Evolución de la gestíon del patrimonio de las E.P.S.V.s: Estudios preliminares y propuestas

AutorJosé Antonio González Rodríguez
CargoSocio-consultor de Pensiones y Previsión Social Sociedad de Asesores, S.L.
Páginas11
  1. Introducción

    La evaluación de la gestión de patrimonios es un tema de especial interés para el gestor y el inversor, especialmente para el segundo, cuya economía puede verse gravemente afectada por una racha de continuos resultados adversos en la gestión de su ahorro. De esta forma, son muchos los que disgustados por los resultados de la gestión han solicitado el traslado o movilización de sus ahorros a otra entidad que administre su patrimonio, con la consiguiente pérdida de negocio para la gestora inicial. Por todo ello, este tema ha dejado de ser un área que preocupa exclusivamente al inversor para pasar a constituir la fuente de un animado debate entre los gestores de patrimonios, algunas veces injustamente castigados a pesar de haber administrado el ahorro con la diligencia exigible a «un buen padre de familia».

    Precisamente en esta línea se enmarcan algunas de las novedades legislativas más recientemente publicadas en el campo de las Instituciones de Inversión Colectiva y de Planes y Fondos de Pensiones, sobre el deber de información de la gestora a los partícipes. Por ejemplo, en el caso de los Fondos de Inversión al reconocer el derecho del partícipe a obtener una información completa, veraz, precisa y permanente del Fondo o bien al definir el contenido mínimo de los informes trimestrales y semestrales así como del folleto simplificado. En el caso de los Planes y Fondos de Pensiones este aspecto se plasma en las novedades introducidas por el nuevo reglamento, que introduce medidas orientadas a aumentar el nivel de transparencia e información a los partícipes, por ejemplo, a través de la obligación de realizar una revisión actuarial y financiera al menos cada tres años. Con ello se pretende que el inversor tenga un mayor conocimiento del proceso de inversión y de sus resultados y, en definitiva, sea capaz de evaluar al menos periódicamente la gestión del patrimonio. Es de esperar que el efecto que la demanda social de información ha tenido sobre el legislador para el caso de las Instituciones de Inversión Colectiva y Planes y Fondos de Pensiones, sea objeto de desarrollo en el ámbito de una de las formas de previsión social más populares y extendidas en el País Vasco: Las Entidades de Previsión Social Voluntarias, en adelante E.P.S.V.

    La evaluación de la gestión de los patrimonios es un área de investigación cuyos orígenes se remontan a los trabajos de diversos autores, entre los que destacan Treynor, Sharpe y Jensen. En la actualidad esta área constituye un tema habitual en los manuales de finanzas. Son, como veremos, diversos los métodos o modelos que se proponen en este ámbito. Sea cual fuera el que se decidiera utilizar, es comúnmente aceptado que son de gran utilidad en la dinámica de la relación entre el gestor y el inversor, por diversas causas.

    Por un lado, evaluar la gestión del patrimonio proporciona información importante a la hora de depurar o delimitar responsabilidades entre el gestor y el inversor. Este es un tema de especial trascendencia en la gestión del ahorro de previsión social, que ha llevado en los últimos años a que partícipes o socios se planteen reflexionar y explicitar cuatro aspectos importantes: los objetivos de su inversión de previsión, la rentabilidad que necesita, el nivel de riesgo que debe asumir para batir ese objetivo de rentabilidad y, por último, pero no por ello menos importante, su nivel de comodidad en esos niveles de rentabilidad y, sobre todo, riesgo.

    Adicionalmente, evaluar la gestión del patrimonio permite al inversor obtener información sobre el grado de cumplimiento de los objetivos establecidos, implícita o explícitamente. También le puede ayudar a estudiar el grado de cone- xión entre la política de inversiones establecida y el cumplimiento de los objetivos definidos, y de esta forma, analizar la contribución de la política de inversiones establecida al logro de los objetivos.

    Por otro lado, la evaluación de la gestión del patrimonio permite analizar la coherencia de la actividad del gestor con los parámetros o filosofía establecida. Sin embargo, son diversos los autores que apuntan que el valor añadido más apreciado por el inversor es el de poder conocer la competitividad de la actividad del gestor. Este último aspecto cuenta con un especial atractivo debido a su novedad: la multigestión en los Fondos de Inversión forma parte de una realidad muy reciente, en el campo de los Planes y Fondos de Pensiones constituye una cuestión que actualmente está en pleno debate.

    La evaluación de la gestión de patrimonios es un área que se ha desarrollado especialmente en el campo de los Fondos de Inversión Mobiliarios. Estos patrimonios bien podrían denominarse de carácter no específico, en tanto en cuanto, el ahorro canalizado en estos productos puede destinarse a cualquier fin que no sea exclusivamente la previsión. Las medidas que se pueden emplear para evaluar la gestión de este tipo de patrimonios son diversas, si bien pueden clasificarse en dos grupos: unas parciales y sencillas de cálculo, pero simples en cuanto al alcance de sus resultados, y otras más complejas en cuanto a la información que precisan, y por ello, normalmente más completas.

    La evaluación de la gestión de patrimonios que van orientados al logro de unos objetivos determinados, por ejemplo, el caso de las E.P.S.V. y los Planes y Fondos de Pensiones, cuenta con un desarrollo más tardío, probablemente justificado por la mayor complejidad inherente en su gestión. Así, entre las gestoras de este tipo de patrimonios, lo más habitual viene siendo el uso de los modelos o estadísticos desarrollados en el campo de los Fondos de Inversión. Ahora bien, teniendo en cuenta el carácter finalista de este tipo de ahorro, la gestión no debe ser evaluada únicamente en los términos de las inversiones. Tanto los Planes de Previsión como los Planes de Pensiones deben ser gestionados hacia la consecución de unos objetivos, cuales son alcanzar las prestaciones de jubilación, invalidez y fallecimiento —nacimiento o matrimonio, desempleo, intervenciones quirúrgicas y estancias en clínicas, adicionalmente en el caso de las E.P.S.V.—, en la forma prevista en los estatutos o especificaciones del Plan. Por todo ello, la evaluación en la gestión del patrimonio debiera analizar de forma conjunta la administración del dinero y la evolución de las prestaciones. De esta forma, el estudio de la gestión del patrimonio pasa por el análisis de la «evolución del diferencial» entre la trayectoria del patrimonio y de las prestaciones u obligaciones de la E.P.S.V. y del Plan de Pensiones.

    En este mismo ámbito no deberíamos obviar que la evaluación de la gestión de patrimonios, específicos o inespecíficos, debiera conllevar la consideración de otra serie de factores, más allá de los puramente económicos y objetivos. En este apartado se recogen aquéllos de tipo cualitativo, por ejemplo la atención e información suministrada al inversor, la experiencia o formación financiera, el volumen de patrimonio gestionado, la tecnología empleada y medios de información de que dispone el gestor, el nivel de la organización del gestor, la actitud ante el riesgo del inversor, etc. Este abanico de factores no será fuente de reflexión en esta publicación por no ser objeto principal del estudio.

  2. Medidas de evaluación de la calidad en la gestión de patrimonios inespecíficos

    La evaluación de la calidad de la gestión de patrimonios es un área de continuo debate, en el que no es muy habitual llegar a una postura única o consensuada, todo ello principalmente debido a que es función de las expectativas del inversor. Además, no todos los inversores valoran de igual forma la evolución de su ahorro. Así, algunos se centran en el rendimiento, otros en cambio, prestan una especial atención al riesgo, mientras que algunos evalúan la relación rentabilidad riesgo, o consideran aspectos cualitativos, etc. En esta misma línea, las medidas que se proponen para la evaluación en la calidad de la gestión de este tipo de patrimonios se centran en el rendimiento, el riesgo y en índices que analizan conjuntamente el riesgo y del rendimiento de la inversión.

    2.1. Medidas de rendimiento

    El rendimiento es una de las variables más consideradas en la valoración de las inversiones, de hecho, muy habitualmente ésta información es la única demandada por el inversor. Son diversos los métodos que se pueden emplear para calcular el rendimiento de las inversiones. En cualquiera de los casos, las diferentes medidas de rentabilidad se obtienen a partir de la variación de valor de los activos en una cartera considerando los dividendos e intereses cobrados y las plus- valías o minusvalías generadas.

    El cálculo de la rentabilidad de una inversión fue ya objeto de debate en el CFA Institute, en adelante, CFA. Así, en 1999 la Asociación adoptó una serie de normas internacionales, conocidas popularmente como «Global Investment Performance Standards», en adelante GIPS. Los GIPS recogen el procedimiento de presentación y cálculo del rendimiento de las inversiones, con el fin de permitir compararlo entre los gestores sin importar su situación geográfica, de fomentar y facilitar el diálogo entre los gestores de inversiones y sus clientes potenciales. Ente los objetivos de los GIPS...

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