El proceso de gestión de la RSC
| Autor | Estrella Barrio Fraile |
| Páginas | 69-84 |
© Editorial UOC Capítulo IV. El proceso de gestión de la RSC
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Capítulo IV
El proceso de gestión de la RSC
Después de haber abordado las razones que explican el
actual auge de la demanda de RSC y haber trabajo el propio
concepto —definición, principios, dimensiones y conceptos
afines—, es el momento de centrarse en su gestión. Es por
ello que el presente capítulo está dedicado a tratar la gestión
de la RSC de manera específica. Comprenderemos qué es
esto de la gestión de la RSC, analizaremos el perfil profesional
más indicado para responsabilizarse de dicha tarea y final-
mente, se presentará una propuesta de modelo que permita
llevar a cabo este proceso de manera transversal en la organi-
zación para dar respuesta a las necesidades de los diferentes
stakeholders de una empresa o institución.
1. La gestión de la RSC
Para comprender qué es esto de la gestión de la RSC, el
primer paso es aclarar qué se entiende por gestión, y más
concretamente por el ejercicio de gestionar, definido por el
Diccionario de la Real Academia Española como la acción de
«hacer diligencias conducentes al logro de un negocio o de un
deseo cualquiera». Es decir, podemos entender que la tarea de
gestionar consiste en llevar a cabo todos aquellos procesos
necesarios para alcanzar la empresa o propósito planteado.
© Editorial UOC Responsabilidad social corporativa
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Con respecto a la gestión de la RSC, tal y como explican
Corredera y González (2011, pág. 283), se sustenta principal-
mente «en políticas, estrategias, actuaciones o procedimientos,
así como las relaciones con grupos de interés». En este sentido,
AECA (2004, pág. 27) en su Marco conceptual de la responsabilidad
social corporativa define la gestión de la RSC como aquella cuya
finalidad es «satisfacer las necesidades y expectativas manifes-
tadas por los grupos de interés, a través de la implantación
de las estrategias económicas, sociales y medioambientales y
sistemas de gestión específicos». Ambas definiciones hacen
hincapié en los procesos, representados por las políticas, estra-
tegias y procedimientos que se requieren para la satisfacción
de las necesidades de los stakeholders.
Por todo ello, y tomando como referencia la definición
de RSC planteada en el capítulo 2, podemos afirmar que la
gestión de la RSC incluye todos aquellos procesos a través de los
cuales las organizaciones integran en su gestión y operaciones aque-
llas actividades más allá de las requeridas legalmente, que realizan
como consecuencia de un compromiso adoptado con sus stakeholders
en materia económica, social y medioambiental, y que tienen el objetivo
de responsabilizarse de las consecuencias e impactos que derivan de sus
acciones y maximizar la creación de valor compartido para todo el con-
junto de stakeholders.
A modo de cierre de este apartado, cabe remarcar que
para llevar a cabo una adecuada gestión de la RSC es impres-
cindible entender que la RSC, y por ende su gestión, consiste
en algo que va más allá de una acción superficial y puntual.
La gestión de la RSC «forma parte del núcleo central de la
empresa o institución, de su propia vida en la sociedad en
la que está inmersa, por eso es algo transversal y afecta a
toda la organización, desde la razón de ser de la misma hasta
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