Definición de prioridades dentro de la Sociedad de la Información

AutorDimitrios Kyriakou
CargoIPTS

Asunto: Los programas de agente inteligente ('suplentes' de los humanos), se han propuesto a debate recientemente como un gran adelanto que, gracias a la evolución del entorno de las redes informáticas, pueden facilitar tareas que todavía precisan la intervención humana y el tiempo correspondiente. Una de las formas más sencillas de los agentes inteligentes es el software utilizado para el 'comercio de programas' en los mercados financieros, donde se pueden apreciar en forma embrionaria cuestiones relacionadas con la fijación de precios y la priorización. La priorización entre tales 'suplentes', todos los cuales compiten por espacio en el ancho de banda disponible para una ejecución más rápida de ciertas tareas, puede acarrear consecuencias imprevisibles a largo plazo.

Relevancia: El carácter ubicuo de la Sociedad de la Información emergente hace que algunos de sus aspectos menos innocuos - si bien todavía distantes y aparentemente esotéricos - sean dignos de atención y plantea interrogantes en torno al orden emergente de los conocimientos. El uso de los programas de 'agente inteligente' sencillos es un ejemplo. Concretamente, la disponibilidad de tales 'suplentes' conducirá a la automatización y comercialización de muchas de aquellas actividades a las que, hasta la fecha, no ha sido posible asignar un precio. Si bien los sistemas basados en la capacidad de pagar redundarán en beneficio de la eficiencia, también plantean la posibilidad de una mayor exclusión social.

La sociedad de la información multimedia (SIM) es un concepto global que pretende recoger una transformación de gran envergadura. Refleja una serie de desarrollos, tanto por el lado de la demanda como por el de la oferta del mercado de las telecomunicaciones, que se centran en torno a la mayor facilidad, velocidad y asequibilidad de manipulación de datos en diversas formas, como consecuencia de impulsores tanto tecnológicos como (des)reguladores. El concepto abarca los servicios y las aplicaciones cada vez más interactivos hechos posibles por estos avances, así como el valor añadido generado por los mismos, que justifica la creación de la infraestructura subyacente; engloba la labor de los constructores de esta infraestructura y de los usuarios interactivos, los productores y consumidores de información. Por último, y de igual importancia, el concepto de la Sociedad de la Información se refiere al impacto socioeconómico de estos acontecimientos tecnoeconómicos tan extendidos. Las tecnologías de la información y las comunicaciones no sólo sufren continuas mutaciones de forma, sino que reforman el contexto social que las engendra.

Este artículo se centra en las repercusiones de los mecanismos de la fijación de precios y la priorización de decisiones en la SIM. No se ocupa de los aspectos técnicos de los 'agentes inteligentes' ni del 'comercio de programas', tampoco realiza un análisis sociológico de las complejas relaciones sociales que puedan surgir de las mismas. Como es el caso de la mayoría de los aspectos de la SIM, el principio fundamental no es nuevo; las cartas de carácter urgente, por ejemplo, siempre han sido más caras que el correo normal. No obstante, la SIM acentúa dramáticamente la incidencia y el alcance del problema, al poner precio por primera vez a áreas de la actividad humana que hasta ahora han quedado al margen de las disciplinas del mercado. Si bien en principio esto aumentaría la eficiencia, también podría conducir a la exclusión social. Expresado más llanamente: es obvio que la SIM no suprimirá la distinción entre los ricos y los pobres; en algunos casos podría ayudar a mitigar la desigualdad (por ejemplo al facilitar la teleformación y el teletrabajo), pero en otros podría agravar la diferencia y extender su campo de aplicación, como en la cuestión de la fijación de precios y la priorización que nos ocupa aquí.

Cuestiones sobre la Fijación de Precios

La fijación de precios es un problema difícil para la SIM, y tiene repercusiones que trascienden del mundo comercial. Una fijación eficaz de precios supondría consecuencias especialmente molestas para los negocios, sobre todo, en lo referente a este artículo, al nivel de los usuarios. El Internet, por ejemplo, presenta problemas especiales surgidos de la fijación de precios. Al ser propiedad de todos y de nadie a la vez, el Internet se asemeja a un bien común (el aire, los océanos, etc.) y comparte algunos de sus inconvenientes como dominio público: disfrutado con entusiasmo por usuarios ávidos de 'viajar gratis' pero no de contribuir a su mantenimiento.

La fijación de precios y la priorización son aspectos cruciales de la SIM

Más concretamente, cuando los proveedores del servicio cobran una cuota fija mensual, los abonados tienen un incentivo para abusar de su conexión, lo cual podría en ocasiones conducir a la congestión. Sería más eficiente que los proveedores del servicio cobrasen en función del uso real, lo cual podría aliviar la congestión en las horas punta. Esto, sin embargo, mermaría el atractivo de ciertos servicios. Experimentos facturación y tarificación en Chile y Nueva Zelanda, por ejemplo, han demostrado que los programas de pagar en función del uso inciden negativamente en la utilización e inhiben las consultas en busca de información. También serían totalmente impracticables: contar los paquetes de información supone mucho más trabajo para el ordenador que simplemente transmitirlos.

El problema se hará mucho más agudo cuando intervengan los programas de agente inteligente, definidos como programas similares a las rutinas de compraventa empleadas en el comercio de programas en las bolsas financieras, regidas por unos modelos y reglas de reacción sencillas. Tales programas ponen de relieve el problema, continuas ofertas de compra y venta hasta concluir una transacción, al margen de limitaciones humanas (cansancio, aburrimiento, distracción, etc.).

Cuestiones de la Priorización

Se pueden asignar etiquetas de prioridad a los paquetes de información, pero la competencia por espacio dentro del ancho de banda disponible plantea la posibilidad de la exclusión

Las repercusiones adquieren una mayor envergadura si contemplamos otro aspecto del problema - el uso de los niveles de prioridad ('etiquetas de prioridad') adquiridos por el usuario o el abonado, bien a priori sobre una base mensual, bien en el momento. De hecho, algunos mecanismos de prioridad múltiples ya han sido instalados por las compañías de telecomunicaciones (p.ej. Northern Telecom), posibilitando la fijación de tarifas diferenciadas y niveles de servicio personalizados. En tales sistemas, los paquetes de alta prioridad son cursados sin demora, al tiempo que los de menor prioridad tienen que hacer cola. En realidad la situación es más complicada porque es concebible que muchos paquetes de alta prioridad llegarán simultáneamente. Luego, si la congestión del tráfico lo hace necesario, tendría que haber alguna manera de priorizar entre paquetes de la misma 'alta' prioridad. Una solución podría ser el mecanismo de la subasta, otorgando las prioridades más altas a los que coticen más, presumiblemente los que valoren mucho la agilidad y que, crucialmente, pueden competir a ese nivel. De esta manera, las subastas podrían resolver el problema de la congestión a costa de crear problemas de otra índole. Un banco, por ejemplo, probablemente podría pagar más para elevar su nivel de prioridad en tales subastas que un individuo cuyo médico recibe información y orientación durante una intervención quirúrgica.

Evidentemente, estas cuestiones transcienden del Internet y destacan los aspectos más problemáticos de la fijación de precios y la priorización dentro de la SIM. Según la estrechez de la anchura de banda disponible, cualquier red o red subordinada de la infraestructura de la SIM podría encontrarse ante problemas de congestión y priorización. Una solución tal como: 'penar los paquetes que exijan más anchura de banda mandándolos al fin de la cola' podría dificultar el desarrollo de algunas de las aplicaciones más atractivas, tales como la telemedicina o la teleformación.

Si no se deja funcionar al mecanismo de fijación de precios, los actores más dispuestos en términos dinerarios serán atraídos por otras redes más rápidas

En otras palabras, se plantearán nuevos interrogantes en torno a la priorización y el orden de procesamiento en los momentos de congestión (o sea, puede que se precisarán 'controladores del tráfico'). Los métodos convencionales ('despacho en orden estricto de pedido', la 'Lista Circular' etc.) podrían conllevar importantes ramificaciones cuando la velocidad sea primordial para los 'vehículos' que compitan en la autopista. De implantarse una priorización que reflejara las preferencias de un regulador o del gobierno, impidiendo la compra de la prioridad más alta por los que la valorasen mucho Y que tuviesen con que pagarla, es muy verosímil que los actores privados acaudalados (p.ej. las grandes corporaciones) optarían por abandonar parcialmente este proceso, quedándose con sus propias redes más rápidas. Esto conduciría al uso selectivo del sistema, dejando las redes más igualitarias, aquellas del sector público, quizas a los clientes con menor capacidad de pago.

Además, los gobiernos tendrían dificultad en imponer jerarquías de prioridad a todas las redes, ya que hay incertidumbre en torno a la jurisdicción aplicable al tipo de red de información involucrado: ¿ a cuya jurisdicción ha de obedecer la jerarquía: a la del remitente, del recipiente, del intermediario ? etc. La legislación de las cuestiones surgidas del Internet es una indicación de lo engorroso del proceso - se puede considerar al Internet, a efectos de nuestro análisis, como una forma lenta, primitiva, insegura y embrionaria de la infraestructura que se contempla para la SIM.

Aspectos de la fijación óptima y subóptima de los precios

Se estimula la eficiencia cuando coinciden la oferta y la demanda, llevando los precios al nivel de equilibrio del mercado

La cuestión de la priorización y las subastas apunta otra repercusión de la SIM. La SIM desmantelará las barreras que obstaculizan el logro de un desenlace económico óptimo al hacer subir el precio a un nivel donde la demanda y la oferta queden estabilizadas (el nivel de equilibrio del mercado). En este sentido dará un fuerte empuje a la competitividad y la eficiencia, al proporcionar información sobre la demanda, la oferta y los precios a las partes interesadas, y minimizar los costes ajenos (asociados con la espera en cola, etc.). No obstante, el problema es que tal situación podría conllevar la asignación de un precio que la sociedad no estuviera dispuesta a pagar, tal como en el ejemplo citado más arriba de la telemedicina.

... pero podrían producirse efectos secundarios indeseables, si la sociedad optara por precios fijos a niveles subóptimos

Como un ejemplo más, cabe imaginar una situación en la que los usuarios tengan la capacidad de manipular aplicaciones que harán de suplente, esperando en cola delante de taquillas 'virtuales'. (Esto no es tan inverosímil ni tan frívolo como puede parecer inicialmente - se refiere a un ejemplo utilizado recientemente por Bill Gates, presidente de Microsoft). Tan pronto como se disponga de los billetes, la misión de estos suplentes es comprarlos inmediatamente para sus dueños. ¿ Cómo resolver el conflicto si hay 1000 de estos 'suplentes' y sólo 100 billetes ? Una solución podría ser la subasta - no obstante, en efecto haría imposible que los usuarios más pobres lograsen jamás ver una representación popular, ya que el precio subiría para equilibrar la demanda y la oferta. En general, la monetarización por medio de las subastas introduciríia modificaciones significativas en aquellos casos donde la sociedad haya optado por fijar los precios en niveles de desequilibrio del mercado (p.ej. dependiendo del racionamiento y la determinación de esperar en la cola para segregar los que disfrutarán un servicio de los que quedarán excluidos.

Conclusión

Este análisis destaca los posibles problemas de exclusión que podrían producirse en su forma más pura en la SIM. La asignación de etiquetas de prioridad (por la compra, por decreto, etc.), la celebración de subastas, etc. son cuestiones cruciales en el orden emergente de conocimientos de la SIM (tema que será objeto de un artículo aparte). La mayor eficiencia deparada por la tecnología puede permitir que la competencia y el poder económico determinen el reparto de los productos y los servicios de una manera hasta ahora desconocida, sometiendo aspectos hasta ahora 'intocables' de la vida humana al mecanismo de los precios, como en el caso de la intervención quirúrgica y la competencia por espacio en el ancho de banda citado anteriormente. Como a menudo sucede, la tecnología no es la causante del problema; sólo agrava tensiones ya existentes presentadas por las alternativas y prácticas sociales, hasta el punto en que no puedan ser siendo ignoradas.

Frases clave: sociedad de la información, mecanismos del mercado, fijación de precios, subastas, priorización, agentes inteligentes

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