La transformación de los títulos habilitantes de los operadores de cable

AutorJavier Cremades García
CargoCremades & Sánchez Pintado
Páginas51-92

Í N D I C E

  1. CABLE Y LIBERALIZACIÓN DE LAS TELECOMUNICACIONES:

    1.1. EL PROCESO DE LIBERALIZACIÓN.

    1.2. LA LENTA LLEGADA DEL CABLE.

  2. EL RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS TELECOMUNICACIONES POR CABLE ANTERIOR A LA LEY 11/1998, DE 24 DE ABRIL, GENERAL DE LAS TELECOMUNICACIONES:

    2.1. LA LEY DE TELECOMUNICACIONES POR CABLE.

    2.2. REAL DECRETO-LEY 6/1996, DE 6 DE JUNIO.

    2.3. REGLAMENTO DE CABLE.

    2.4. LOS CONCURSOS DE TELECOMUNICACIONES POR CABLE.

  3. EL NUEVO RÉGIMEN JURÍDICO DEL CABLE:

    3.2. LA LEY 11/98, DE 24 DE ABRIL, GENERAL DE TELECOMUNICACIONES.

    3.3. REGÍMENES ESPECIALES DE LOS OPERADORES DE CABLE.

    3.2.1. Interconexión:

    1. Interconexión con Telefónica.

    2. Interconexión con otros Operadores.

    3. Otros Aspectos Destacables de la Interconexión.

      3.2.2. Servicio Universal:

    4. Régimen Jurídico.

    5. Los Operadores de Cable y el Servicio Universal: Aspectos Destacables.

      3.4. NUMERACIÓN:

    6. Recursos Públicos de Numeración.

    7. Portabilidad.

    8. Pre-Selección de Operador.

  4. DISPOSICIONES TRANSITORIAS PRIMERAS DE LA LEY GENERAL DE TELECOMUNICACIONES Y DE LA ORDEN DE LICENCIAS.

  5. EL PROCEDIMIENTO DE TRANSFORMACIÓN.

  6. LOS EXPEDIENTES DE TRANSFORMACIÓN:

    6.2. PROCEDIMIENTO NEGOCIADO.

    6.3. EL RETRASO DE LA TRAMITACIÓN DE LOS EXPEDIENTES.

    6.4. EL CONTENIDO DE LOS EXPEDIENTES.

  7. CONCLUSIÓN.

    7.2. DEL SERVICIO PÚBLICO A LA LIBRE CONCURRENCIA.

    7.3. EL PROCEDIMIENTO DE TRANSFORMACIÓN DE LOS TÍTULOS HABILITANTES.

    7.4. TRANSFORMAR Y HACER VIABLE EL CABLE.

  8. CABLE Y LIBERALIZACIÓN DE LAS TELECOMUNICACIONES

    1.1. EL PROCESO DE LIBERALIZACIÓN

    El sector de las telecomunicaciones y de las tecnologías de la información constituye uno de los sectores que más profundamente ha visto transformados sus cimientos, con la finalidad de lograr la mayor liberalización posible.

    En tal sentido, es necesario destacar que ha sido durante los dos últimos años cuando se ha culminado de manera definitiva el proceso iniciado con las incipientes medidas liberalizadoras de las telecomunicaciones adoptadas a partir de 1996. Se puede así afirmar que el 1 de diciembre de 1998 se ha conseguido instaurar la plena liberalización de las telecomunicaciones en España, una vez que se aprobaran y entraran en vigor los hitos fundamentales que permitieron alcanzar esa liberalización, como son la Ley General de Telecomunicaciones y sus reglamentos de desarrollo.

    La Ley General de Telecomunicaciones y su desarrollo reglamentario ha supuesto la realización de un enorme esfuerzo por parte de todos los actores implicados en él (Administración, operadores, asociaciones, sindicatos, colegios profesionales, usua-

    rios, etc.), que ha permitido culminar las incipientes pero muy importantes medidas liberalizadoras que fueron acometidas con anterioridad.

    Esta liberalización plena ha permitido ya, en su breve período de vida, dinamizar aún más este sector estratégico, incrementando notoriamente la competencia mediante la introducción de nuevos operadores.

    De esta manera, se ha podido trasladar en un breve período de tiempo los efectos beneficiosos que una mayor competencia supone no ya sólo a los ciudadanos, que pueden elegir más libremente la recepción de un servicio más barato y de mayor calidad, sino también para las empresas españolas.

    Las pruebas más palpables de que la liberalización plena de las telecomunicaciones en España están produciendo sus frutos y unos muy buenos y óptimos resultados las constituyen, por un lado, las altas cotas de competencia que se están alcanzando en este sector de mercado, y, por otro lado, la reducción drástica en los precios y tarifas de los servicios de telecomunicaciones que esa competencia efectiva está produciendo.

    Este nuevo marco jurídico de liberalización y libre competencia instaurado por la Ley General de Telecomunicaciones y sus normas de desarrollo ha afectado en su totalidad a los diferentes subsectores de las telecomunicaciones, incluido el de las telecomunicaciones por cable.

    Para ello, resulta necesario realizar un breve análisis de la historia y de la normativa anterior reguladora de las telecomunicaciones por cable, para poder obtener así una visión más exacta y precisa del nuevo régimen jurídico y la adecuación a él de los títulos otorgados conforme a la anterior normativa.

    1.2. LA LENTA LLEGADA DEL CABLE

    Dentro del ámbito de las telecomunicaciones, el sector del cable es uno de los que presenta mayores posibilidades y para el que se prevé el mayor potencial de crecimiento en España en los próximos años. No obstante y pese al potencial económico que siempre supuso, su desarrollo normativo fue más lento de lo deseable para el adecuado desarrollo del sector, puesto que no fue hasta el mes de diciembre de 1995 cuando entró en vigor la Ley 42/1995 de 22 de diciembre de las telecomunicaciones por cable, llenando de este modo el vacío legislativo existente en la materia, que había provocado que se desarrollaran situaciones desde la ilegalidad sobre todo en lo referente a la creación de emisoras de televisión por cable, como veremos más adelante.

    En relación con los países de nuestro entorno, en Europa después de un primer desarrollo en los años setenta, en Bélgica Holanda y Luxemburgo, el cable se desarrolló fuertemente en el Reino Unido, Alemania, Francia, los Países Nórdicos y algunos países de la antigua Europa del este. En la actualidad, uno de cada cuatro hogares europeos está abonado al cable y para el año 2004, se calcula que lo estén unos 55 millones de hogares, lo que supone el 31 por ciento de los hogares europeos. Al otro lado del mar, la televisión por cable mueve en Estados Unidos cifras de negocio astronómicas de aproximadamente dos tercios del total del negocio televisivo, que se traducen en decenas de miles de millones de dólares. De hecho en Estados Unidos está cableado el 96 por ciento del territorio y están conectados al cable más del 64 por ciento del total de los hogares pasados. Canadá, Israel y varios países hispanoamericanos se encuentran actualmente desarrollando con éxito el sistema del cable.

    Indudablemente, los sistemas de cable en estos países se han ido desarrollando gracias al interés mostrado por determinadas empresas de comunicación junto con socios internacionales con gran experiencia en el sector, que han visto las amplias posibilidades que el cable ofrece. Efectivamente, el alto ancho de banda y la digitalización de las redes de cable permiten ofrecer tanto una multiplicidad de canales al usuario como la interactividad de los mismos con lo que, las ventajas del cable respecto a otros sistemas como el satelital o el hertziano, son indudables.

    Desde el punto de vista técnico, el sistema de telecomunicaciones por cable consiste en una red formada por una cabecera, unos cables de telecomunicaciones y unos equipos terminales, cuyo objeto es la conexión de la primera con una multitud de hogares y otros puntos de terminación de red, en una determinada demarcación territorial.

    Las primeras instalaciones de redes de cable se utilizaron únicamente para la emisión de televisión y tomaron la forma de «cable pasivo», es decir, de redes que actuaban como simple prolongación de la televisión, haciéndola llegar con mayor nitidez a los domicilios o zonas donde la recepción de las ondas hertzianas fuera insatisfactoria.

    Cuando posteriormente, las condiciones del mercado permitieron una demanda social de nuevos canales de televisión, aparecieron los nuevos sistemas llamados de «cable activo», que incorporaban ya programaciones específicas que habían sido producidas previamente por redes de televisión. En la actualidad existe una tercera generación de cable que se ha venido a llamar «cable interactivo» porque debido a la sustitución del tradicional cable coaxial por el de fibra óptica, es posible la comunicación bidireccional. Esto hace que una red de cable avanzada pueda operarse para la retransmisión de distintas señales de telecomunicaciones, desde la cabecera hasta los puntos de terminación de la red y el retorno de las señales generadas en los hogares hasta la cabecera. Este carácter interactivo de las nuevas redes de cable permite prestar a los hogares otros servicios además del tradicional de televisión. Es el caso de los servicios de telefonía y el de otros como telebanco, correo electrónico, telecompra y telemedida de consumos domésticos de agua o electricidad. Otras aplicaciones prácticas comen-

    zarán a darse a nivel institucional a través de redes que presten

    servicios de transmisión de datos entre unidades específicas (comisarías de policía, asistencia social, etc.) y servicios de formación y educación. En definitiva, el sector del cable es un sector en expansión tanto tecnológica como económicamente cuyo desarrollo no ha hecho más que comenzar en nuestro país, ofreciendo unas magníficas perspectivas desde el punto de vista tanto del operador como del usuario.

    En los años 80 surgen en España las primeras telecomunicaciones por cable a través de lo que se ha denominado «vídeos comunitarios» que consistían en unos sistemas que interconectaban televisores de varias viviendas con un reproductor de cintas de vídeo, usando un cable de no demasiada calidad. Dichos vídeos no utilizaban el dominio público en su instalación y tampoco abarcaban más que su propia manzana de casas. Además eran frecuentes también en pequeñas poblaciones a las que no llegaba la televisión hertziana con demasiada nitidez y demandaban servicios de televisión. Con el tiempo comenzaron a mejorarse dichas redes y sus contenidos, de modo que se emitían informativos y programación local en dos canales, hasta desarrollarse en varios canales más, usando cable coaxial.

    Desde un punto de vista jurídico, estas televisiones se encontraban funcionando al margen de la ley pero no desde la ilegalidad sino más bien desde la alegalidad puesto que el Estatuto de Radio y Televisión de 1980 no contenía un concepto de televisión local por cable y hasta 1987 no se promulgó la Ley de Ordenación de las Telecomunicaciones, cuyo desarrollo para el sector del cable no se...

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