Política fiscal y política de vivienda

AutorMercedes Ruiz Garijo
Cargo del AutorProfesora de Derecho Financiero y Tributario. Universidad Complutense.
  1. POLÍTICA FISCAL Y POLÍTICA DE VIVIENDA

La tributación de los rendimientos del capital inmobiliario ocupa un lugar importante en el ordenamiento jurídico-tributario desde tiempos históricos. Por un lado, el capital inmobiliario es un ámbito propicio para la tributación, ya que supone una manifestación de capacidad económica de primer orden. La denominada “atracción fiscal por el inmueble” es, cada vez más, un fenómeno creciente. De este modo, tal y como han afirmado FERNÁNDEZ-MAUBLANC y MAUBLAN, la característica más importante de un bien inmueble no reside tanto en su carácter estático, sino, sobre todo en la atracción que ejerce sobre él la fiscalidad. Se gravan las transmisiones, cesiones, aportaciones, construcciones, plusvalías, etc., tanto por impuestos estatales como locales, impuestos directos o indirectos, periódicos u ocasionales. En definitiva, una heterogeneidad de impuestos justificados no sólo por las características físicas del bien inmueble (su volumen, dimensiones y su localización geográfica hace que sea una materia imponible), sino por la presunción de solvencia financiera que se induce de la propiedad o de la posesión de un inmueble, generadoras ambas de rentas también imponibles (1).

Esta atracción se aprecia, especialmente, en sede de imposición directa. La Ley 40/1998 del IRPF, tras la reforma operada por la Ley 46/2002, de 18 de diciembre, mantiene un doble gravamen sobre los dos tipos de rentas provenientes del capital inmobiliario. Por un lado, las rentas reales, cuyo cálculo siempre ha sido una preocupación constante por parte del legislador (principalmente en relación con el tratamiento y fomento de los alquileres). En segundo término, la tributación del capital inmobiliario se cierra con la tradicional imputación de rentas por la titularidad de un bien inmueble (rentas ficticias que, como tales, siempre han estado rodeadas de polémica).

Al fenómeno de “atracción fiscal por el inmueble”, y lejos de necesidades recaudatorias, hay que añadir consideraciones económicas, políticas e incluso sociológicas que influyen, notablemente, en el tratamiento fiscal de los bienes inmuebles. Hoy asistimos a un preocupante ascenso de los precios de la vivienda, tanto en propiedad como en alquiler, y que favorece el también preocupante fenómeno especulativo. Las causas de este continuado incremento son diversas: la bajada de los tipos de interés, la mayor rentabilidad y menor riesgo de la inversión en vivienda frente a la...

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