Prólogo

AutorJosé Antonio Escudero
Páginas13-16

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la historia de la administración central en españa, desde la consolidación del estado a nuestros días, aparece articulada en tres etapas principales. La primera, con el régimen polisinodial, es decir, con sínodos u organismos cole-giados, comprende los siglos xvi y xvii, siendo esos sínodos principalmente los consejos y de modo accesorio las juntas. Los austrias gobernaron así con un conjunto de consejos de competencia territorial (castilla, aragón, indias, etc.) o de competencia material (hacienda, inquisición, cruzada, etc.), y también, de modo especial en el siglo xvii, con una serie de juntas, organismos más reducidos y ágiles que a menudo sustrajeron competencias a los consejos y recortaron su actuación.

La segunda de esas etapas, en el siglo xviii y los primeros años del xix, es testigo del declinar y la desaparición de consejos y juntas, y de la aparición de unos paralelos órganos unipersonales, los secretarios del despacho, que, desgajándose de cierta añeja oficina palaciega, la secretaría del despacho universal, aparecen de ordinario con pareja nomenclatura a la de los más importantes consejos (al consejo de estado corresponde así la secretaría del despacho de estado; al consejo de guerra, la secretaría del despacho de guerra, etc.). En tal proceso, mientras los órganos polisinodiales decaen y sus asuntos son reenviados por el rey a las secretarías del despacho mediante el procedimiento de la llamada vía reservada, esos secretarios se convierten en verdaderos y poderosos ministros, que despachan con el rey de forma individual o se integran a fines del xviii en un despacho colectivo, la Junta Suprema de Estado, anticipo del futuro Consejo de Ministros. Esa segunda etapa, en resumen, será la del ocaso y extinción del régimen polisinodial, y la del alborear del régimen ministerial, es decir, una etapa de coexistencia de los dos regímenes: el que crece, se afirma y fortalece, y el que decrece, se agosta y extingue.

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la tercera de las etapas, en fin, es la de afirmación y reinado absoluto y exclusivo del régimen ministerial, que alcanza a nuestros días y logra además una vigencia universal, pues efectivamente cualquier régimen político del mundo de hoy, bien tenga a la cabeza a un rey, a un presidente de república o a un dictador más o menos confeso, cuenta para gobernar con una estructura de ministros diferenciados por sus competencias y aplicados a distintos ramos.

Estos y otros mecanismos de la administración...

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