El uso racional de los recursos forestales en las unidades de conservación de uso sostenible en la amazonía

AutorEdson Luiz Peters/Paulo de Tarso de Lara Pires/Rubens Hess Marins de Souza
CargoDoctor en Derecho del Estado Universidad Federal de Paraná/Doctor en Economía y Política Forestal Universidad Federal de Paraná/Licenciado en Derecho Facultad de Derecho de Curitiba
Páginas170-192

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I Introducción

La civilización moderna viene enfrentándose al dilema de mantener los elevados índices de desarrollo económico sin esquilmar los recursos naturales. Esa problemática ha repercutido sobre muy distintos sectores de la sociedad brasileña, que han ampliado sus horizontes en busca de fuentes sostenibles de producción de bienes que le permitan satisfacer necesidades como las de alimentación, ocio, vivienda y transporte. Con intención de mantener la calidad de vida, tanto en las aglomeraciones urbanas como en el medio rural, se han creado espacios protegidos, destinados al ocio y a la protección de valiosos bienes ambientales como el agua, la flora y Page 171 la fauna. PAULO AFFONSO LEME MACHADO1 señala que, «el hecho de que un bien ambiental le interese a la población local y al mismo tiempo a toda la humanidad no debe acarrear una política de menosprecio o marginalización del interés local». No se puede ignorar la significación del tema, tanto por la amplitud del territorio como por la presencia de grupos que están intrínsecamente relacionados con estos espacios, de los que en muchos casos son dependientes para su propia supervivencia, como por ejemplo los habitantes autóctonos y los indios. Por otro lado hay que tomar en consideración las dificultades de dirección y la insuficiencia estructural de la maquinaria pública para llevar a cabo la fiscalización y la vigilancia en estas unidades de conservación. Así pues, un camino que se debe recorrer para solucionar las deficiencias del actual sistema sería la implantación de un programa de autogestión de las unidades.

Conforme a los últimos datos ofrecidos por el IBAMA2, Brasil posee más de 65 millones de hectáreas de su territorio protegidas en ambientes que se les denomina: «Unidades de Conservación» y vive la paradoja que conlleva la armonización del crecimiento de la población y su consecuente presión sobre las áreas protegidas.

Entre las distintas categorías en que se pueden dividir las unidades de conservación, este trabajo se destina a estudiar especialmente las Selvas Estatales3, que se caracterizan porque albergan habitantes autóctonos y por la necesidad de permiso o autorización para su uso, dentro de los límites marcados por la Ley, de los recursos naturales disponibles.

La investigación tuvo como objetivo apropiarse de herramientas obtenidas de las diversas áreas de la ciencia, como la Política, el Derecho, la Ecología, el manejo y la tecnología forestal dentro Page 172 de un análisis interdisciplinario, y cuyo interés fue el de crear una metodología que permitiera establecer parámetros para el uso racional de los recursos forestales madereros en ambientes protegidos. Para ello fue realizado un estudio de Derecho comparado, abordando la experiencia de países como Argentina, Chile, Francia, Bélgica, Estados Unidos así como actividades de entidades federativas de Brasil. Finalmente, y a través del empleo de los conocimientos de otras ramas del Derecho y de las Ciencias Forestales, se elaboró una fórmula que permitiera la explotación forestal de bajo impacto, para áreas protegidas, respetando la sustentabilidad del ecosistema y al mismo tiempo proporcionando a la población residente el desarrollo social y económico en armonía con el medio ambiente.

II Las unidades de conservación de uso sostenible

Las Unidades de Conservación en Brasil están estructuradas a través de la Ley núm. 9.985/2000, que instituyó el Sistema Nacional de Unidades de Conservación (SNUC). Este instrumento alcanza a todo el conjunto de las Unidades de Conservación, que actualmente abarca, aproximadamente, el 2,61% del territorio protegido por medio de Unidades de Protección Integral y el 5,72% (45 millones de hectáreas) a través de Unidades de Conservación de Uso Sostenible, así considerados los espacios de manejo sostenible que se encuentran sometidos a una protección parcial de los atributos naturales, en los que se admiten la explotación de parte de los recursos disponibles en régimen de manejo sostenido, supeditados a las limitaciones legales.

III Estudio de la legislación forestal brasileña e internacional:

A través del análisis de las leyes patrias, hemos clasificado a las Unidades de Conservación en: Unidades de Protección Integral y Unidades de Uso Sostenible. El grupo de Unidades de Protección Integral, son aquellas Unidades en las que no se permite la cosecha, consumo, daño o destrucción de los recursos naturales, estando integradas las mismas por las siguientes categorías: Reserva Page 173 Ecológica; Reserva Biológica; Parque Nacional; Monumento Nacional; Refugio de Vida Silvestre. Las Unidades de Uso Sostenible, son por su parte aquellas en las que se puede realizar la cosecha y uso, comercial o no, de los recursos naturales, subdividiéndose, a su vez, estas, en las siguientes clases: Área de Protección Ambiental; Área de Relevante Interés Ecológico; Selva Tropical Nacional; Reserva de Recursos Naturales; Reserva de Fauna; Reserva de Desarrollo Sostenible; y Reserva Privada del Patrimonio Natural.

Se le da mayor enfoque a las Selvas Estatales porque poseen características propias y son áreas de dominio público dotadas de una cobertura forestal nativa o plantada. El propósito de dichas áreas es el de proporcionar el manejo de los recursos naturales, fundamentalmente dirigido para la producción de madera y de otros productos vegetales, aliado a la preservación de la naturaleza, lo que permite que se mantengan las condiciones para la reproducción de técnicas productivas ambientalmente sostenibles4. La visita al público será delimitada por el Plan de Manejo y las investigaciones sólo se permitirán mediante una autorización previa. El uso debe ser reglamentado a través de contratos y la explotación de los componentes de los ecosistemas naturales y la sustitución de la cobertura vegetal por otras especies cultivables estará supeditado al Plan de Manejo.

En el ámbito Nacional, el sistema de unidades de conservación se gestiona en tres instancias: Órgano Consultivo y Deliberativo (CONAMA), Órgano Central (Ministerio del Medio Ambiente) y Órganos Ejecutivos (IBAMA en cooperación con Órganos Estatales y Municipales).

1. Planificación del uso de las unidades de conservación

La Legislación Forestal Estadounidense constituye un marco importante a tener en cuenta en lo relacionado con la planificación Page 174 de las Unidades de Conservación. La Subparte A del Título 36 del Código de Reglamentaciones Federales aborda la «Planificación y Manejo de las tierras y recursos del Sistema Nacional de Bosques». Conforme a la sección «219.1-a», la norma jurídica, persigue, cómo llevar a cabo, de la mejor manera o forma posible, la planificación y el manejo de los recursos y de las tierras, por el Sistema Nacional de Tierras Forestales. Además, la planificación debe orientar todo tipo de actividades relacionadas al manejo de los recursos naturales y establecer parámetros de manejo y directrices para el Sistema Nacional de Bosques. En esta sección se reconoce también que las Bosques Nacionales son ecosistemas y que por lo tanto su manejo para la producción de bienes y servicios requiere una concienciación y consideración de la interdependencia entre plantas, animales, suelo, agua, aire, y de otros factores ambientales que forman parte de dichos ecosistemas. La aplicabilidad y la finalidad de esta norma jurídica queda establecida en la Sección 219.2: «Las normas reguladoras de estas subpartes son aplicables al Sistema Nacional de Bosques, que incluyen áreas especiales, tales como áreas silvestres, ríos de gran belleza paisajística y 'silvestres', áreas nacionales para la recreación, y caminos nacionales. Siempre que las autoridades de las áreas especiales necesiten de planificación adicional, el proceso de planificación de esta subparte deberá ser asunto de estas autoridades».

En la sección 219.4 -Niveles de Planificación- se establece que la planificación requiere de un flujo constante de informaciones y de direcciones de manejo entre los tres niveles de la Administración Forestal: Nivel Nacional, Nivel Regional y por último, Nivel Municipal.

La evaluación del Relatório de Procedimientos Ambientales (en adelante RPA)5 debe incluir un análisis de los usos presentes y futuros, de la demanda y de la oferta de los recursos del bosque, de los pastos naturales y de otras tierras asociadas, tomando en consideración la oferta oportuna, la demanda y las tendencias de precio asociadas. Además, debe incluir un inventario de los recursos Page 175 naturales efectivos y de los recursos naturales en potencia y una apreciación de las oportunidades que permitan mejorar la producción de bienes y de servicios tangibles e intangibles en conjunto con las estimaciones sobre los costes para la inversión y de los retornos financieros, directos e indirectos, que pueda obtener el Gobierno Federal.

En el RPA se incluye también una relación detallada de los programas de investigación del servicio forestal, programas cooperativos, manejo del Sistema Nacional de Bosques; análisis políticos y legales, y de otros factores que puedan influir y afectar de forma substancial el uso, propiedad, y manejo de los...

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