¿Una Europa (Más) Federal? Límites a la federalización de la UE y el papel de las regiones

AutorAlberto López Basaguren
Cargo del AutorCatedrático de Derecho Constitucional por la Universidad del País Vasco
Páginas107-123
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¿Una Europa (Más) Federal?
Límites a la federalización de la UE
y el papel de las regiones
A L B*
Catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad del País Vasco
1. Algunas precisiones previas
2. La integración europea y el objetivo federal
2.1. La difícil realización del objetivo federal y los peligros de su fracaso
2.2. La UE, una union (confederal) de Estados con importantes elementos
federales
3. Las Regiones y su papel en la gobernanza de la UE
4. La propuesta del Gobierno Vasco sobre el papel de las Regiones en la UE y la
reclamación del reconocimiento de un ‘derecho a decidir’
5. Conclusiones
1. ALGUNAS PRECISIONES PREVIAS
Afrontar el análisis de las posibilidades de futuro de un desarrollo de la
integración europea en sentido crecientemente federal y, en su seno, del papel de las
Regiones en un entramado institucional de esas características plantea importantes
problemas metodológicos. El primero de todos es, sin duda, el de la actitud del
analista, en el que influyen, de forma irremediable, en mayor o menor medida,
sus deseos –e intereses– como ciudadano implicado. No se trata, aquí y ahora, de
afrontar una cuestión de tanta envergadura, que ha obsesionado desde siempre
a todo académico consciente de las dificultades de su trabajo y que sigue siendo
recurrente en toda reflexion epistemológica que se precie en este campo. Se trata
únicamente, con toda modestia intelectual, de explicitar la necesidad del analista
de ser plenamente consciente de ello y de tenerlo presente de forma permanente,
* Grupo de Investigación de la UPV/EHU PPGA 18/12. Este trabajo ha sido realizado en el
ámbito del Proyecto de investigación DER 2017-86988-P, financiado por el Ministerio de Economía y
Competitividad (MINECO) –ahora, Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades–.
Alberto López Basaguren
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como elemento indispensable para tratar de mantener bajo control la tendencia a la
influencia de esos deseos e intereses sobre su labor de análisis. Es una mínima medida
de advertencia –y de defensiva cautela– cuando es tan habitual que se trate de hacer
pasar por análisis académico lo que no son sino puras expresiones de pretensiones
individuales o colectivas, en momentos en que los puros discursos politicos están
ocupando el campo de los análisis académicos.
El tema que ocupa estas páginas es, sin duda, uno de esos temas en los que se suelen
producir esas sustituciones.
Una de las actitudes justificativas que, en ciertos ambientes, parece investirse de
mayor legitimidad en la realización de esa labor sustitutiva suele ser la pretension
de cambiar el mundo, de mejorarlo, de resolver los problemas que le aquejan. El
científico John B. S. H –fisiólogo, genetista y biólogo– realizaba una
advertencia contra este tipo de actitudes y de justificaciones. En su conferencia a los
Heréticos, en Cambridge (1923), titulada Daedalus; or Science and the Future, que el
conservador no tiene nada que temer de quien subordina su razón a sus pasiones,
pero sí de quien haga de la razón la más grande de sus pasiones1. Ciertamente, tratar
de hacer pasar los deseos propios por análisis riguroso de la realidad no parece el
major fundamento para transformar la realidad ni para afrontar sus problemas de
forma fundada.
El objeto de análisis del académico en el ámbito de los estudios sobre la sociedad –y,
aún más, dentro de ellos, de la política– es cualitativamente diferente al propio de las
ciencias de la naturaleza; sobre todo por el papel que la experimentación desempeña
en la corroboración de sus predicciones teóricas. Aunque la ratificación experimental
no garantice, tampoco en ese ámbito, la certeza de la teoría en la que se inserta; es
decir, el ‘paradigma’ científico en el que se le da sentido, por utilizar la conocida
terminología de Thomas S. K. Pero, a pesar de la diferencia cualitativa del objeto
de análisis, el estudioso de la sociedad debe seguir un método que no difiere del del
científico de la naturaleza. Como ellos, nosotros también tenemos el reto de entender
el mundo como algo previsible3… dentro de lo razonable. Quisiera, en este sentido,
establecer dos elementos que aclaren la pretension de estas páginas en lo que se refiere
a su objeto de análisis. Bertrand R, polemizando con la intervención de J. B. S.
H a la que me acabo de referir, afirma que su pretension no es sino tomar unos
pocos elementos sobre los que hacer conjeturas. Advierte que nadie debe entender que
pretenda hacer profecías, sino que su pretension se limita a sugerir posibilidades que
1 Cfr. John B. S. H: Daedalus: or Science and the Future, ahora en Krishna R. D
(ed.): Haldane’s Daedalus revisited, Oxford: Oxford UP, 1995.
2 Cfr. Thomas S. KUHN: La estructura de las revoluciones científicas, Madrid: FCE, 2006 (por citar
una de las ediciones más fácilmente accesibles al lector en español).
3 Cfr. Max W: El político y el científico, Madrid: Alianza, 1998.

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