las políticas públicas en el campo de la transferencia de tecnología a las empresas deben seguir los criterios siguientes para tener éxito.

Selección de las empresas apropiadas.

El contenido del proyecto debe responder a necesidades inmediatas y reales.

Gestión ágil de los fondos de ayuda.

Aunque estos criterios parecen obvios, no es fácil en nuestros días encontrar programas de subvención pública donde los tres criterios se cumplan simultáneamente. Además, las posibilidades de conseguirlos disminuyen cuando nos movemos del campo local al nacional y aún más del nivel nacional al europeo. Sin embargo, no se trata de un tarea imposible, como ha demostrado el proyecto TRANSTEX.

Antes de empezar a presentar las lecciones aprendidas, es esencial mencionar que para que acciones futuras de esta clase tengan éxito, hay una necesidad básica de respetar el principio de subsidiariedad. Esto significa que la C.E. debería intervenir sólo cuando su papel es necesario y complementa el papel de la Administración pertinente, a nivel nacional o regional.

Está claro que en este proyecto se ha cumplido este criterio. En particular, en las cinco empresas TRANSTEX, los contactos entre empresas proveedoras y receptoras nunca habrían ocurrido sin la intervención a nivel europeo.

Pero hay otra importante pieza de valor añadido a nivel europeo que hay que mencionar. Ambas regiones, la suministradora y la receptora, se han beneficiado del mismo único subsidio. Este es, por consiguiente, un buen ejemplo de acciones fructíferas encaminadas a promover la cooperación Norte-Sur dentro de Europa, y que también podría ser tomado como referencia para programas de apoyo a Terceros Países, y especialmente a las regiones del Mediterráneo y de América Latina.

A continuación se expone una breve descripción del cumplimiento de los criterios de selección por el proyecto TRANSTEX.

Selección de las empresas apropiadas

En primer lugar, el programa tiene que conseguir la credibilidad necesaria para estimular a las empresas a participar. A las buenas empresas (que también existen en el Objetivo 1 incluso aunque no son clientes regulares de los programas de innovación europeos), no les gusta perder tiempo contestando convocatorias de propuestas. Este procedimiento exige usualmente mucho tiempo para ser evaluado y requiere negociaciones previas para llegar a conseguir un equipo transnacional, además de que las posibilidades de ser seleccionadas se perciben como muy remotas. Por otra parte, tener un buen proyecto no es suficiente. La empresa y sus circunstancias actuales son también relevantes y esto es difícil de valorar a distancia.

Estos requisitos se cumplieron automáticamente en el modelo TRANSTEX, ya que las empresas fueron visitadas y se les dio la información pertinente (además de la información disponible públicamente) en sus propias sedes. Las empresas se enteraron de que una organización local prestigiosa, CEX, está actuando como intermediaria de la ayuda financiera europea, que esta ayuda ya había sido recibida, y que sus propuestas no tendrían que ser evaluadas a miles de kilómetros de distancia. Por consiguiente, podrían entrar en negociaciones con el suministrador extranjero siendo optimistas acerca de sus posibilidades de ser seleccionadas.

Es crucial tener en mente, sin embargo, que si se usara ampliamente esta metodología para la gestión de los programas de subvención pública, debería prestarse especial atención a cómo proteger el proceso contra el "favoritismo".

El Agente Ejecutivo (A.E.) deberá estar dispuesto a asumir una considerable responsabilidad con respecto a la institución financiadora. Ciertamente constituye una ayuda que el intermediario sea una organización pública o semi-pública con mecanismos de control ya establecidos. Aunque esto no debe impedir que una empresa privada sea un intermediario. La publicación en los periódicos oficiales regionales o europeos puede ser una buena forma para demostrar el carácter público, pero la única vía práctica para promover la participación serán los contactos directos entre el A.E. y las empresas. La institución financiadora deberá estar preparada para recibir y estudiar posibles reclamaciones de las empresas que pueden haber presentado propuestas y que no han sido elegidas por el A.E. El A.E. debe asumir claramente sus propias responsabilidades, no sólo en la fase de selección sino también en la fase de ejecución, pero la intervención de comités de control de programas o de selección podría reducir la agilidad.

Conseguir un proyecto ajustado a las necesidades de los beneficiarios

CEX no define las líneas temáticas del proyecto. Su único papel a este respecto es asegurar una difusión de proyectos y empresas entre los sectores en línea con la política industrial del Gobierno Regional (asumiendo que existe una estrategia a ese nivel), sin forzar los contenidos de los proyectos en absoluto. Las empresas seleccionan por sí mismas las innovaciones tecnológicas que consideran que pueden ayudarlas a resolver sus problemas. También saben que se tomará una decisión rápida, inmediata, sin tener que sufrir una larga espera a causa del procedimiento burocrático, al final del cual seguramente sus circunstancias habrán cambiado. En general, también ayuda la utilización de principios de inteligencia tecnológica/económica para definir una estrategia de corto a medio plazo.

En el caso general, sería posible traducir los objetivos estratégicos de la empresa a un valor añadido claramente definido, que podría ligarse a una ganancia medible para la empresa en términos tales como características del producto, mayor productividad, disminución de los costes del proceso, etc. Esto identifica claramente la necesidad de usar indicadores de rendimiento convenientemente definidos.

Conseguir una gestión ágil de los fondos

La participación de la empresa sobre una base del 50% normalmente significa, en realidad, que la empresa tiene que soportar el 100% de los costes durante lo que puede ser un período de tiempo bastante largo. Este hecho, unido a un período prolongado de evaluación de las propuestas presentadas, implica normalmente que el proyecto no se desarrolla como se había planeado inicialmente y que las declaraciones de los costes darán trabajo al controlador financiero de la Comisión.

La situación actual con respecto a la ayuda ERDF (la participación en el último programa marco de innovación fue insignificante) a las PYME en las regiones del Objetivo 1, no importa si se trata de activos fijos convencionales o tecnológicos, es la siguiente: 2 meses para preparar el expediente (normalmente se requiere un consultor debido a la complejidad para optimizar el subsidio y el procedimiento completo); 7 meses para recibir la comunicación de aprobación, aunque el período de ejecución correspondiente podría desarrollarse en cierta medida en paralelo; 3 meses entre la ejecución y la aprobación de los costes certificados y, finalmente, 12 meses más hasta que se recibe el dinero. Los programas de innovación a nivel europeo o nacional no ofrecen tampoco calendarios más rápidos.

Además, los subsidios actuales dentro de los programas de incentivos regionales apenas superan el 20% de la inversión total, cuando antes solían ser hasta del 40%. Bajo las reglas europeas TRANSTEX fue capaz de proporcionar un subsidio del 50%.

A este respecto, el intermediario (CEX en este caso) negoció directamente con la empresa y cumplió los compromisos contractuales de pago parcial inmediatamente después de que la empresa hubiera pagado el coste total al suministrador. Este pago nunca se retrasó más de una semana y en algunos casos ambos pagos, es decir, al suministrador y a las compañías receptoras (50%), se hicieron simultáneamente.

Conclusiones

Este proyecto piloto ha mostrado, por encima de todo, el gran potencial de innovación que existe en las Regiones del Objetivo 1 y que a menudo es desconocido por los Programas de Innovación Europeos, debido a las dificultades de promover la participación de las PYME de las LFR en estas líneas de acción.

Además, se destaca cómo un modelo de gestión descentralizada puede obtener la participación de las PYME que, bajo circunstancias normales, no se habrían beneficiado nunca de este tipo de apoyo. Adicionalmente, el conocimiento de las necesidades de las empresas y la proximidad a ellas, puede garantizar que los fondos del proyecto se apliquen realmente donde son efectivos, es decir, a proyectos con las mejores garantías de obtención de los impactos socioeconómicos positivos esperados. Otra importante conclusión es que los empresarios implicados en programas de innovación de esta clase son conocedores, en general, de las necesidades de tecnología de sus propias empresas. Usualmente se mantienen informados a través de las ferias comerciales, de los suministradores y vigilando a sus competidores. Esto puede implicar que los estudios de demanda, diagnóstico, etc., no siempre proporcionen un valor añadido real al preparar las acciones, y pueden incluso en algunos casos ser un impedimento para la participación de las PYME.

No obstante, como se ha mencionado, el proyecto TRANSTEX fue un proyecto piloto y, naturalmente, su modelo de gestión para la subvención pública no se puede extrapolar automáticamente, por ejemplo, a la gestión del Plan de Acción de Innovación. Además, las lecciones aprendidas en el proyecto TRANSTEX podrían ayudar a las Administraciones Regionales a comprender el gran impacto que pueden tener los programas de transferencia de tecnología sobre el empleo y el desarrollo económico.

El énfasis sobre la transnacionalidad de tales programas es justificación suficiente para el papel de la Comisión Europea, bien a través de los fondos de innovación, bien a través de los fondos de desarrollo regional.

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Palabras clave

transferencia de tecnología, empleo, desarrollo regional, políticas de innovación

Referencias

Sánchez, P., Los efectos del desarrollo tecnológico sobre el empleo. Ediciones Encuentro. Madrid, 1977.

Gavigan, J., Cabello, C. y Farhi, F., Déficits tecnológicos y desarrollo sostenible en las Regiones Menos Favorecidas de la UE. The IPTS Report nº 13, Abril 1997.

Crespo, L. y Mogollón, R., Empresa e Innovación en Extremadura. COTEC. Madrid, 1996.

Agradecimientos

El autor desea agradecer la confianza y el apoyo recibidos de Mikel Landabaso y Jesús Suárez (D.G: XVI) y Manuel Vilallonga (D.G. XIII).

Contactos

Luis Crespo, Corporación Empresarial de Extremadura

Tel: + 34 24 248250, fax: + 34 24 248290, correo electrónico: lcrespo@net64.es

Ioannis Maghiros, The IPTS

Tel: +34 95 448 82 81, fax: +34 95 448 83 39, correo electrónico: ioannis.maghiros@jrc.es

Sobre el autor

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Luis Crespo es Doctor en Ingeniería Aeronáutica (Univ. Politécnica de Madrid) y licenciado en Sociología (Univ. Complutense de Madrid). Ha trabajado en la industria espacial y en cierto número de campos de energías renovables en CASA, ASINEL e IER (CIEMAT). Después ha estado implicado en distintos aspectos de la gestión de la tecnología, primero en el CDTI y más tarde en AENTEC. Actualmente es director general de la Corporación Empresarial de Extremadura y ha promovido la creación de 17 nuevas empresas, algunas de ellas tecnológicas, en la región.

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