El problema del suelo y la economía del mercado en Suiza

AutorHans Wurgler
CargoProfesor.

Los aspectos económicos principales.

El problema del suelo que gira en torno, al encarecimiento del mismo no constituye un fenómeno nuevo, si bien en el período posterior a la Guerra se ha convertido en el punto neurálgico de las disensiones político - económicas que tienen lugar en Suiza. En realidad, hace ya mucho tiempo que se han ocupado del mismo los técnicos en Economía Nacional; la intensidad del interés por él ha oscilado a la par con la longitud de onda de la coyuntura y ha seguido a los impactos principales de la expansión demográfica. Por otra parte, el problema del suelo figuró, con frecuencia desde hace mucho tiempo en el centro de las discusiones entabladas en torno a la ordenación de la propiedad, con lo cual quedó vinculado al problema social.

Una historia dogmática del problema del suelo se podría elaborar, según el criterio de las propuestas de solución, atendiendo a la agrupación de autores siguientes:

  1. Autores que rechazan totalmente la propiedad privada, llamados comúnmente «socialistas».

  2. Autores que defienden en principio la propiedad privada, llamados comúnmente «liberales». Pero éstos distinguen entre propiedad de capital y propiedad territorial, dividiéndose en dos subgrupos:

  1. los «socialistas del suelo» que tan sólo desean la estratificación del suelo, como es, por ejemplo, el cofundador de la teoría del disfrute marginal y padre de la Escuela de Lausana, León Walras, y

  2. los «reformistas del suelo» que, si bien aceptan la propiedad territorial privada, desean que los beneficios del suelo afluyan total o parcialmente al Estado. Todavía se podría dividir a este grupo en dos secciones:

aa) la de los autores que proponen una completa nacionalización de la renta básica, como el célebre americano Henry George; y

bb) La de los autores que desearían suprimir la plusvalía del suelo o intervenir de otro medio en. la propiedad del suelo, entre los que figuran principalmente John Situart Mill, que completó la teoría clásica de la Economía Nacional, Adolf Damaschke, líder del movimiento alemán hacia la reforma del suelo y Franz Oppenheimer, fundador del socialismo liberal.

Sin entrar aquí en más detalles, sobre el desarrollo del problema del suelo dentro de las Ciencias Económicas conviene indicar, sin embargo, que en la Escuela Neolíberal no se observa la adopción de un criterio propiamente dicho acerca del problema del suelo. Así, por ejemplo, en su libro «Mass und Mitte» (Medida y Mitad) Wilhelm Röpke se limitó simplemente a hacer esta pregunta: «¿Acaso el liberal no se ve precisado a reconocer también que el suelo es un artículo especial y que no puede existir una Economía sana, ni un Estado sano, si son demasiados los que quedan excluidos de la propiedad del suelo?». No vamos a exponer aquí las causas de esta laguna en el sistema del ordo - liberalismo.

En Suiza los actuales defensores de una reforma de la ordenación estructural del suelo proceden de los más diversos campos políticos.

Probablemente los socialistas doctrinarios, es decir, los enemigos de toda propiedad privada constituyen un grupo reducido. Dentro del sector liberal los partidarios de la teoría de Silvio Gessell forman un grupo que proclama la nacionalización del suelo. La gran mayoría de partidarios de la reforma del suelo propugna también la propiedad, territorial privada, aunque desearía someterla a las más diversas restricciones; se podría designar a estos políticos con la expresión de «intervencionistas del suelo ».

El problema de la asignación y del reparto.

Un examen detenido de los variados programas, postulados, mociones e iniciativas en cuanto a la reforma del Decreto del Suelo o en cuanto a la intervención en el mercado del suelo, nos lleva a la conclusión de que el problema del suelo presenta dos aspectos económicos principales: se compone de un problema de asignación y de un problema de reparto.

Entendemos por problema de asignación el del empleo del suelo en el proceso económico, orientado hacia las diferentes posibilidades de disfrute. Y por problema de reparto entendemos el problema de reparto de los ingresos por el suelo entre los sujetos económicos. Es evidente que estos dos aspectos están vinculados a un tercer problema importante, a saber: al problema de la propiedad del suelo y de su distribución, según ha vislumbrado Wilhelm Röpke en la cita indicada anteriormente. No deseo tratar más detenidamente del aspecto sociológico, filosófico - cultural e ideológico del problema del suelo, lo cual aparece tanto más justificado cuanto que en las discusiones públicas ese aspecto amenaza con relegar sencillamente a un segundo plano a estos otros dos planteamientos de problemas, económicos decisivos.

Se acostumbra a dividir a los sistemas económicos atendiendo a un doble criterio: primeramente, de acuerdo con la pregunta de ¿a quién pertenecen los medios de producción de una Economía Nacional?, y, después, de acuerdo con la pregunta de ¿cómo se resuelve el problema citado de la asignación y del reparto? Si en una Economía Nacional reina la propiedad colectiva y la Administración determina qué, cuánto, dónde, cómo y para quién se debe producir, se habla de una Economía de Administración Central o de Economía Planificada. Frente a ésta se encuentra la Economía de Tráfico o la Economía de Mercado en que se permite la propiedad privada de los factores de producción y en la que el encauzamiento del proceso económico se deja en principio al mecanismo de precios en los más diversos mercados.

Así, pues, en la Economía de Mercado el mecanismo de precios regula la asignación del suelo a base de diferentes posibilidades de aplicación y también, en unión con la propiedad del suelo, el reparto, del producto y la plusvalía del suelo. Ahora bien; los «intervencionistas del suelo» no están conformes con los resultados de este encauzamiento de precios en la asignación del suelo, ni con el reparto de las rentas básicas.

Ellos se refieren a los defectos en el mecanismo de precios o bien manifiestan que el reparto de las rentas no está de acuerdo con sus conceptos de justicia.

Una ojeada a la ordenación económica suiza demuestra que actualmente el Estado ha intervenido ya de formas múltiples en el mecanismo del mercado del suelo, tanto por lo que se refiere al problema de la asignación como también al problema del reparto. No obstante, los esfuerzos realizados para conseguir la reforma del suelo en cuanto a los, dos aspectos del problema persiguen amplias intervenciones. Para centrar la discusión a este respecto es necesario todavía hacer primeramente algunas consideraciones de carácter teórico.

Precios del suelo y renta básica.

La formación de los precios del suelo se lleva a cabo en principio atendiendo a las mismas leyes que rigen para otros artículos.

Consiguientemente el precio del suelo se encuentra en una relación funcional con la oferta y con la demanda del suelo, lo cual quiere decir que, por una...

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