Comparecencia ante la subcomisión del congreso de los diputados para la modificación de la ley del aborto
| Autor | Natalia López Moratalla |
| Cargo | Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular. Presidenta de la Asociación Española de Bioética y Ética Médica |
| Páginas | 247-252 |
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Agradezco la oportunidad que me brindan sus señorías de compartir avances científicos, que han cambiado la forma de entender la biología del desarrollo, la embriología y la gestación. Me referiré especialmente a conocimientos recientes que han sorprendido a quienes atienden lo que la Ciencia va descubriendo. Precisamente son los progresos científicos los que en ocasiones dejan obsoletas leyes que fueron redactadas sobre la base de conocimientos insuficientes. Tengo la seguridad de que serán una ayuda para que cada uno adopte una decisión razonable y responsable en un tema tan crucial como el que ahora nos convoca.
La vida humana, en general, no es más que un concepto. Lo que existen son seres humanos vivos, concretos, que a lo largo de sus cinco primeros días de existencia recorren las trompas de Falopio, hasta alcanzar el útero, de la mujer convertida en su madre. A lo largo de ese viaje ambos establecen un diálogo molecular con el que inician la convivencia, peculiar y única, de los meses de gestación. Permanecer vivo exige siempre un continuo intercambio con el medio, y el medio natural durante la etapa embrionaria es el cuerpo de la madre.
A instancia de las señales que emite el hijo, la madre contesta liberando al espacio de convivencia vital las moléculas que:
- le ayudan a desarrollarse
- le encaminan hacia el lugar donde anidar y a hacerlo por su dorso.
Me explico: la fecundación genera el cigoto, que es el individuo en su fase de célula totipotente; es decir, capaz de desarrollar todos los órganos, tejidos y sistemas del cuerpo humano. La observación del proceso de fusión de los gametos -óvulo y espermatozoide- ha permitido tener una señal visible de la Page 248 aparición del nuevo ser. La exploración microscópica permite apreciar un halo de luz que da al cigoto la apariencia de un sol. Este fenómeno físico manifiesta que aquello que aparece tras la fecundación no es una mera célula simétrica que se multiplica dando otras iguales a sí misma. No; es una célula que tiene una estructura asimétrica con dos mitades desiguales y por ello polariza la luz que le llega.
La primera división celular determina el eje dorso-ventral, primer indicio de la forma corporal del feto. La zona por la que el espermatozoide alcanza al óvulo traza el eje dorso-vientre y perpendicular a él, lógicamente, lo que será el eje cabeza-cola.
De ese plano que separa dos mitades desiguales en nuestro primer día de vida todos guardamos memoria: por él tenemos la cabeza sobre los hombros y el corazón en el tórax. No es una metáfora. En su primera división el cigoto dará lugar al embrión de dos células, cada una de las cuales tienen un destino distinto.
Cinco días después, el cigoto totipotente es una estructura formada por un conjunto de células madre embrionarias -organizadas espacialmente según los ejes trazados en su concepción- junto a otras más maduras que forman una especie de piel provisional.
Inicia, hacia el día 6. la anidación por su dorso, con lo que sitúa su cabeza y fija con ello el eje derecha-izquierda.
En la 2ª semana el embrión tiene dos láminas de células, siguiendo los ejes...
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