El nuevo régimen del planeamiento urbanístico, de J. González Pérez.

AutorJosé María Chico y Ortiz
Páginas1710-1711

    GONZÁLEZ PÉREZ, J.: El nuevo régimen del planeamiento urbanístico. Editorial Civitas, 1982.

Este nuevo libro de Jesús González Pérez viene a comentar el Decreto-ley de 16 de octubre de 1981, que intenta dar solución a la situación de tránsito que la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana planteó para que los planes generales de ordenación se adaptasen a la misma.

Es un libro que he leído con cierta prisa, pues lo necesitaba para la puesta al día del mío, que estaba a punto de salir en ayuda del opositor.

Page 1711Es libro, de otra parte, que he leído con cierta curiosidad, pues casi simultáneamente a su aparición se «puso en pantalla» uno de los muchos episodios de un programa que dirigía o presentaba una artista española apellidada Maura. Creo que coincidieron ese día la esposa del Presidente del Gobierno vasco (el lendakari) y un urbanista con el apellido Mangada. Por supuesto, no voy a referir el coloquio, que daría mucho tema y comentario, pero sí fijarme en unas ideas del último citado, que consideraba que la ciudad debería estar sucia, con ropa colgando y muchas pintadas en las paredes, pues «una ciudad limpia no tiene lenguaje». Yo no recuerdo si la entrevista se la hacían porque había cesado o le habían cesado en el Ayuntamiento, o porque le había fichado el Ayuntamiento para completar ese plan de ordenación en el plazo que la Ley del Suelo había concedido a las Corporaciones locales. No sé la causa, pero sí me llamó mucho la atención su idea y vino a excitar mi curiosidad por leer el libro de González Pérez a ver si en el mismo se decía algo de todo esto, y, claro está, no dice nada. Que la ciudad limpia no tenga lenguaje y que la sucia sí lo tenga, me parece una figura retórica equivocada, pues si en vez de lenguajes utilizásemos olores notaríamos que la sucia huele y la limpia no. Quizá por eso el artículo 3 de Real Decreto, que comenta González Pérez, hable de respetar los límites de densidad que establece la Ley del Suelo. Claro que en esos límites de densidad pueden estar incluidos los gamberros, los aficionados a las pintadas, los incultos, los que desconocen la estética, etc. Tengo que rechazar, por razones higiénicas, que lo sucio equivalga a lo urbano, como rechazo, por razones obvias, que para ser intelectual sea preciso ser de izquierdas.

Una de las disposiciones transitorias de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana (creo que es la primera) daba un plazo para que las Entidades locales remitiesen...

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