Conflicto entre los nombres de dominio en Internet y los Derechos sobre Marcas

AutorEnrique Bardales Mendoza
CargoAbogado. Catedrático de Derecho Mercantil. (Perú). Pontificia Universidad Católica del Perú.

Un argumento que contribuye a la consolidación de nuestra teoría de la Relevancia Ontológica de la Marca consiste en que ésta tiene la tendencia natural de persistir infinitamente en el tiempo. Esta posibilidad supone, entre otros actos, el estricto cuidado de su capacidad distintiva. De este modo, el término trademarketing se presenta como una estrategia sistémica que pretende dominar la identidad ontológica de la marca haciéndola omnipresente en el tráfico comercial permitiendo que un número mayor y diverso de consumidores la reconozca, aprenda y reclame; así, la marca se convierte en el último happening del siglo XX.

La marca inicia su vida con innegables posibilidades de crecimiento y expansión: las técnicas de comunicación moderna determinan que pueda ser conocida de manera inmediata y simultánea en diversos lugares; nuevas formas de comercio internacional se presentan como alternativas de contratación directa eliminando intermediarios; en un primer momento, a través de venta bajo la modalidad de home shopping y en la actualidad utilizando el medio de comunicación por excelencia, el Internet. Estas circunstancias obligan a los titulares de marcas a implementar severas políticas de vigilancia y cuidado marcario que permitan mantener incólume la vigencia de sus derechos.

Los problemas que rodean la vida de una marca son completamente diversos y en tanto son condiciones de hecho, la solución depende, la mayoría de las veces, de un correcto manejo de los derechos que concede el ordenamiento legal a los titulares de marcas. En tal sentido, el problema más común que suelen enfrentar es la aparición de signos imitativos del tipo me too que debilitan su fuerza distintiva y que, además, pretenden beneficiarse de un prestigio comercial ajeno; como aquellos problemas de dilución y vulgarización que se presentan como si fueran la comprobación de la ley del eterno retorno y el destino circular.

En estas circunstancias, se comprueba la existencia de un nuevo conflicto, la utilización indebida de la marca en los nombres de dominio en Internet. La genealogía de este problema se remonta al momento en que la marca se convierte en relevante en términos ontológicos, luego que el proceso conocido como marketing mix ha concluido y la marca cuenta con las características que se le ha querido atribuir. Este hecho convierte al signo distintivo en un elemento deseable y valioso, que sin duda alguna, fue percibido por algunos usuarios del Internet, quienes no encontraron mejor método que apropiarse de signos similares en grado de confusión o idénticos a marcas de indudable prestigio comercial para crear sus propias home pages y ser identificados en el sistema. Este proceder generó innumerables casos de piratería marcaria debido a que cuando los legítimos titulares intentaron solicitar sus propias marcas como nombres de dominio en internet se encontraron con la sorpresa, ingrata por cierto, que existían diversos usuarios que utilizaban su signo distintivo como parte de sus nombres de dominio, lo cual los obligó en muchos casos a pagar fuertes sumas de dinero a sus titulares para acceder a estos.

INTERNET

La capacidad natural del hombre para verbalizar ciertos conceptos determina que algunas definiciones se conviertan, en la mayoría de las veces, en una explicación amplia y detallada de éstos. El término Internet no es la excepción.

La primera idea que sugiere el término Internet es la de un sistema de comunicación a través de computadoras. Esta aproximación, intuitiva por cierto, no deja de ser cierta; sin embargo, se debe precisar que es un sistema de comunicación con características perfectamente identificables y que supone el principio de libertad de acceso y la vocación de participar en un sistema de red universal.

Para entender este sistema, debemos imaginar por un momento a una computadora que es utilizada de modo individual para realizar un trabajo específico. En tales condiciones se comprenderá que es un sistema que no permite compartir información de modo directo con otras personas, por lo que el proceso de intercambio de información pasa ineludiblemente por el enojoso proceso de copiar información para que ésta sea trasladada. Este es el método más cerrado y personal que puede imaginarse. De otro lado, imaginemos el trabajo dentro de una empresa en la cual las necesidades naturales requieren que la información sea compartida de modo simultáneo entre diversos usuarios. En estas circunstancias se requiere que las computadoras estén interconectadas entre sí, creando un sistema de red; dicho sistema de red permitirá que la información se comporta en tiempo real por todos los usuarios de la empresa. El sistema de Internet permite comunicar y compartir información creando un sistema de red universal al cual se accede a través de una computadora, es una red abierta que se encuentra en condiciones de recibir a nuevas computadoras con la finalidad de compartir información.

En tales condiciones no resulta un despropósito el considerar al Internet como un medio de comunicación, en tiempo real en muchas oportunidades, y de libre circulación de información. La circulación de información de modo libre y de cualquier naturaleza en un primer momento fascinó a los usuarios pero con el transcurso del tiempo la conexión de usuarios con diversos intereses generó problemas jurídicos de distinta naturaleza. Recordemos, por ejemplo, las acciones promovidas contra la Communications Decency Act – CDA en Estados Unidos sobre las que la Corte Suprema, confirmando el fallo de una corte de Pennsylvania, declaró la inconstitucionalidad de dicha norma. A propósito de ésta el juez Dalzell considera lo siguiente:

"Cuatro características relacionadas de la comunicación vía Internet tienen una importancia trascendental para la posición que compartimos de que la CDA es evidentemente inconstitucional. Explicamos estas características en nuestras consideraciones de hecho antes expuestas que sólo retomo aquí brevemente. En primer lugar, Internet presenta muy pocas barreras para el ingreso. En segundo lugar, estas barreras de ingreso son las mismas tanto para los emisores como para los receptores. En tercer lugar, como resultado de estas pocas barreras, internet proporciona contenidos sumamente diversos. En cuarto lugar...

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