Proyecto piloto de la CEE para la educación del consumidor en la escuela
| Autor | Hank Rask Jensen |
| Páginas | 104-111 |
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Conferencia pronunciada en el Seminario "La educación sobre el consumo: una revisión de las experiencias españolas y extranjeras", celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Santander, 9 de julio de 1984.
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La Comisión de la CEE se ha venido ocupando de actividades relacionadas con la educación del consumidor desde el comienzo de su Programa Preliminar para la Acción del Consumidor en 1975. Estas actividades fueron proclamadas en los párrafos 43 y 44 de dicho Programa, en el cual se especificó la necesidad de actuar en el área de la educación del consumidor en las escuelas, respecto a los métodos y materiales a utilizar en clase, así como al aprendizaje de los instructores responsables de la educación del consumidor. En términos prácticos, se encargaron una serie de informes sobre el estado de la educación del consumidor en los países de la CEE, y éstos fueron el tema de un simposio sobre la educación del consumidor celebrado en Londres en 1977. En dicho simposio se dio especial énfasis a la importancia del establecimiento de una red de escuelas para intentar marcar las pautas de la educación del consumidor.
Después del simposio de Londres, la Comisión de la CEE inició dos líneas fundamentales de trabajo conectadas, respectivamente, con una red de escuelas piloto, en las que se pudiera poner a prueba los métodos y materiales didácticos, y con un equipo de trabajo que se ocupara de formar a los profesores de educación del consumidor. A lo largo de estas actividades, las investigaciones y trabajos de desarrollo fueron apoyadas por imágenes de consumo infantil de una muestra de países de la CEE conectados con la preparación de los modelos de material didáctico y asesoramien to del profesor respecto al componente económico de la educación del consumidor.
Los resultados de estas actividades contribuyeron al primer comunicado entregado al Consejo de Ministros de la Comunidad para la Educación del Consumidor en la Escuela {1981). En este comunicado se señaló que el planteamiento general de la educación del consumidor en la escuela parte de la concepción del papel del consumidor dentro de la vida económica y social. Se subrayó que "Ya no se considera al consumidor meramente como un comprador y usuario de bienes y servicios para fines personales, familiares o de grupo, sino también como persona preocupada por las diversas facetas de la sociedad que puedan afectarle como comprador, ya sea directa o indirectamente.
De acuerdo con el comunicado mencionado anteriormente, puede haber dos enfoques diferentes de la educación del consumidor:
El primero, que podría considerarse como educación del consumidor en el sentido estricto de la palabra, tiene como fin capacitar al consumidor para que actúe de una manera crítica y a que haga una elección informada entre los bienes y servicios a su alcance, con un conocimiento pleno de sus derechos y responsabilidades dentro de la estructura del mercado existente y de la sociedad en general. Este enfoque hace hincapié en el restablecimiento de un equilibrio entre fabricante-distribuidor y consumidor en el momento de la compra, promoviendo un comportamiento más racional por parte del consumidor y capacitándole para que disponga de las distintas soluciones a su alcance, frente a cualquier abuso de fabricantes o distribuidores.
El segundo se podría describir como educación del consumidor en sentido amplio y va dirigido no solamente a fomentar un comportamiento más racional del consumidor, sino también a educar a los niños en edad escolar para que lleguen a ser ciudadanos responsables, desarrollando en ellos una actitud crítica y analítica ante el consumo y su lugar en la sociedad, y aumentando su conocimiento sobre las responsabilidades del consumidor frente a problemas tales como el medio ambiente, el gasto de energía y la explotación de recursos naturales. De acuerdo con este planteamiento, los consumidores podrían estar interesados en cambiar la estructura actual de mercado si dicha estructura les impidiese satisfacer sus necesidades.
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Lejos de ser contradictorios, estos dos enfoques son en muchos sentidos complementarios. Sin embargo, el primero de ellos, al ser menos ambicioso, es más fácil de llevar a cabo, mientras que el segundo, dada la actitud crítica que implica, está expuesto a ser más polémico y posiblemente más difícil de poner en práctica.
El comunicado al Consejo de Ministros subraya que la educación del consumidor debería estar orientada a resolver los problemas del alumno consumidor. Los niños y adolescentes se encuentran con problemas del consumidor dentro de marcos muy diferentes y derivados de situaciones de complejidad variable.
En un sentido restringido estos problemas comprenden fenómenos que, a corto plazo, impiden una adaptación apropiada a las condiciones existentes en el mercado y la sociedad en general, al margen de que estas condiciones sean las óptimas para el consumidor o no. Las causas de estos problemas funcionales se encuentran tanto en el lado de la producción como en el del consumo. Afectan a aspectos del proceso de precompra, compra y poscompra, que son más o menos exclusivos del consumidor. Se podrían mencionar como, ejemplo los problemas relacionados con la carencia, por parte del individuo, de un conocimiento de las necesidades, de sus prioridades, de la evaluación de alternativas de consumo, eficiencia en la planificación y presupuestos, compra adecuada, eficacia en la producción doméstica, adaptación del consumidor a la utilización de bienes y servicios o la preparación adecuada de pequeñas reclamaciones (problemas a nivel 1). También se deberían tener en cuenta algunos aspectos del proceso de compra que son más o menos específicos de ciertos grupos de edad, estrato social, clase social según los ingresos económicos, o grupos caracterizados por una educación o trabajo determinado (problemas a nivel 2). Asimismo, un vendedor que no tuviera la suficiente capacidad o voluntad de satisfacer las necesidades del consumidor y le proporcionase una información engañosa en los anuncios o en la venta personal, podría constituir un problema funcional.
En un sentido más amplio, los problemas del consumidor abarcan fenómenos que, ocultos en las reflexiones, decisiones y comportamiento del consumidor, podrían impedir que se alcanzaran unos objetivos tanto a corto como a largo plazo. Las causas de estos problemas estructurales pueden ser halladas en el sistema de producción, así como en la sociedad en general. Las condiciones de mercado pueden, por ejemplo, impedir que se satisfagan las necesidades del consumidor, ya sea influenciando el proceso de compra directamente, o bien predisponiendo las decisiones y comportamiento...
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