Viehweg, Theodor: Tópica y jurisprudencia. Traducción de Luis Díez-Picazo
| Autor | José Manuel Almansa |
| Cargo | Pastor. Doctor en Derecho |
| Páginas | 764-768 |
Viehweg, Theodor: Tópica y jurisprudencia. Traducción de Luis Díez-Picazo. Prólogo de Eduardo García de Enterría. Ed. Taurus, S. A. Madrid, 1964; 143 págs.
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La obra de Viehweg es de una muy considerable importancia para un mejor entendimiento de los fundamentos de la Ciencia del Derecho, y su versión al castellano, realizada con pulcritud y claridad por el Profesor Diez-Picazo, es, a no dudarlo, de inapreciable utilidad para el jurista que inquietamente profundice en las raíces del Derecho.
Claramente se pueden apreciar én la obra tres partes sustanciales, que comprenden sucesivamente una proyección filosófica como teoría de la tópica, una proyección histórica como aplicación de la tópica a la jurisprudencia en su devenir histórico y, por último, una conclusión sobre la virtualidad de la tópica en la Ciencia del Derecho.
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Teoría de la tópica.
La tópica es una técnica del pensamiento orientada hacia el problema, nos dice el autor al iniciar el análisis de la misma (capítulo III). El problema puede inordinarse dentro de un sistema lógico-deductivo, en el que se desciende de verdades primarias mediante cadenas de deducciones, pero en tal caso el problema pierde importancia en una mecánica lógico-deductiva. Es precisamente la exaltación del problema, rebelde ante el sistema, lo que caracteriza a la tópica, la cual opera con puntos de vista a veces reunidos en catálogos de tópicos, que tienen la suficiente elasticidad para amoldarse a la realidad mutable. La función de los tópicos, ya sean generales o especiales, consiste en servir de medios auxiliares para la discusión del problema, pero también puede cumplir como meditación pre-lógica buscadora de premisas con los que la lógica-deductiva opera en un momento posterior. Ahora bien, aun en este supuesto, las resonancias de la tópica son decisivas, porque el modo de buscar las premisas influye en la índole de las deducciones; porque los catálogos de tópicos exigen una interpretación, en cierta medida arbi-Page 765 traría, y porque las premisas propuestas requieren una aceptación generalizada. Todo ello lejano a una estricta mecánica lógico-deductiva.
La tópica como método científico es tan antigua como el pensamiento filosófico. Aristóteles la atribuye a retóricos y sofistas en su razonar dialéctico y pretende integrarla como método filosófico. Cicerón ofrece un catálogo de tópicos, del cual se extrae el material para la demostración. Y Vico contrapone la tópica retórica a la crítica...
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